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Opinión

Ignacio Suárez

El Fantasma ha recorrido el mundo del deporte a través de 6 Mundiales, 10 Copas América y 5 JO. Aportará a RÉCORD su conocimiento y exclusivas.

A Osorio sí, a Peña no... ¿por qué?

2017-07-26 | Ignacio Suárez
IGNACIO SUáREZ
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Cuando faltan argumentos, aparecen los insultos. Por más que nos tenga hasta la madre la demagogia, la falta de autocrítica y los versos cautivadores de Juan Carlos Osorio, NADA justifica los insultos y sí demuestra nuestra terrible falta de educación, así algunos se den golpes de pecho argumentando que es un desahogo. Cada quien sus frustraciones, su educación.

Y es que hay quien confunde libertad, con libertinaje. Se tiene todo el derecho de NO estar de acuerdo, se puede reclamar, demostrar nuestra molestia, por supuesto que se puede abuchear el trabajo de un personaje público, hacer crítica  dura, con sarcasmo, pero de ahí a insultar de manera infame, persecutoria de una forma tan vil,  hay una enorme diferencia. 

En mis redes sociales, podemos estar de acuerdo o no, en lo que opinamos a final de cuentas NADIE tiene la verdad absoluta, son simples puntos de vista donde nuestra intención NO es convencer a nadie, sólo ponemos en contexto nuestras ideas. En Twitter, mis lectores pueden opinar que mi trabajo es bueno, malo, pésimo, desastroso, podemos estar en polos opuestos en una postura, es su derecho. De esto se tratan las redes sociales, de disertar, de coincidir,  de exponer puntos de vista. Lo que NO está permitido es insultar, ni de un lado, ni del otro. 

Es tu derecho NO seguirme por los motivos que tú gustes y mandes, dar unfollow remedia, de una manera educada, una situación incómoda. NO se trata de imponer mi opinión sobre la tuya, ni viceversa. Mi derecho es también, poder bloquearte SI recibo un insulto en lugar de responderte en el mismo tenor. Aunque reconozco que a veces me he equivocado, he explotado y ofrecido disculpas. 

Por eso NO puede justificar los insultos y la persecución contra Osorio en el aeropuerto, incluso azuzando a menores de edad, eso simplemente es INFAME. Sin embargo, hay voces discordantes sobre el tema. No puedo evitar la 'ternura' que me provocan algunos comentarios llenos de inocencia que leo en las redes. Algunos desgarrándose las vestiduras argumentan: cómo es posible que 'el pueblo' sea capaz de unirse para exigir e insultar a un técnico nacional mientras que a nuestro inepto Presidente sólo le hacemos memes o cosas similares.

Por principio de cuentas, debemos tener muy claro que al verdadero pueblo, NO al acarreado, al simulado, jamás le permitirán estar cerca del Presidente para que se escuchen quejas, reclamos o insultos. Los eventos 'públicos' a los que asiste, desde hace muchos años el primer mandatario, son en auditorios controlados, predeterminados y escogidos que pasan por varios  filtros, varios retenes para evitar algún reclamo. De ese 'público' sólo se aceptarán aplausos y solicitudes de selfies. 

Los ciudadanos de a pie jamás coincidiremos en la salida de un aeropuerto con el primer mandatario o alguien importante de su séquito mientras esté en el poder. NO estamos  a 'su' nivel, para rodearse con la chusma. Para eso hay hangares especiales, seguridad extrema de todos los niveles. ¿Cómo reclamarles en persona entonces?. Imposible, sólo en las redes y eso nadie puede asegurar que las lean de forma personal. Es más, hay millones a los que les da hueva reclamar en las urnas donde se debe hacer y SÍ cuenta.

Nuestros políticos ya NO se exponen a la llamada 'prueba del estadio'. Les da pánico enfrentar a públicos no controlados. El presidente Peña NO asistió ayer al juego del Centenario del Toluca ante el Atlético de Madrid, NO por una apretada e importante agenda como se maneja, sino para evitar un reclamo masivo en su propia tierra, ante su gente en un estadio. 

Por eso la semana pasada, aprovechando que el Presidente venía a festejar su cumpleaños a casa de doña Socorro Nieto, su señora madre, se le organizó una 'reinauguración' privada en el Nemesio Diez. 

En el 2015, por motivos similares, Peña Nieto inauguró el estadio de Rayados de Monterrey y se hizo también de manera privada ante un público controlado, argumentando compromisos de agenda; tampoco se presentó en el estadio el día del juego. (http://www.milenio.com/region/estadio_rayado-presidente-pena_nieto_0_565143658.html)

Los miembros del Estado Mayor tienen muy presente aquel 8 de junio del 2012 por los insultos que recibió el entonces apenas candidato, cuando se celebraba el México contra Guyana, en el Estadio Azteca, sin siquiera estar presente en el estadio. “Si eso sucedió entonces, hoy es imposible tomar un riesgo así, menos en el Nemesio Diez, ante su gente. Sería terrible”. Nos dijeron. (https://www.youtube.com/watch?v=XKG7UJkl4vw)

Y NO lo dudo, la semana pasada asistí al magistral  stand up  de 'Los locos Suárez' de Don Héctor Suarez y su hijo Héctor Suárez Gomis en el Teatro Morelos de Toluca, donde hubo muy  crudas críticas al presidente originario de este Estado. ¿Cuál fue la respuesta de ese público mexiquense? Interrupciones y ovaciones de pie para cerca de los 3 mil asistentes. 

Pero NO es el único. Felipe Calderón, siendo Presidente de la República, se atrevió a presentar la 'prueba del estadio' en Torreón y la reprobó de forma unánime, cuando asistió a inaugurar el Estadio Territorio Santos Modelo, en el 2009. La estrategia de los organizadores del evento subiendo de volumen del sonido local para que NO se escuchara el reclamo popular fue inútil; el abucheo a Felipe fue ensordecedor. (https://www.youtube.com/watch?v=m20o66NjjbE)

La llamada 'prueba del estadio' se le llama al hecho cuando el máximo dirigente de un país o de una institución se enfrenta de manera pública en un estadio frente a una mayoría NO controlada, que con aplausos o reclamos dará el veredicto de lo que piensan de él y su gestión. Hoy, para los deportistas al parecer, será la prueba del aeropuerto.  

En México, la primera 'prueba de estadio' a la que nos podemos remitir en video es a lo sucedido en la inauguración del Mundial de 1986, donde la rechifla para Miguel de la Madrid, entonces Presidente de nuestro país, fue inmensa. Los discursos de Guillermo Cañedo y Joao Havelange, fueron incluso interrumpidos por los abucheos.

En 1968, en la inauguración de los Juegos Olímpicos en el sexenio del nefasto Gustavo Díaz Ordaz, por miedo, por el terror a ser desaparecidos como sucedió con cientos de estudiantes en esa época, fue que los asistentes al estadio sólo aplaudieron al mandatario, o por lo menos, eso es lo que se escucha en el video de la época.

Los tiempos han cambiado. Hemos mejorado en muchas y nos hemos estancado y empeorado en otras. Mucho nos falta por mejorar, exigimos mucho -como debe ser- a nuestros dirigentes, pero nos exigimos menos a nosotros en nuestras actividades del día a día.  

“Hágase tu voluntad en los bueyes de mi compadre”, dice un refrán. Pretendemos que nuestra pareja sea fiel, pero que la del vecino afloje. Queremos una autoridad incorrupta, pero le rogamos al 'poli' que nos acepte 50 pesos para que nos haga el 'paro' y nos deje estacionarnos en lugar prohibido. Pretendemos educar mejor a nuestros hijos y cuando los llevamos al estadio nos divertimos porque gritan con nosotros el ¡eehhh puto!, porque es parte de nuestro folklore e 'identidad nacional', y ahí sí, estamos dispuestos a romperle la madre a quien atente contra ese 'sagrado' derecho.

En fin, creo que exigimos mucho de los demás y poco para nosotros. El futbol es lo de menos, se quedará Osorio, llegará otro…. Al final de cuentas una mayoría seguirá soñando con el quinto partido ¿y nuestra educación? Esa..  ¡vale madre!  Siempre habrá otros ojetes peores que nosotros que nos servirán como coartada. 

“Por el mundo caminado, he podido comprobar que el que fácilmente halaga, fácilmente insultará”: Facundo Cabral

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