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Opinión

Jose Luis Caballero Leal

Aquí encontrará un análisis crítico y actual sobre los principales acontecimientos políticos y sociales de México y el mundo desde la óptica de un ciudadano

El Mandela mexicano

2018-02-25 | José Luis Caballero
JOSé LUIS CABALLERO
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Concluye una semana más de absurdas y grotescas ocurrencias, entre las que destacaron el anuncio, a cargo del Mesías Tropical, de la futura promulgación de una Constitución Moral, para devolverle los valores a la sociedad y encontrar el “bienestar del alma”. Tocó el turno a José Antonio Meade, quien propuso la creación del Registro Nacional de Necesidades de las Personas, en desesperados intentos por prender su apagada campaña. Hugo Eric Flores, líder del Partido Encuentro Social, definió al Mesías Tropical como su “Caleb”, a punto de conquistar el Monte Hebrón. La referencia y comparación bíblica animó tanto al Mesías Tropical, que, en su discurso de aceptación de la candidatura presidencial a cargo de un partido absolutamente antagónico a sus creencias, intereses e ideales, tuvo la ocurrencia de referirse a pasajes de la Biblia, para rematar con un sonoro “Cristo es amor”. El fin justifica los medios, y si se trata de obtener votos, todo, absolutamente todo es permisible, en la obsesiva búsqueda del poder.

Todo parecía indicar que la semana transcurriría sin mayores sobresaltos cuando, sin aviso previo, Alfonso Romo, un acaudalado empresario encargado de la coordinación de la campaña de AMLO, se atrevió a comparar al Premio Nobel de la Paz y ex Presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, uno de los hombres más respetados y reconocidos en el mundo por su lucha y activismo social en contra de la discriminación racial, lo que valió estar en prisión por espacio de 27 años, con nada más y nada menos que Napoleón Gómez Urrutia, mejor conocido como “Napito”, líder sindical por herencia paternal del poderoso sindicato minero y metalúrgico mexicano, al que, desde hace una década, controla desde su lujosa residencia en Canadá, país al que, con el cobijo de los sindicatos mineros locales, se autoexilió posterior al inicio de las investigaciones por un presunto desfalco de más de 55 millones de dólares que se le atribuyen en contra del patrimonio de los trabajadores que representa. La comparación agravia profundamente porque revela que, para justificar la demencial propuesta de candidatura de Napito a una Senaduría plurinominal por parte del Mesías Moreno, no existen límites, ni cordura, ni dignidad personal alguna entre los propios allegados de AMLO para espetar una estupidez de esas dimensiones. A Napito lo reinsertarán a la vida política de México debidamente blindado con el manto protector del fuero constitucional, a cambio de los 10 mil votos ofertados de los trabajadores mineros y metalúrgicos mexicanos. Insisto, en la búsqueda del poder, no hay buenas ni malas personas, ni santos ni demonios, hay intereses, recompensas y beneficios mutuos. Los valores de la Constitución Moral tan pregonada bien pueden esperar algunos meses más.

Al Tribunal Federal Electoral le espera una dura chamba en las próximas semanas, para calificar la viabilidad de las propuestas de candidaturas senatoriales plurinominales anunciadas en favor de Olga Sánchez Cordero, Miguel Ángel Mancera y la del propio Napito, entre otros. En el primer caso, no han transcurrido 3 años desde que Sánchez Cordero dejó el cargo como Ministra de la Suprema Corte, lo que la inhabilita constitucionalmente. A Mancera lo propusieron como candidato a Senador por Chiapas, pero no tiene la residencia efectiva en ese Estado que la Constitución exige, y Napito lleva 10 años sin pisar tierras aztecas. Ninguno califica. ¿Seremos testigos del pisoteo de la Carta Magna? Pronto lo sabremos.

Ayer, por última ocasión, Enrique Peña Nieto encabezó la ceremonia de conmemoración de la bandera nacional. Ésta fue izada exactamente en la condición que deja el país.

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