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Opinión

Jose Luis Caballero Leal

Aquí encontrará un análisis crítico y actual sobre los principales acontecimientos políticos y sociales de México y el mundo desde la óptica de un ciudadano

En sus marcas, liiiistos….

2018-03-25 | José Luis Caballero
JOSé LUIS CABALLERO
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Millones de familias mexicanas descansan ya plácidamente en los principales destinos turísticos del país con motivo de la denominada Semana Mayor, en donde soportando los abusos de todos los prestadores de servicios a los que habrán de enfrentar, van en búsqueda de poder compartir y gozar de un tiempo con la familia, con los amigos y con los escasos recursos que se hubieren podido lograr, posterior a la habitual y siempre presente cuesta de enero. Pero ese merecido descanso deberá por igual servir para entrenarse, arduamente, en temas de paciencia y tolerancia, porque para cuando las vacaciones santas concluyan, habrán dado inicio, ahora sí, formalmente, las campañas presidenciales, en donde ningún candidato se reservará promesa alguna, y en donde el presupuesto, tanto legal como ilegal, será ejercido a plenitud para la compra del voto ciudadano. Si usted querido amigo sintió que durante las denominadas pre campañas la presencia de ‘ya sabes quien’, del joven políglota y del candidato ‘ciudadano’ llegaron a extremos de generarle angustia y hartazgo, déjeme contarle que lo que viene por delante, en los menos de 100 días que aún faltan para la elección federal, en donde además de presidente de la República, se elegirán a los miembros del Congreso Federal, 9 gubernaturas y cientos de alcaldes y diputados locales y asambleístas, le generarán una crisis total.

Semana que también concluye con la publicación de las listas para diputados y senadores plurinominales priistas, en donde, más allá de la permanencia de los viejos y jóvenes dinosaurios del partido, aún en el poder, lo que destaca no es quiénes llegarán, sino a quiénes dejarán fuera del hueso, y peor aún, del fuero constitucional, léase al sempiterno líder sindical Romero Deschamps, a Rosario Robles, por mucho la funcionaria sobre quien hoy pesan las más serias acusaciones de corrupción, y de Gerardo Ruiz Esparza, quizá el funcionario con el mayor blindaje presidencial de todo el gabinete, quien inexplicablemente ha librado cuanta acusación pesa en su contra, aún y cuando su manifiesta negligencia haya acarreado la muerte de personas. Quizá el nuevo gobierno sepa actuar en consecuencia. Así lo deseamos muchos. Y también concluye una semana en donde las ocurrencias del Mesías Tropical se esparcen entre los fieles como si se trataran de consignas divinas, léase: cancelación del proyecto del nuevo aeropuerto, y en su lugar utilizar la base aérea militar de Santa Lucía para una terminal alterna, derogar la reforma educativa, derogar la reforma energética y, la cereza en el pastel, utilizar los principios económicos contenidos en un libro escrito por un ex secretario de Hacienda hace 70 años! (¡Cuac!). En verdad será ese el tipo de país en que México deba convertirse?

Por último y no menos importante. Miguel Ángel Mancera presentará en un par de días una solicitud de licencia por 90 días al gobierno de la Ciudad de Mé- xico, no para hacer campaña, sino para encontrarse constitucionalmente en condiciones de ser designado candidato a Senador de la República, en la vía plurinominal, por un distrito del Estado de Chiapas, por la alianza PAN, PRD y Movimiento Naranja. Deja la ciudad en ruinas, con escándalos de corrupción e impunidad en todas las delegaciones políticas de su gobierno, ahogado con problemas de inseguridad como nunca antes se habían visto y con presencia de narcomenudistas por doquier. Mancera no renuncia, solo ha pedido licencia a su cargo, lo que podría suponer que seguirá manteniendo muchos de los privilegios que el actual puesto le concede, bajo el cobijo del subalterno al que deja al frente de este ciudad temporalmente. Así se las gastan los políticos mexicanos, que en la búsqueda del nuevo hueso, se aferran al anterior sin soltarlo bajo ninguna circunstancia.

Jose Antonio Meade propuso durante la semana, la eliminación total de la figura del fuero, a efecto de que todos los servidores públicos sean iguales ante la ley. ¿Podrá esta declaración electorera convertirse en realidad desmantelando una institución que ha sido clave para garantizarle impunidad a quienes a costa del servicio público han desangrado a este país? En lo personal, lo dudo mucho. Al tiempo.

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