Sinaloa busca una felicidad en el futbol

Dorados encara por cuarta vez en su historia una Final de Ascenso. Será la segunda que defina en su terruño; en 2004 derrotó a León y hace dos años como visitante a Necaxa. He estado en infinidad de ocasiones en esta plaza que poco a poco le ha ganado terreno al beisbol y tristemente con la ola de violencia que se ha generado en las últimas semanas en la capital sinaloense, Culiacán nos recibió con un ambiente enrarecido, por decir lo menos.       

La gente en Culiacán pareciera que no tiene espacio para otra cosa que pensar en cuidarse; conversando con ciudadanos de a “pie”, nos comentan que es muy complicado vivir el día a día con incertidumbre de que algo les pueda pasar.    

Ya es cotidiano ver por las principales avenidas convoyes de elementos del Ejército, Marina y Policía  Federal, incluso, en el centro comercial más grande de este lugar, “Forum”, pudimos observar a policías federales en las entradas del lugar.    

Algunos empresarios restauranteros también nos mencionan que en sus establecimientos ha disminuido el aforo de comensales por esta situación.

Confían en que este sábado la gente pueda tener un respiro y puedan dejar a un lado esta atmósfera en la que han vivido los últimos cinco meses y que el futbol sea un catalizador para tener una alegría.    

El balompié es un respiro. La afición está ilusionada de que su equipo pueda remontar el marcador adverso de los primeros 90 minutos, los seguidores de Dorados quieren tener de nuevo en su estadio rivales como América, Guadalajara, Cruz Azul o Pumas. Para una mayoría, el futbol se ha convertido en un sano entretenimiento.  

Hoy, Sinaloa necesita de alicientes como lo es el balompié; que la gente olvide por un par de horas la compleja situación que viven. Sólo el balón decidirá si este sábado es un día inolvidable con el regreso al Máximo Circuito o una frustración más en estos 14 años de historia de los Dorados.