Asiduidad

Hace días conocimos la nueva convocatoria para el par de partidos amistosos y los dos cruces eliminatorios, y decir nueva convocatoria es una paradoja, ya que la mayoría de los nombres socorridos son los mismos desde hace tiempo, cosa que es salubre y genera certidumbre.

Juan Carlos Osorio, contrario a tu idea y mandamiento de implementar rotaciones en cada duelo, la elección de tus hombres para conformar la lista posee persistencia y, por ende, has constituido un bloque monolítico.

La única ocasión que pudiste optar por un camino distinto fue después de aquel grosero tropiezo ante Chile en la Copa América Centenario, te aferraste a los mismos que sucumbieron sin presentar mediana resistencia, y hoy la historia te asiste.

Tu proyecto es el más sólido de la época contemporánea, desestimaste sin mayor esfuerzo a tiradores mediáticos y a personajes que de manera rupestre se candidatearon para ocupar tu sitio, siendo lo mejor que lo hiciste con clase, con estilo y con educación.

Te veremos dirigiendo los tres partidos de la Selección Mexicana en Rusia 2018, esperando que sean muchos más en tan espeluznante competición.

Actualmente tu reinado luce armónico, fluye y las risas son cotidianas, no existe en el horizonte riesgo alguno para que suceda lo contrario.

La Copa Confederaciones es una espinosa prueba sin duda, pero no atenta en lo absoluto contra tu trono.

Y la Copa Oro mucho menos, aun con equipo alternativo. Hace mucho la Selección Nacional no gozaba de tanta paz, y tú, Juan Carlos Osorio, has tenido todo que ver para ello, y la concordancia al no ser artificial prevalecerá largo tiempo.

Has gestionado el recurso humano de manera impoluta, con sencillez, mediante el correcto uso de la palabra, dándole cabida a la diversidad de opiniones y regalando palpables resultados deportivos.

Dentro de esta buena administración de la materia prima quiero destacar tres nombres no tan frecuentes en las convocatorias.

El primero eres tú, Erick Gutiérrez; soy un enamorado de tu juego, de tu deliciosa conexión con la pelota, de esa amplia visión para localizar recovecos en donde otros futbolistas encuentran muros.

Eres un facilitador, la pelota en tus pies encuentra soluciones expeditas y adecuadas. México carece de un asistente natural, la manera de atacar de la Selección Azteca es mediante centros por los costados o desequilibrio de la mano de ustedes Jesús Corona o Hirving Lozano. Pero el pase de gol no es un practica habitual en el repertorio de la ofensiva nacional, y tú, Erick, eres un maravilloso asistente.

Tú sabes pasar el balón y poner a tus delanteros en condiciones favorables para rematar, es por ello que tu concurso me parece imprescindible para ampliar la baraja.

Y como extra tienes un lindo y desarrollado instinto para pisar el área y en ocasiones ser tú quien defina la jugada; el gol no es un ente que te resulte ajeno.

Jorge Hernández, tu llamado es un premio a tu necedad de ser un hombre sumamente respetuoso con tu profesión, llevas años, repito, años, jugando a un elevado nivel, siendo lo más valioso, que difícilmente das pronunciados bandazos.

Propios y extraños saben que esperar de ti, contigo no existen sorpresas, eres una garantía de estabilidad.

Podríamos debatir que en épocas pasadas habías manifestado aún mejor nivel que el actual, pero tu serio vínculo con el futbol ha logrado que te consideren válido para la cofradía verde, ejemplos de tenacidad como el tuyo deben ser presumidos.

El último nombre extraño en la lista fue el tuyo, Raúl López. Por todos es sabido que el entrenador colombiano tiene debilidad por ti y por tu gloriosa técnica individual, la manera en como contactas el balón es arte en su máxima expresión, ninguna pelota que salga de tus botines tiene desperdicio.

Vaya extravagancia, eres un defensor que se defiende con la pelota, también es verdad que tu lugar de origen fue el mediocampo y que has sido, o fuiste habilitado como defensor, rubro en el que considero te falta rigor.

En todas las instancias, empresas y giros los rostros nuevos son bienvenidos y necesarios para mover el ambiente, sacudir los cotos de poder y promover la competencia interna, pero para que lo anterior suceda esas caras nuevas deben ser bien respaldadas por el máximo jerarca, en este caso el entrenador, y eso significa minutos en la cancha, y no sólo ser parte de la escenografía o paisaje.

Otra vez me gustó mucho la lista para los compromisos en puerta, así como la suave inclusión de los nuevos. La Selección navega con rumbo y solidez, y eso a todos conviene.