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Opinión

Luis García

El Doctor une el amplio conocimiento deportivo con un estilo propio. Sus geniales comentarios que lo han hecho referente de la TV tienen también su lugar en nuestro diario.

Cacique

2017-08-22 | Luis García
LUIS GARCíA
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Esta fabulosa entidad comanda con total justicia el campeonato, y lo hace con garbo y poderío. Desde tiempos inmemorables la salubre batalla deportiva y regional que sostienen con los Tigres ha hecho que arrastren al futbol mexicano hacia parajes mejores, mucho mejores.

Bien es cierto que ha sido mediante la desbordada economía y la exhibición de billetes, aspecto que en ningún momento es ilegal; todo lo contrario, es válido, y nada fácil gastar con inteligencia y eficacia. Existen dantescos casos de clubes nacionales con mucho dinero que han hecho el ridículo.

Y qué decir de su pletórico estadio, los Rayados han entendido a la perfección la necesidad de ofrecerle a los suyos no sólo una experiencia deportiva digna, sino una experiencia total, y eso empieza por su fastuoso y elegante inmueble, digno de cualquier parte del orbe.

Hace algún tiempo tuve la fortuna de conocerlo, no había aficionado alguno. Cuando venía bajando las escaleras en las gradas rumbo al campo me sentí intimidado, y cuando pisé la grama me dieron ganas de llorar de la emoción, me sentí ínfimo e impactado por tan imponente coloso.

También conocí las instalaciones del Cerrito, aquello es prácticamente una pequeña ciudad, una cosa de locos, y aparte estaban en plena construcción para ensancharlo y complementar ya las mayúsculas amenidades con las que cuentan en la actualidad.

En la cuestión estrictamente deportiva, tú Antonio Mohamed has realizado con tiento y mano firme una necesaria depuración. Empezaste con algunas vacas sagradas hace algunos semestres y en este último tomaste la decisión de darte salida a ti, Edwin Cardona, que eres un futbolista notable, exquisito y sumamente capaz, pero que no le estabas ofreciendo a la dirección técnica las soluciones que se necesitaban.

No resulta nada sencillo desprenderse de un descomunal jugador como el colombiano, existen riesgos y consecuencias deportivas, monetarias y emocionales que pueden resquebrajar la institución.

Aun así como buen jefe tú, Antonio Mohamed, fuiste audaz, te la jugaste, prescindiste de su magia y la supliste con la tuya, Avilés Hurtado, que no es poca cosa. Aquella ocasión que charlé contigo ‘Toni’ en la cancha del estadio, me platicabas de la renovación que habías comenzado y que estaba muy cerca de su final, o de su totalidad.

Me confesaste tu obsesión por hacerte de Avilés, me decías que necesitabas a un futbolista que manejara mejor los tiempos, velocidades y ritmos, que tu equipo era terriblemente vertical, que debido a las condiciones naturales de tus futbolistas de mitad de campo para adelante los partidos eran frenéticos, se volvían norte-sur, sin freno alguno, y que en múltiples ocasiones no era lo más saludable.

Que con urgencia necesitabas un temporizador, un mariscal de campo, y en Hurtado hoy lo tienes, aunado a la brutal cantidad de variantes ofensivas que poseen.

La pugna que establecieron con Amé- rica por ti, Avilés Hurtado, no fue menor, y al final lo dijiste tú, el proyecto rayado te resultó más redondo que el americanista, este pequeño gran detalle habla de la majestuosidad del Club Monterrey.

Otro buen refuerzo fuiste tú, Jorge Benítez. Quien crea que eres un goleador nato y letal está equivocado, pero eres un delantero que le ofreces a los tuyos un sinnúmero de posibilidades, te tiras bien a los costados y posees una extraña capacidad de quitarte gente de encima, tu conducción a altas velocidades resulta como si estuviéramos en un videojuego, aunque tu definición debe ser pulida y mejorada.

Pero sin duda será un fascinante complemento para ti, Rogelio Funes Mori, que sigues ensañado con las redes enemigas, pero que siempre es necesario repartir la chamba, con el paraguayo lo harás sin mayor empacho.

Otro de los nuevos apoyos fuiste tú, Juan Pablo Carrizo, con un vasto recorrido por el planeta. Eres un portero de polentas que por el momento no tienes sitio en el once titular en la Liga, pero que eres una severa e incómoda competencia para el hoy titular que eres tú, Hugo González.

Y tu llegada, Leonel Vangioni, vino a cerrar la conformación del actual plantel, eres otro experimentado futbolista que le sumas a la ya vasta sabiduría que tiene el vestidor del Monterrey. Son una plantilla temible por donde se les analice, son una entidad de alcurnia, han ensamblado una envidiable y poderosa organización que ha fortalecido al futbol nacional.

Entiendo que con todas estas armas el título se vuelve el único argumento y fin válido, qué cosa tan compleja, porque los trofeos no se obtienen por mandato, pero que no quepa duda, están más cerca que nunca de la corona, han ido ensamblando una fina y armónica maquinaria que cuenta con dos cabezas sumamente pensantes en la cuestión deportiva.

Tú, Duilio Davino, en la parte gerencial. Fuiste un futbolista exitoso por los cuatro costados, hombre íntegro, sin dobleces, pragmático y sereno.

Y el otro tú, Antonio Mohamed, un entrenador ganador, un fabuloso docente, un tipo a carta cabal, cercano a sus futbolistas pero sin comprometer tu puesto de regente máximo, sabes que gozo mucho tus conquistas, las siento como si fueran mías aunque no he hecho un carajo.

Cuando se tiene tan bien atendido y armado todos los escaños de la entidad el triunfo es cuestión de tiempo, está al caer, llevan muchos años trabajando bien, el resultado no podría ser distinto, hoy, mañana o pasado mañana. 

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