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Opinión

Luis García

El Doctor une el amplio conocimiento deportivo con un estilo propio. Sus geniales comentarios que lo han hecho referente de la TV tienen también su lugar en nuestro diario.

Miscelánea

2017-05-09 | Luis García
LUIS GARCíA
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Se terminó otro semestre de nuestro bendito futbol, y como toda novela que concluye, regaló regocijos y amarguras sin parangón.     

No estoy cierto que la competición provoque las mejores versiones de los futbolistas y sus clubes, de que es entretenida la condenada, no existe debate. 

Vamos primero con las profundas aflicciones que brindó, para cerrar con la algarabía que con generosidad también ofreció. Para mí, una de los peores congojas fue la desastrosa actuación de los Pumas, una entidad que actualmente finca sus ilusiones en la retórica. Mucha palabrería sin fundamento, penúltimo sitio de la tabla. Cuando un proceso medianamente inicia, tanto desequilibrio manifiesta poca empatía con un futuro halagüeño.

Un equipo desbalanceado, con altas y bajas tan pronunciadas que da miedo, los exitosos procesos se van gestando con cautela, palmo a palmo, sin excesos, sin insolencias, con sólidos cimientos, aspectos que no observo en primera instancia en Universidad Nacional. Otro de los lamentos fue el América, después de un largo periodo de abundancia y prosperidad, se metió de bruces en las sombras, un semestre en el que recurrió a los parches, incluso el acaudalado presupuesto de antaño recibió un sopetón. 

Restituir los severos daños causados no será un tema sencillo, su problemática es más profunda que el simple cambio del capitán de barco, cosa que no les garantiza en lo absoluto que recompongan el rumbo.  

Sin duda, Jaguares de Chiapas es otra sensible tristeza. Perder la categoría resquebraja hasta lo impensado, pero fueron seis torneos en los que trabajaron arduamente para destrozar una franquicia. 

No puedo negar que por momentos hicieron magia, crearon espejismos en un lugar en donde solamente cabía la desesperanza. Pero demasiadas tropelías dentro y fuera de la cancha condenaron a una maravillosa plaza, que si bien es una plaza emergente, su coqueteo con la pelota en la máxima instancia había sido plausible.    

El Pachuca fue otro desencanto, su buena ligazón con los asuntos internacionales ha obviado su obligación con lo local, con lo cotidiano. Vaya paradoja, durante 15 de 17 jornadas estuvieron en zona de Liguilla, inclusive varios minutos de la última fecha arañaron el octavo puesto en la Liguilla.  

Pero pecaron de soberbia, una entidad que ha creado la mejor escuela formativa y que posee el mejor aparato de inteligencia deportiva para contratar foráneos no puede permitirse quedar apeado de tan grosera manera en una competencia tan bondadosa. 

Y en tan negruzca lista, me da pena, pero el digno Necaxa aparece, confundidos por unos primeros seis meses de antología, bajaron la guardia, dejaron de ser rigurosos en el análisis y en las contrataciones, y si bien obtuvieron la salvación con suma antelación, dieron algunos marcados pasos para atrás. 

Deberán fortalecer su organigrama, y me refiero puntualmente al deportivo. Es imprescindible que designen a un buen operador para que junto con el entrenador eviten un torbellino que los disgregue. Pasemos a lo grato, que también hubo en exceso, empecemos con Xolos de Tijuana, una maravillosa franquicia que recuperó el protagonismo, líder general a carta cabal, una organización que cuenta con una visión de negocio superlativa, ejemplar, no sólo tienen sentidos para los que viven en territorio nacional, los tienen también para aquellos compatriotas que viven del otro lado de la frontera. 

El arraigo que han generado en tan poco tiempo es extraordinario, han conseguido ser un club al que se le respeta, y sobre todo, que se le quiere, incluso si no es la primera opción de filiación. 

Raúl Ruidíaz, lo tuyo es inenarrable. En la Copa América Centenario diste la nota por anotar un gol con la mano ante Brasil y festejarlo, aspecto que generó cierta  animadversión de propios y extraños.  

Paso siguiente arribaste a Monarcas Morelia siendo prácticamente un desconocido. En sólo un año te fuiste a la estratósfera, dos títulos de goleo espalda con espalda, y un gol que retumbará por siempre en Michoacán, salvaste la franquicia cuando las lágrimas inundaban ya los rostros michoacanos, poca cosa. Decía de broma, y no tanto, mi compadre Christian Martinoli, que ya eres más importante en la historia del Morelia que el mismo Marco Antonio ‘Fantasma’ Figueroa, y no me parece una locura su aseveración. 

El Monterrey es otro que pondré en mi lista de aspectos lindos. Si bien en los últimos partidos dejó de ser esa poderosa maquinaria capaz de arrastrar a quien se atreviera a ponerse enfrente, me sigue pareciendo uno de los candidatos con mayores argumentos para ceñirse la corona.

Su versatilidad, sus múltiples variantes ofensivas y sus fascinantes y disímiles futbolistas de mitad para adelante del campo los convierten en temibles. 

Y su reinado podría ser infinito si demuele a su acérrimo rival, Tigres, en Cuartos de Final, a quien la pasada ocasión en su glorioso estadio maniató con garbo.   

El último de la fila, y no menos importante de lo salubre que le sucedió a la pelota en el torneo local, fue el triunfo de Lobos BUAP, en una categoría que es demeritada, mucho por el desconocimiento que se tiene de la misma. Rafael Puente Jr., llegaste hace prácticamente nada a territorio poblano con muchas más incertidumbres que certezas, y en un ínfimo lapso de tiempo conseguiste el título basado en la osadía de tu propuesta.    

Tu equipo consigue anotaciones con la misma facilidad con la que un ser vivo respira, es una cosa de locos la sencillez que poseen los tuyos para vincularse con el gol. En el horizonte próximo está Dorados, un club sabio, con amplio bagaje en estas lides, será un choque de colosos, y aun si se diera la derrota, tu vida en los banquillos comienza con palpable prominencia. Para rematar lo luminoso se viene la Liguilla en Primera División, escenario que desquicia sin mayor empacho.   

Ahí quedó el yin y el yang del futbol mexicano este semestre, y me parece que esta vez ganó el lado luminoso de la fuerza. 

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