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Opinión

Ignacio Suárez

El Fantasma ha recorrido el mundo del deporte a través de 6 Mundiales, 10 Copas América y 5 JO. Aportará a RÉCORD su conocimiento y exclusivas.

El día que le gané a D10S (Segunda parte)

2018-09-13 | IGNACIO SUÁREZ
IGNACIO SUÁREZ
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Ya instalados en la sala de la suite presidencial, minutos después salió Diego y lo sentamos frente a nosotros. Le expliqué otra vez las barbaridades de la universidad y por ahí algún chistorete. Le dije entonces a Diego, que quería presumirle a mi director de la escuela, que yo “era su amigo”, que si me podía hacer el favor de tratarme y hablarme como si me conociera bien y me dijera: “que tal querido Raúl, que gusto verte” iba a estar de maravilla y yo me ganaría una buena botella de vino o varias que le había apostado a mi “director de la facultad”

Diego, rió de la ocurrencia y soltó la carcajada: “claro, querido Raúl, que gusto saludarte”. Los 5 minutos pactados se convirtieron en 40, la entrevista se volvió charla hablando de muchos temas, incluso políticos, tanto así que el material grabado dio para un reportaje especial para la revista 'Deporte Ilustrado' de editorial Televisa y otra exclusiva, el video para el programa 'La jugada' donde saludaba efusivamente a “Raúl”.

Todo parecía perfecto. Le había cumplido a Raúl Orvañanos su solicitud, teníamos la entrevista exclusiva, y mejor que la que encargó Schwartz a Mara. En esa entrevista hubo incluso un mensaje a los 'universitarios', donde Diego les pedía que se alejaran de las drogas, que era un infierno, que él la había probado por primera vez cuando jugó en el Barcelona, entre otras cosas.

El Fantasma le arranca una carcajada a Diego en su entrevista

Terminada esa misión casi imposible, me encontraba eufórico y me descuidé. Me quité el suéter negro, que me habían prestado y me coloqué la chamarra con el logo de Televisa y el programa 'La Jugada'. Estábamos acomodando todo el equipo con el camarógrafo 'real' en el Lobby, cuando Coppola pasó por ahí, se dio cuenta de los logos de Televisa y me tocó la espalda y me enfrentó con un gesto de enojo: “¿¡Con que una universidad pobre!? ¡Eres Televisa! ¡Ahora sí que me cagaste y todavía le tiraste un 'caño' a Diego y caímos!”, me dijo alzando la voz.

Debió verme la cara de asustado al ser sorprendido in fraganti, porque enseguida sonrió y me dijo; “El mundo es de los audaces, así que “veni” a tomarte una copa de ese tequila que nos diste, quiero ver si ese es en verdad tequila y no veneno, ya me engañaste una vez con tu universidad pobre”. Y les seré sincero, no lo pensé dos veces y lo acompañé a la mesa que ocupaban en el restaurante del hotel. Esa entrevista, el susto y la adrenalina ameritaban un tequila. ¡cómo de que no!

Minutos después a la mesa donde estabamos, apareció un muchacho joven que se dirigió a Coppola diciéndole: “ya tengo listos los boletos para ir a ver a Luis Miguel, en lugares VIP” con un gesto de presunción. - Listo, le aviso a Diego y que baje en 15 minutos, que la camioneta gris acero (que después supe les había prestado Bocardo) – respondió Guillermo. El nombre de aquel chico, hoy cobra una relevancia especial, se llama Matias McCuskley. ¿Les suena el apellido? Era hijo de Alejandro, del mismo apellido, el manager del Luis Miguel, junto a Hugo López hasta 1995, y que sale en la famosa serie de Netflix. 

Este chico trabajaba para Alejandro Bocardo, y éste lo había designado como un chofer de “visitas guiadas de lugares antro-pológicos” durante la estancia del D10s en México. En el palenque ni a Diego, ni a Coppola, les agradó que los lugares 'VIP' estuvieran en una cuarta fila, y no en primera como esperaban. Así que les entró mucha 'sed', de esa sed de la 'mala'. No se cuántas botellas de Don Perignon y Moet & Chandon, fueron 8 ó 10 - Y no, no me salieron ronchas por si estaban con el pendiente - La cuenta fue inmensa, la pidieron, junto a la solicitud a Matías McCluskey, que los llevara, en ese momento al camerino de Luis Miguel, lo que sucedió enseguida.

Al salir de ahí, Diego y Guillermo, se jactaban que habían saludado al llamado 'Sol', le dejaron la cuenta para que este la pagara y le agradecieron el detalle: “Que sepan que ver al Diego y tomarse las fotos no es barato” dijeron riéndose a carcajadas. Terminó ahí el show, pero no la noche ya el grupo continuaba con sed, mucha sed y energía, la siguiente parada, un famoso lugar nocturno al que nos llevó McCluskey, en Distrito Federal. Incluso, parte de esta anécdota con el cantante, la cuenta el exmanager en su libro: 'Guillote, acá está. Esta es mi vida'.

Pasaron algunos años más para que el D10s, regresara a nuestro país. Lo que pocos saben es que antes de Dorados, otro equipo del futbol mexicano tuvo en sus planes tenerlo como técnico, y fue nada menos que el Necaxa, en el 2008. El entonces gobernador y exconvicto Armando Reynoso Femat, manejaba también los destinos del Necaxa, que tenía en sociedad con Televisa, en en Aguascalientes.

El político necesitaba un golpe mediático, que se hablara de su Estado en el país, a nivel internacional y de él, por supuesto, entonces; ¿porque NO traer a Diego? Pretextos había muchos, un homenaje, alguna placa, reconocer la ciudad y al final sugerirle la posibilidad de dirigir a los Rayos.

Maradona viajó, se le entregaría una placa de homenaje en el medio tiempo del partido ante el Atlante de aquel 12 de abril. Cuatro días antes, en Guadalajara, el Atlas enfrentaría al Boca Juniors en la Copa Libertadores. Diego, ya estaba en Aguascalientes, cuando un directivo del Necaxa recibió una llamada, era un recado directo de Alejandro Fernández 'El Potrillo', que invitaba a Diego y el grupo a ver el juego y a una cena posterior en el rancho de su padre, e incluso le ofreció su avión privado para el traslado, un Gruman III, si no mal recuerdo.

 

La invitación se aceptó. El avión fue a recoger a Maradona y el grupo partió a Guadalajara, ahí llegó el pianista Raúl Di Blasio y el entonces gobernador Emilio González Márquez, por cierto el más sediento de ese grupo, que era mucho decir; también iba el vicepresidente del Necaxa, Alejandro Bocardo, y su esposa, entre otros que fueron ubicados en el palco 195 del estadio Jalisco.

Todo parecía enfilado a ser una noche larga, pero no contábamos con que el amado Boca Juniors de Diego perdería 3-1 contra el Atlas. D10s, hizo bilis, modificó y canceló TODOS los planes sin previo aviso, incluida la cena en el rancho de Vicente Fernández. Diego decidió salir del estadio cuando aún faltaban 10 minutos para que terminara, pidió regresar de inmediato a Aguascalientes, aunque hizo una escala técnica en el Camino Real, para tomarse una foto con el equipo de Jimmy Goldsmith, que también se había pactado previamente.

Al llegar al hangar, y frente al avión Diego retuvo a la comitiva parándose de golpe, y alzando la voz exclamó: “¡La concha de su madre! ¡Este NO es el mismo avión en el que nos llegamos!” Claro que es el mismo - le replicaron – Es el Gruman. Y es que era el mismo, color, misma bandera, pero Diego refutó diciendo: “No, la matrícula del otro avión empezaba con “A” y este con “V”.

 Alejandro Bocardo, Diego Maradona, Alejandro Fernández y Raúl Di Blasio

Nadie imaginó en ese momento que Diego tenía razón, NO era el mismo avión. Por el intempestivo cambio de planes, Alejandro le tuvo que pedir a su papá, don Vicente Fernández, el avión prestado para regresarlo en ese momento a Aguascalientes; el de 'El Potrillo' estaba siendo preparado porque saldría al día siguiente, en teoría. “¿Pues cuántos aviones tienen estos cagones? ¡Debí haber sido cantante y no futbolista!", dijo Diego antes de acomodarse en el asiento que utilizaba don Chente. Con el tiempo el cantante cambió de avión para comprarse un Lear Jet 45, con matrícula XA VYC , que utilizó en su gira del adiós.

 

Hoy al verlo, pero sobre todo al escucharlo, me produce una sensación de tristeza y de pena. Tuve el privilegio de verlo, de escucharlo, cuando aún jugaba y era una figura, cuando los excesos aún no le cobraban su pesada factura.

Hoy ver a Maradona utilizado como aquella 'atracción' de circo de pueblo, donde anuncian la presencia del 'niño tortuga', es doloroso, es de un morbo abominable. Hoy verlo así, escuchar sus declaraciones, que prácticamente necesitan subtitularse para entenderse NO es nada agradable, no se le deseo a nadie.

Ojalá todos los que pensamos que esto NO terminara nada bien, estemos equivocados. Ojalá en Culiacán y con Dorados, el 'D10s' calle bocas y logre el éxito deportivo que buscan. Ojalá 'los malos' de la zona no se le acerquen demasiado, ojalá encuentre Diego la paz, la motivación y la rehabilitación que necesita, de lo contrario, los peores augurios se cumplirán cual profecía.

La historias y los recuerdos no terminan aquí, pero el espacio por hoy, sí…. Ya habrá tiempo de contar más historias ligadas a Diego...

“La fama trae la soledad. El éxito es tan frío como el hielo y tan poco hospitalario como el Polo Norte”. Vicki Baum.

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