Dos años sin ti, amigo ‘Perrito’ Aguayo

Finas y educadas personas, conocedoras de mis grandes dotes como columnista, ¿cómo dicen que les va?, de este ‘laredo’ estamos muy bien, aunque muy sorprendidos de lo rápido que pasa el tiempo, y en esta ocasión no me refiero a los acostumbrados ocho días que transcurren entre cada una de nuestras citas semanales. Se los digo porque el próximo martes 21 de marzo se cumple el segundo aniversario luctuoso de un amigo muy querido, el Hijo del Perro Aguayo.

Veinticuatro meses de un acontecimiento que sin duda conmovió al mundo de la lucha libre, y también al de otros ámbitos que no podían creer lo acontecido. Precisamente durante la semana que acaba de concluir, se le realizó un merecido homenaje en San Luis Potosí y le correspondió a Joe Líder ganar el torneo y dedicarle esa victoria al ‘Perrito’. ¡Wow! ¿Qué les puedo contar acerca de Pedro?, le encantaba andar molestando, hacer maldades a los compañeros, pero no en mala onda, lo hacía porque era muy inquieto. En lo personal, siempre estaba pendiente de que no me hiciera alguna broma y trataba de hacérsela primero. La verdad nos llevábamos muy bien.

Recuerdo que cuando todavía trabajaba como guardaespaldas del licenciado Antonio Peña conocí al Perro. En esa época se enfrentó en un mano a mano con Juventud Guerrera, en una lucha olímpica, en el Río Nilo de Guadalajara, Jalisco. Poco a poco fue creciendo y me tocó trabajar mucho con él cuando AAA me hizo el honor de poner en mis manos el personaje de La Parka. Mucha gente me pregunta que si el Hijo del Perro Aguayo le hace falta a la lucha libre actual y, de inmediato, contesto que no, pero no se enojen por mi comentario, déjenme explicarles. No le hace falta porque nunca se ha ido. Su presencia está más vigente que nunca, cuando el público escucha la música de los Perros del Mal, se emociona y es como si él estuviera ahí. Creo que todos tenemos que dejarlo descansar porque él ya hizo por la lucha libre mexicana lo que tenía que hacer y escribió en sus páginas su nombre con letras doradas.

Quiero aprovechar para mandarle un abrazo muy fuerte a su familia, a Don Pedro Aguayo, y les cuento que la primera vez, tal vez la única, que lo vi preocupado fue durante una lucha en el Palenque de Tehuacán, Puebla. Resulta que Nicho le hizo un castigo al ‘Perrito’, y le rompió la nariz. Tuvieron que hacerle varias cirugías y ahí Don Pedro me permitió verlo vencido, porque no sabía qué hacer por su hijo. Ahora lo vivo en carne propia y lo entiendo perfectamente. Jefe, Don Pedro, le mando un abrazo respetuoso.

Y todo esto me lleva a pensar que el tiempo es implacable. A su paso cambia la tecnología, cambian las costumbres, pero la que sigue intacta es la lucha libre. Mi deporte se adapta a cualquier época, a cualquier avance tecnológico de los medios de comunicación. Por eso los niños de todos los tiempos son su mejor público, todos ellos han sabido reconocer a sus héroes de carne y hueso... ¡Los luchadores!, esos guerreros que en cada uno de sus movimientos les enseñan que cualquier cosa en la vida es posible, hasta ser inmortal como todas esas leyendas que fabricaron los cimientos de la lucha libre mexicana.

¡Iuuuuuuuu!, para que vean que también se me da andar filosofando les conté todo lo anterior; ahora pasemos a mi gustada sección de predicciones sobre la función de Rey de Reyes, que se realizará mañana en Monterrey, Nuevo León. Ahora mi bola de cristal apunta hacia las mujeres, creo que las favoritas para quitarle a Taya el campeonato de Reina de Reinas son Faby y Mary Apache. Por eso le envío un mensaje gratis a la luchadora canadiense, que esa noche deje de estar cuidando a Johnny Mundo y que se dedique a luchar, porque por estas tierras tiene muchas enemigas, ja ja ja ja ja ja.

Llegó la hora de la despedida y en esta ocasión les recuerdo que en la vida no hay imposibles señores, y la magia de la lucha traspasa a todas las generaciones pasadas, actuales y las que todavía están por venir. ¡Hasta la próxima!