opinion.jose-luis-caballero-leal.la-siete-de-siete
Opinión

Jose Luis Caballero Leal

Aquí encontrará un análisis crítico y actual sobre los principales acontecimientos políticos y sociales de México y el mundo desde la óptica de un ciudadano

La siete de siete

2018-04-08 | José Luis Caballero
JOSé LUIS CABALLERO
Comparte en:
Contenido Patrocinado

No pudo con la presión pública. A José Antonio Meade se le cuestionaba duramente en los medios de comunicación por ser el único de los cuatro candidatos contendientes que no había presentado la descafeinada declaración tres de tres (patrimonial, fiscal y de intereses), mediante la cual, y con el propósito de transparentar esencialmente su condición patrimonial, quien aspira a un cargo público o de elección popular, da a conocer a la opinión pública lo que posee en ese momento, a efecto de tener elementos de contraste cuando deja el servicio público. Meade no presentó una tres de tres, sino una siete de siete, que comprende, además de los tres elementos antes señalados, una consulta ante los Registros Públicos y de la Propiedad de todos los Estados del país para certificar que no posee ningún bien inmueble en éstos, una opinión de un Contador Público Certificado que avale la evolución congruente de su patrimonio, un informe del SAT que certifique su situación fiscal, y una especie de fe de hechos a cargo de un Notario Público, que dé testimonio de todo lo anterior.

Lo reportado por Meade en su siete de siete es congruente con su trayectoria como servidor público, ni duda cabe.

Sin embargo, es bien sabido que el verdadero patrimonio de los políticos de éste y otros países, pocas veces se anida en su propia patria, y menos aún lo colocan a su propio nombre. Andorra, las Islas Caimán, Panamá y Suiza son países reconocidos por albergar capitales multimillonarios de prominentes políticos, quienes emplean empresas constituidas a través de socios anónimos, quienes, a su vez, fungen como propietarios de majestuosas propiedades, aviones, barcos, etc, etc. Recordemos que, por ejemplo, Alejandra Barrales empleó no a una, sino a dos sociedades de papel, para adquirir un departamento de más de un millón de dólares en Sunny Isles, en Miami, Florida, lo mismo que los pisos enteros de Javier Duarte en España, o la naviera de Borge en Cancún a nombre de su secretaria y de su abogado, o las propiedades del Contador de Cesar Duarte en San Antonio, entre decenas más de ejemplos, todos, lastimosamente referidos a políticos, sin importar su afiliación política.

Con esto quiero decir que la tres de tres, que podría ser la 10 de 10, o la mil de mil, jamás reflejará la verdadera condición patrimonial de un servidor público, quien, escudado en la esposa, los hijos, suegros, primos, cuñados y prestanombres por doquier, encontrará, siempre, la manera de ocultar ingresos, propiedades e intereses. Es pues un acto más de buena fe y de satisfacer el morbo público por saber qué posee un candidato, que una verdadera y confiable revelación de su patrimonio e intereses, los cuales, habitualmente, distan mucho, muchísimo, de acercarse a este acto de confesión voluntaria.

Pasaron cinco años y cuatro meses para que Enrique Peña Nieto obtuviera por primera y quizá por única vez, el respaldo casi unánime de sus gobernados, al comunicar la clara y enérgica postura del Estado mexicano, frente al soberbio e injustificado desplante del presidente Donald Trump. La frontera será militarizada y las relaciones entre ambos países seguirán deteriorándose, mientras en el ánimo del presidente norteamericano no esté la de reconocer en México a un Estado soberano, algo que quizá jamás suceda.

Contenido Patrocinado