¡Santo partidazo!

Hace unas semanas hacíamos un ejercicio en RÉCORD, en el que, según el calendario, varios expertos dimos nuestra opinión sobre la posibilidad de ver a los Rams y a los Chiefs llegar al partido del 19 de noviembre en México invictos, varios coincidíamos que las visitas de los Rams a Nueva Orleans y la de los Chiefs a Foxborough eran muy complicadas y posiblemente serían las primeras derrotas en la campaña.

Así sucedió, lo que se vivió el domingo en el Mercedes-Benz Superdome fue absolutamente un agasajo de partido.

Santos y Carneros anotaron en sus primeras dos series ofensivas, ninguna defensa es capaz de detener esos ataques. En la quinta serie ofensiva, Mark Ingram recibió un golpazo en los brazos, soltó el balón y los Rams recuperaron, forzados a buscar el gol de campo, McVay mandó jugada sorpresa para buscar la primera oportunidad y su pateador de despeje se quedó a centímetros de conseguirla, pese a que las cebras la revisaron, se quedó como se marcó en el terreno de juego, llamada controversial, pero en mi opinión correcta.

Los Saints fueron al descanso con ventaja de 18, misma que fue borrada por Rams en el último cuarto, al que faltando menos de siete minutos estaban empatados a 35, los Saints consiguieron un gol de campo y después Drew Brees sentenció el partido con su tercer pase de anotación, un arcoíris hermoso que Michael Thomas llevó a las diagonales.

Con todo respeto para el resto de los equipos de la NFC, no me molestaría volver a ver este juego en enero con un boleto al SB LIII en juego. Nos quedó claro que Rams y Saints son la crema y nata de la NFC y, si me apuran, de la NFL.