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Opinión

Ignacio Suárez

El Fantasma ha recorrido el mundo del deporte a través de 6 Mundiales, 10 Copas América y 5 JO. Aportará a RÉCORD su conocimiento y exclusivas.

Italia 1990, el Mundial al que Joserra NO quiso ir...

2018-06-13 | Ignacio Suárez
IGNACIO SUáREZ
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El Mundial de Italia 1990 significa mucho para mí. Fue la primera vez que cruce el 'charco', viajé a Europa y realicé mi primera cobertura de una Copa del Mundo. Recién empezaba mi camino en este maravilloso oficio que es el periodismo.

En ese momento trabajaba para un suplemento deportivo del diario El Financiero y hacía mis 'pininos' en Radio Centro. Fue Juan María Naveja, quien había logrado convencer al técnico inglés del Real Madrid, John Benjamín Toshack, para que hiciera algunos comentarios vía telefónica, lo mismo que a Javier Aguirre.

En ambas empresas tuve el privilegio de conocer, escuchar y aprender del hombre del que más enseñanzas me ha dejado en este oficio, el cómo comunicarse en el periodismo escrito y audiovisual, él se llamaba Armando Sáenz (QEPD), un taurino furibundo, lector voraz, de voz aguardentosa, fumador empedernido, culto, muy inteligente, audaz, con una alta sensibilidad periodística y con un sentido de la oportunidad impresionante, perfeccionista en extremo, tanto que exacerbaba a cualquiera.

José Ramón lo calificaba de algo histérico: “Cuando escribas, te tiene que gustar a ti, lee tu texto como si fueras lector, no escribas para los especialistas. No cortes las ideas, déjalas fluir y al terminar, extractas la nota. Joven Suárez, apunte: en el periodismo no hay notas cortas o largas, solo hay buenas y malas. Puedes construir una historia maravillosa de 10 minutos o hacer basura en sólo 30 segundos”, fueron algunos de los muchos consejos que Armando me heredó y de los cuales le estoy profundamente agradecido, lo mismo que a Don Fernando Marcos.

El 'joven' Armando Sáenz fue el autor intelectual junto con José Ramón Fernández de la creación del formato de televisión llamado Los Protagonistas, que cautivó al televidente en la cobertura del Mundial México 1986

Por primera vez, la visión del espectador y sus entornos que hacía Oscar Cadena con su 'Ciudadano infraganti'; la aparición una mujer en una cobertura generalmente 'machista' con Silvana Galván, y en humor, como un ingrediente NO como un soporte del programa con Andrés Bustamante y una sección que fue pilar en el éxito de aquel programa: “Lo que no se vio en la transmisión', que eran escenas que no se habían trasmitido durante el juego.

El slogan que eligió Alberto Ennis, pero creación de Jorge de Buen, fue 'Los vamos a apantallar' y se volvió más que una realidad. Fue todo un acontecimiento, el programa que todo México vio por encima del 'dueño' del Mundial. Un canal del Gobierno, IMEVISION (hoy TV Azteca) había goleado a la poderosa Televisa. Había nacido un concepto

Dos años después, en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, la fórmula y historia se repitió: Los Protagonistas y la pareja formada por Raúl Orvañanos y José Ramón encontró en el debut de Andrés Bustamante un descubrimiento humorístico inteligente, fino, diferente, que impactó al auditorio. De nueva cuenta, IMEVISIÓN hizo pedazos a Doña Tele.

El público de aquel entonces esperaba con ansia que Los Protagonistas volvieran al aire, y estos solo lo hacían en los momentos más importantes, se ponderaba y se cuidaba la marca, no se le saturaba de manera infame como hoy. 

Con esos antecedentes se acercaba el Mundial de Italia y en el canal del Gobierno fue nombrado un nuevo director, un 'Luis Videgaray' cualquiera, pero en la década de los 80. 

En ese entonces, Carlos Salinas de Gortari dio el nombramiento a un gran amigo suyo, un tipo que NO sabía absolutamente NADA de televisión pero dijo que también iba a aprender (como Videgaray), lo cual, evidentemente jamás sucedió. Su nombre: José Antonio Álvarez Lima, un priista recalcitrante, que luego fue gobernador de Tlaxcala y hoy, busca ser Senador por el partido de 'Ya sabes quién'.

Este 'camaleón' político de apellido de Álvarez Lima fue nefasto para la economía de la entonces IMEVISIÓN, su enorme 'sabiduría', 'capacidad' y 'eficacia administrativa' provocaron que se le 'olvidara' pagar a la OTI (Organización de Televisión Iberoamericana) los derechos de transmisión de la Copa del Mundo de Italia 1990, que en aquel entonces era quien otorgaba de manera exclusiva estos derechos. Guillermo Cañedo, vicepresidente de Televisa, también encabezaba esta organización.

Era de todos conocido que IMEVISIÓN generaba ingresos solo a través de sus transmisiones deportivas: los partidos de futbol de Chivas, Pumas, el basquetbol, DeporTV, los programas especiales como 'Los Protagonistas', etc. El resto de la programación daba pena ajena, salvo excepciones. Por lo tanto, era el ÚNICO producto a cuidar, proteger e invertir, eran lo deportes.

A pesar de ello, misteriosamente o con todo el dolo del mundo, Álvarez Lima, teniendo presupuesto, NO pagó a tiempo a la OTI los derechos de transmisión para el Mundial de Italia 1990 (6 mil millones de aquellos tiempos, con tres ceros de más). 

Coincidentemente con este 'olvido', al día siguiente de que IMEVISIÓN no pagó, de manera inmediata y expedita, Televisa liquidó su cuota y también el adeudo de la cadena estatal que dio como consecuencia que se quedara en EXCLUSIVA con los derechos de televisión. El rival del otro Mundial, de los otros Juegos olímpicos, se quedaría sin nada.

¿Que sucedió entonces? Una maquiavélica negociación del director de IMEVISIÓN con Emilio Diez Barroso y Xavier Melquiades González, entonces hombres muy fuertes en el emporio en aquel tiempo. 

Televisa le daría 'gratis' al canal del Estado la posibilidad de transmitir los 52 partidos de Italia 1990 y ellos venderían la comercialización. Es decir, pasaron también los partidos por IMEVISIÓN, narrados por los comentaristas del Ajusco, pero el cobro de TODOS los comerciales de esos juegos del Mundial de Italia fue facturado por Televisa, además de la comercialización de los mismos partidos que transmitió sus canales, es decir, duplicó sus ingresos.

Para NO verse muy gandalla, Diez Barroso le dio una 'limosna' al canal estatal. Para que se 'ayudara' le dio chance de solo comercializar el programa nocturno Los Protagonistas. Con tan pocos ingresos por comercialización, pensar en competir y ganar en audiencia a Televisa lucía imposible. Álvarez Lima había logrado lo pactado.

Vino una ola de críticas. Con un cinismo inaudito, el hoy candidato a Senador por Morena declaró a la Revista Proceso en su edición 711, publicada el 18 de junio de 1990, páginas 63, 64 y 65, que “no tuvo otro remedio que tocar las puertas de Televisa”. 

Ahí negó que hubiera pactado por debajo del agua, llevándose alguna comisión y afirmando que había sido un buen negocio para IMEVISIÓN, porque no pagaría por los derechos y podrían tener ingresos de 4 mil millones al comercializar el programa nocturno, algo que nadie le creyó en lo absoluto ya que pudo haber generado ingresos por el cuádruple de esa cifra. Evidentemente, hubo mano negra, el negocio había sido brutal y no había sido de gratis, ¿o usted cree que si?.

 

 

 

 

 

El presupuesto para la cobertura de Seúl 1988 había sido de casi el doble. Con 4 mil millones había que pagar, viajes, estudio, salarios, servicios de quienes viajarían al Mundial italiano y además el pago de la cobertura de los 52 partidos en México. El presupuesto se redujo en un 85 por ciento.

Pero faltaba un golpe más. Ajeno a estas negociaciones yo ya había llegado a Italia, faltaban 20 días para que arrancara el Mundial, visité entonces el IBC (el centro de Televisión donde se reúnen todas las televisoras del mundo para transmitir el evento). La idea era hacer un reportaje para el periódico, un comparativo de cómo se preparaban Televisa e IMEVISIÓN para enfrentarse en el evento. 

El estudio de la cadena estatal era más pequeño que una casa del INFONAVIT, no más de 20 metros cuadrados. El de Televisa era una bestialidad, el más grande de todos, con unos 600 o 700 metros. Había un desfile de ingenieros y escenógrafos preparando un escenario fastuoso.

Saludé y recorrí los pasillos, estaban en plena instalación, teléfonos en el piso, faxes llegando arrumbados por ahí. El destino, la curiosidad o la suerte me hizo un guiño: al apartar un fax del suelo leí su contenido, NO podía creer lo que estaba leyendo, era un comunicado de la OTI, firmado por su vicepresidente Amaury Daumas, que decía así:

“Según convenio firmado con Televisa, propietaria de los derechos del campeonato Mundial de Italia 1990, Televisa me ha indicado que NO se le confiera la acreditación al periodista José Ramón Fernández de IMEVISIÓN”.

 

 

 

 

 

Tome el fax, le saqué una fotocopia y lo regresé. Se lo mandé a Armando Sáenz a Radio Centro. Le hablé a Jessy Espinoza, la mano derecha de Jose Ramón Fernández y a él mismo y se los reenvié. Ahí se enteraron de lo que planeaban Diez Barroso y Xavier González. Ese documento NO se lo había querido enseñar Álvarez Lima, sólo se lo había comentado a José Ramón. Era momento, de diseñar un plan B.

Al día siguiente, tuve otro golpe de suerte. Luca Cordero de Montezemolo, Presidente del Comité Organizador en compañía de Joao Havelange y Guillermo Cañedo, Presidente y vicepresidente de FIFA, visitaron las instalaciones del centro Internacional de Prensa escrita, ubicado a un costado del Estadio Olímpico de Roma. No había aún mucha prensa, los pocos que estaban ahí se volcaron a entrevistar al italiano y brasileño. El mexicano, se quedo en un segundo plano, momento justo que aproveché para abordarlo.

Sin perder tiempo, saqué de mi bolsa la copia del Fax que solicitaba la NO acreditación de José Ramón Fernández, al tiempo que le pregunté: ¿Señor Cañedo, podemos saber por qué la OTI pretende desacreditar al periodista de IMEVISIÓN? Cañedo, la leyó apuradamente y evidentemente sorprendido, y me respondió: ¡Esto NO es posible! Yo soy el Presidente de la OTI y te aseguro que NO se nada de esto, ¿de donde sacaste este fax?. 

Justo en ese momento, Montezemolo y Havelange terminaron sus entrevistas y avanzaron. Cañedo me tomó del brazo y me dijo: “Búscame en el Hotel Excelsior, mañana a las 9 de la mañana, te invito a desayunar. Te prometo investigar al respecto”.

Al día siguiente estuve puntual a la cita, era el lujoso hotel que los ejecutivos de FIFA habían tomado como sede ubicado en la via Vitorio Venedetto 125 de Roma. Tuve que pasar por dos filtros, Don Guillermo Cañedo, había dejado instrucciones de dejarme pasar.

Después de varias preguntas sobre mi carrera y sueños periodísticos a la par de un expreso, el dirigente mexicano viéndome a los ojos, me dijo con una voz clara y directa: “Te felicito, NO me digas cómo obtuviste ese documento, has hecho un gran trabajo, por eso te lo voy a dejar claro: José Ramón Fernández NO está ni va a ser desacreditado del Mundial. El único que puede negar o dar una acreditación es el Comité Organizador, NUNCA un organismo de televisión”, y me enseñó el reglamento de acreditaciones. 

Fue entonces que pregunté: ¿entonces por qué la carta, por qué Amaury Daumas, vicepresidente de OTI, firma esa solicitud?. “Se hizo a mis espaldas, ya hable con él, alguien en México le solicitó tener algún papel por escrito para argumentar una decisión. 
-¿Álvarez Lima, el director de IMEVISIÓN?, le pregunté... Cañedo, tomó un sorbo de café y asintió con la cabeza. Que te quede claro, joven Suárez, eso no lo voy a permitir. José Ramón puede venir, aquí estará su acreditación disponible siempre y te lo digo como Presidente de la OTI, como vicepresidente de FIFA y miembro del comité organizador.

Dos días después de aquel desayuno y faltando unos más para que el Mundial iniciara, ya había hecho migas con italianos del centro de acreditaciones. Un regalo de una botellita de tequila que llevé como souvenir fue un soborno ideal. Inventé una mentira piadosa, les dije que 'mi jefe' José Ramón NO iba a poder llegar a Italia porque lo habían operado de emergencia, pero quería llevarle su acreditación oficial de regalo, con alguna foto de broma y aceptaron de buena gana.

En lugar de fotografía, coloqué una hoja y escribí sobre ella una leyenda que decía: 'Para el protagonista que nunca llegó, por NO irle al América ya ves lo que te pasó', pedí que si podíamos hacer dos tomas y también accedieron. 

La acreditación era oficial, está registrada con el número 145678, que correspondió a José Ramón Fernández Álvarez, registrado como 'Team leader' de IMEVISIÓN. Toño Moreno, Francisco Javier González, Rafa Puente, Domínguez Muro, Emilio Fernando Alonso y Andrés Bustamante, entre muchos otros, son testigos de esta historia.

En México, todo mundo hablaba de que habían vetado a José Ramón Fernández del Mundial, lo cual evidentemente NO fue cierto. Él NO aclaro la situación, aprovechó la confusión y jugó sus piezas como ajedrecista: el equipo de IMEVISIÓN era super reducido, con mil restricciones de presupuesto y una sola camioneta rentada para todo el grupo de 15 personas en Italia, que en ese momento me adoptó como suyo.

Ganar en audiencia a Televisa en tales condiciones lucía más complicado que para la Selección de Osorio ganarle a Alemania el domingo. Ante las circunstancias, si Los Protagonistas perdían a José Ramón tendría coartada, las carencias y el veto hacia él y Albert. Sin embargo, increíblemente NO sucedió. Por el contrario, con un plantel reducido con una dupla formada por Raúl Orvañanos y Bustamante volvieron a ganarle en audiencia y por mucho a Televisa, que había echado la casa por la ventana.

Al regresar a México, fui a buscar para conocer en persona a José Ramón y entregarle en mano la acreditación oficial de Italia 1990; sí, aquella que decía 'Para el protagonista que nunca llegó, por NO irle al América ya ves lo que te pasó'...

Veintiocho años después, muchísimas cosas han cambiado, la mayoría de los actores ocupan plataformas distintas, las televisoras han cambiado de administraciones, de dirigentes y algunas hasta de nombre, pero hoy como hace casi tres décadas buscan ganar SU Mundial con diferentes estrategias. El juego del rating ha comenzado y para ganar se valen de todo... eso dice la historia.

El espacio se terminó por hoy… pero no las historias secretas, de esas les estaré contando.

 

“En tres tiempos se divide la vida: en presente, pasado y futuro. De estos, el presente es brevísimo; el futuro, dudoso; el pasado, cierto” 

Séneca

 

 

 

 

 

 

 

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