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Opinión

Luis García

El Doctor une el amplio conocimiento deportivo con un estilo propio. Sus geniales comentarios que lo han hecho referente de la TV tienen también su lugar en nuestro diario.

Extraordinario

2017-10-10 | Luis García
LUIS GARCíA
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La consecución de esta asociación es motivo de festejo y presunción de quienes lo hicieron posible. Aglutinar disímiles voluntades en pos de un bien común no es un rubro sencillo, máxime cuando se trata de futbolistas, gremio en el cual los egos en ocasiones asfixian el sentido común.

La mente brillante de este poderoso movimiento, la mano que mece la cuna de dicha unión, eres tú, Álvaro Ortiz. Si bien los reflectores pueden enfocarse en otros entes de mayor glamour, sin tu intelecto, conocimiento y medular participación la asociación no habría podido gestarse.

Y si pretenden que tenga continuidad, cabida y real injerencia en el futbol mexicano, debes ser tú quien mueva los hilos, comande las iniciativas y las negociaciones.

Tu investigación a nivel nacional e internacional para consolidar el movimiento es profunda y vasta, no eres un improvisado, eres un hombre preparado en los libros y en la práctica.

Tuve la fortuna de cruzarme contigo cuando fuimos futbolistas profesionales en el equipo de Chivas, siempre te distinguiste por ser un tipo pensante, de esos hombres inquietos por aprender a cada momento.

Nunca fuiste un jugador más, y no me refiero al burdo aspecto deportivo. Buscabas cualquier resquicio para acumular conocimiento, eras un pesado preguntón, opinabas mucho y lo hacías con cacumen, tiento y severidad.

Nunca fuiste un rebelde sin causa, todo lo contrario, tus causas siempre fueron válidas, tu arma siempre ha sido la palabra; no impones, convences.

Recuerdo aquella ocasión que entre varios montamos una pequeña revuelta porque no nos pagaban en Chivas, tú fuiste uno de los hombres más confiables con los que compartí dicha rebelión, no dejamos de entrenar, pero nos volteamos la playera de entrenamiento como muestra de nuestra inconformidad.

Así operas, expresas lo que no te parece, pero no boicoteas a nadie, te reitero, me gustó mucho haber sido tu compañero de trabajo hace varios ayeres en Guadalajara.

Llevas mucho tiempo atesorando sabiduría y pericia para operar un movimiento que lucía prácticamente imposible de iniciar y sustentar. Eres tú, y nadie más quien posee los vínculos con otras asociaciones y sindicatos del mismo giro, has tenido largas jornadas de trabajo en varias partes del planeta, lo que desencadenó en la formación de la Asociación Mexicana de Futbolistas. O

Otro esencial personaje para la edificación fuiste tú, Rafael Márquez. Penosamente no pudiste estar en la foto, pero tu jerarquía, estatura y clase las dejaste impregnadas en la agrupación. Fuiste otro de los constructores de tan osada propuesta, no estás visible, pero es lo menos importante, para poner la cara están otros.

Me dio mucho gusto observar a varios jugadores de la Selección Nacional en la presentación, estoy cierto que para algunos de ellos será un fascinante ejercicio en el que tendrán que aprender a negociar, a ceder, se darán cuenta rápidamente que no podrán ganar todas la batallas.

Su mejor aprendizaje será comprender que la licencia de seleccionados nacionales que suelen utilizar para imponer su pensar no les servirá de mucho, mejor dicho, de nada, si no aprenden a debatir las ideas y asumen que existen pensamientos contrarios, los cuales son igual o más válidos que los suyos, se convertirán en un estorbo, y no en facilitadores.

Observé con placer a dos importantes hombres de la pelota que darán solidez, le aportarán inteligencia y serenidad al movimiento, esos son ustedes dos, Oribe Peralta y Christian Giménez, tipos sabios, calmos, que gustan de hablar, pero también saben escuchar, que no son impositivos, que suelen buscar puntos de acuerdo y que no gustan de andar montando baratas y ruidosas reyertas.

Habrá dos carreteras que la Asociación Mexicana de Futbolistas deberá atender: la que concierne al propio gremio, es decir, brindarle a los jugadores de diversas categorías argumentos y recursos para ejercer mejor su profesión.

Sé de buena fuente que se contemplan convenios educativos para todos los niveles, seguros de vida, se tendrán en pie y funcionando tres equipos de jugadores sin contrato en diferentes ciudades de la República, rehabilitación física gratuita.

Los proyectos a futuro son el de construir un complejo deportivo y establecer un fondo de ahorro para el retiro de los jugadores. Uno de los aciertos más grandes fue la inclusión en los estatutos del futbol femenil, sensata decisión.

La otra carretera, la más empedrada, es la que tiene que ver con los directivos del futbol nacional, en ese sinuoso trayecto se encuentran los tópicos más álgidos, el pacto de caballeros; o como bien lo defines tú, Miguel Mejía Barón, el pacto de bandoleros, el vetusto y deleznable mercado de piernas, la regla 9/9, los derechos de imagen y algunos otros más.

Poseen personalidad jurídica plena, y lo has señalado con sapiencia y claridad, Álvaro Ortiz, las mesas de diálogo serán tu modus operandi, buscas y buscan que la voz del actor principal tenga eco, pero no es mediante la pugna como lo pretenden lograr.

El hecho de lograr que las dos partes se sienten en una mesa a exponer inquietudes, necesidades y quejas es un enorme logro, no es una práctica común.

Ninguna de las dos partes están acostumbradas a dialogar, viven distanciadas cuando existe un cordón umbilical que los une, desterrando el asunto de la independencia, ya que estarán ligados por siempre y deberán trabajar en conjunto aunque piensen diferente y sean esferas distintas.

Otra de las plausibles ideas que tienen es la creación de una Comisión Nacional de Deportistas, en donde se van a involucrar a atletas de otras disciplinas emulando lo que hacen en España.

Concluyo como inicié: es una canija maravilla que hayan formado la Asociación Mexicana de Futbolistas, quienes fueron los gestores deben estar sumamente orgullosos, con esto, y más allá de los acuerdos que tendrán que ir estableciendo, han hecho al futbolista y al futbol mexicano mejor, más digno, más luminoso, más humano. ¡Sencillamente hartas felicidades, carajo! 

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