Joshúa Maya
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El jersey de Tom Brady
Por si no fuera poco la áspera relación política entre México y Estados Unidos desde la llegada de Donald Trump al poder, el grito ‘despectivo’ en el Estadio Azteca y el láser en el partido de NFL la temporada pasada; el lunes por la mañana amanecimos con la vergonzosa noticia de que el jersey de Tom Brady, que había sido robado después del Super Bowl LI, tristemente estaba en manos de un pseudoperiodista mexicano que acudía año con año al Super Bowl con acreditación de la NFL para estar en el partido grande.
Según reportes del FBI, con ayuda de autoridades mexicanas, Mauricio Ortega, exdirector del diario La Prensa, robó el jersey de Brady del Super Bowl XLIX y LI, además de objetos de Von Miller en el Super Bowl 50, y lleva años coleccionando memorabilia, fotografías y autógrafos, utilizando con alevosía y ventaja su acreditación al Super Bowl.
Las acreditaciones para el Super Bowl se dividen en tres variantes: acceso a los hoteles de los equipos y centro de prensa durante la semana previa al partido, acceso al estadio sin permiso para entrar al campo de juego y acceso total.
En el caso de Mauricio, su acreditación le da entrada a los vestidores de los equipos terminando el partido, un lugar que se vuelve un caos en el momento de los festejos, en donde es muy difícil tener control y no hay seguridad suficiente para supervisar lo que hace cada individuo que entra al vestidor de un equipo.
La oficina de la NFL en México deberá revisar una por una las acreditaciones que autoriza para poder tener acceso a estos eventos, no es secreto de nadie que hay varias acreditaciones a las que se les da un uso inadecuado. Dudo que la NFL se quede con los brazos cruzados y que no haya represalias al respecto.
Lastimosamente, el nombre de México se vuelve a ver manchado por algo que un personaje sin escrúpulos, sin conciencia, sin respeto, sin sentido común, hizo para sacar un beneficio de su posición y su trabajo; no se vale juzgar a todos por una persona, pero sí es responsabilidad de todos evitar que se repita.
