opinion.jose-luis-caballero-leal.principio-de-impunidad
Opinión

Jose Luis Caballero Leal

Aquí encontrará un análisis crítico y actual sobre los principales acontecimientos políticos y sociales de México y el mundo desde la óptica de un ciudadano

Principio de impunidad

2018-07-15 | José Luis Caballero Leal
JOSé LUIS CABALLERO LEAL
Comparte en:
Contenido Patrocinado

A muy pocos meses de su renuncia al Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera sigue dando de qué hablar, y lo que se dice de él no son precisamente halagos. Desde el inicio de su gestión, Mancera abandonó por completo todo proyecto de conducción de esta ciudad, y en su lugar concentró todos sus esfuerzos en el diseño de una ilusa candidatura presidencial. Seducido por esa aspiración de poder, permitió que las delegaciones políticas literalmente se autogobernaran, en un esquema de anarquía total. Los índices delincuenciales se dispararon de forma alarmante, especialmente aquellos de extrema violencia y los cárteles de la droga, esos que Mancera negó sistemáticamente que existieran, expandieron su presencia y operación en esta ciudad. El ex Jefe de Gobierno, hoy flamante Senador electo por la vía plurinominal, es decir, que no fue votado y no representa a ciudadano alguno, hizo tour de medios de comunicación el pasado jueves para tratar de justificar el otorgamiento de diversos permisos que durante su gestión cedió a Grupo Sordo Madaleno, empresa inmobiliaria encargada de la construcción del lujoso centro comercial Artz Pedregal, ubicado al sur de la Ciudad de México, el cual, seis meses después de haber sido inaugurado por el propio Mancera, se volvió noticia nacional por el derrumbe de un ‘volado’ de cerca de ochocientos metros cuadrados construidos, pero no habitados aún, sin haber causado lesiones a persona alguna.

Las causas de este desastre arquitectónico aún están por ser determinadas por los peritos responsables, pero todo apunta hacia fallas de índole estructural y el aparente sobrepeso causado por acumulación de agua en algunas jardineras. Sea cual fuera la causa, de lo que Mancera Espinosa se encargó puntualmente frente a los medios fue de lavar cara, y de asegurar que, en todo caso, habría que voltear a ver a la Delegación Álvaro Obregón, quien fue la encargada de otorgar los permisos de construcción y de la supervisión de dicha obra. Hay que recordar que esa delegación es aún dirigida por el PRD, partido que postuló Mancera a Jefe de Gobierno, y que resulta poco creíble que el otorgamiento de los permisos para la construcción de dicho centro comercial, que fue y sigue siendo objeto de enérgicas protestas por parte de los vecinos de la zona del Pedregal de San Ángel, pasara inadvertida para Mancera. Hoy, autoridades, constructores, diseñadores, proyectistas y cuanta persona tuvo que ver con ese proyecto se deslinda de responsabilidad alguna de lo sucedido. En rigurosa observancia al principio de impunidad, que incluye socavones, propiedades multicolores, sobornos, estafas maestras, empresas fantasmas y próximamente amnistías por doquier, nada absolutamente sucederá en el caso de Artz Pedregal, excepto que quizá culpen a un par de albañiles por no haberle quitado el corcho al tubo de desagüe de las fatídicas jardineras inundadas.

De concretarse, celebro las diversas iniciativas que AMLO manifestó que pondrá en marcha durante su gobierno, consistentes en la eliminación de todo tipo de privilegios a servidores públicos. A despedirse de los guaruras, los hoteles de lujo, los banquetes a costa del erario, los gastos médicos mayores, las aeronaves oficiales para el ‘shopping’ en San Antonio o para ir al club hípico los domingos, las docenas de asistentes haciendo de niñeras o comprando el supermercado para el patrón, los sueldos exorbitantes, bonos y sobre sueldos, las docenas de camionetas Suburban para el uso personal de los funcionarios, entre muchas otras cosas que se consideraban ya ‘habituales’ para esos puestos. Ojalá la austeridad republicana alcance a los Poderes Legislativo y Judicial, cuyos escándalos de dispendio de recursos son de todos conocidos. Veamos cuantos aguantan trabajar en esas “durisísimas” condiciones.

Contenido Patrocinado