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Opinión

Luis García

El Doctor une el amplio conocimiento deportivo con un estilo propio. Sus geniales comentarios que lo han hecho referente de la TV tienen también su lugar en nuestro diario.

Gran Premio, bautizo y Sub 17

2015-11-03 | Luis García
LUIS GARCíA
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El fin de semana las mexicanas y los mexicanos volvimos a demostrar que sabemos sumarnos y disfrutar los eventos de élite.

Algunos puristas de este fantástico deporte, los conocidos como el círculo rojo del automovilismo sintiéndose dueños de la F1 se incomodaron por que miles y miles de personas que no somos ni cerca especialistas, inclusive sabemos casi nada del automovilismo, nos montamos con suma alegría a dicho suceso. Este rácano pensamiento que solamente los doctos deben tener acceso me produce jaqueca, es un sentir reduccionista que no les permite ver más allá de sus narices.

Las grandes ligas del orbe, llámese NFL, NBA, MLB, la misma F1 y algunas otras, gastan desmedidos esfuerzos en la búsqueda de captar aficionados y consumidores sin importar origen, filiación o conocimiento. Y acá seguimos pretendiendo boicotear esa posibilidad, y digo pretendiendo, ya que quedó muy en claro que los ‘villamelones’ fuimos mayoría y triunfamos sobre los aburridos y obtusos puristas.

Aclarado el punto anterior, resultó delicioso comprobar que la Ciudad de México manifestó su capacidad para organizar de manera irreprochable un acontecimiento de dimensiones mayúsculas. La organización, coordinación y logística fue impoluta, unir tan disímiles voluntades no fue un tema menor, la voluntad política que siempre manifestaste Miguel Mancera debe ser reconocida y aplaudida. Esto aunado a la sublime ayuda y empuje de la iniciativa privada que entiende perfectamente que somos una nación con una extraordinaria capacidad para el gozo y la fiesta. Sé perfectamente mis miserias y no me atrevería a escribir sobre un tópico que desconozco, pero no puedo dejar de señalar que me estremecí ante cómo los que fueron al autódromo y los que no fuimos, nos rendimos ante ti Sergio Pérez. Fuiste héroe nacional, un sensacional embajador, y todos de mayor o menor forma intentamos y te lo quisimos hacer saber y notar. Estoy cierto que la tarde del domingo, Sergio, quedará tatuada en tu alma y mente, y también estoy convencido que no mereces menos de la brutal devoción que sentimos por ti y que el domingo maximizamos. Que vengan y se vivan eventos como el Gran Premio en México nos hace bien a todos, y difiero del que piense lo contrario.

El motivo por el cual no pude estar en la pista gritando tu nombre y apellido Sergio Pérez fue el bautizo de mi hijo Luis, lo hicimos en el mágico Malinalco, misma iglesia y recinto que el de Mariano y Roberta. Al final de la fiesta y el ágape entendí con meridiana claridad que el festejo no fue de mi hijo menor si no de su mamá, la gran japonesa Rocío Lara. En el momento que tomó el micrófono y gritó sin reparo que en ese momento quedaba inaugurado el ‘Roska Talent Show’ supimos que el pretexto fue el bautizo de Luis, ella quería su fiesta de emancipación y se la organizó, es el amor de mi vida y el pilar de nuestra familia así que posee algunas concesiones. Últimamente y dada mi edad me he vuelto más sensible, más consciente de mi felicidad, estoy mucho más abierto a abrazar las cosas buenas que pasan y a desechar las espinas. El haber estado con mis papás, suegros, hermana y Ro, su esposo, cuñados, mis hijos, mis amigos, mis sobrinos, las amigas de mi hija Lore, y gente muy querida celebrando a un pequeño ángel, me sacudió hasta la médula. Insisto, la vida ha sido muy generosa conmigo, y doy gracias cada segundo de ello.

Por último me referiré en este saleroso espacio al duelo que sostuvo la Selección Nacional Sub 17 ante Ecuador. Me quedé con un grato sabor, observé a un grupo de jóvenes con una madurez impropia de su edad. No fue ni cerca su mejor actuación, pero la sobriedad e inteligencia con la que manejaron los diversos escenarios del partido me pareció increíble. El saberse obligado a cumplir exigencias deportivas colectivas no es una de nuestras fortalezas, pero este honroso grupo de chamacos lo ha hecho con garbo y solvencia. Entienden que el llegar a la instancia final es su obligación, la asumen y no se vuelven locos en el camino, al revés, actúan sabedores de la tarea y la cumplen inclusive con elegancia. La formación deportiva en el futbol mexicano ha evolucionado notablemente, el vaso se está llenado de abajo hacia arriba, asumo que así debe ser, pero hoy existe un formato de éxito que se replica con suma frecuencia y sin forzarlo. No se puede, y menos se debe obviar que existen ciertos clubes que van a la vanguardia en la formación deportiva. Pachuca el que más, Chivas y Santos ligeramente por detrás. Entidades que han comprendido la relevancia de producir jóvenes integrales y que se han convertido en los proveedores de Selecciones menores, en lo particular extraño en este rubro a Pumas y Atlas, en un pasado reciente sabían cómo hacerlo, hoy tienen extraviada la brújula, sinceramente espero la encuentren pronto, los máximos beneficiados serían ellos mismos.

Fin e inicio de semana saleroso, pero esclarecedor en muchos, muchos sentidos, y hoy más emociones incontrolables, seré inducido al Salón de la Fama en Pachuca, podemos debatir si lo merezco, pero no podemos debatir que me produce orgullo y una inmensa felicidad. 

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