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Opinión

Luis García

El Doctor une el amplio conocimiento deportivo con un estilo propio. Sus geniales comentarios que lo han hecho referente de la TV tienen también su lugar en nuestro diario.

Partida

2017-06-23 | Luis García
LUIS GARCíA
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La pelota, al igual que la vida, es implacable con los tiempos y las personas. La obligada despedida de un atleta de alto rendimiento, que en el principio de la carrera luce tan lejana, casi en otra dimensión, cuando se acerca la recta final de la misma lo hace de forma expedita hasta que rompe el vínculo con una de las profesiones más hermosas y generosas que existe, la de ser futbolista profesional.

Hoy te tocó a ti Aldo, te vas a tus casi 34 años de edad y con la dureza que significa abandonar por siempre la cercanía con el balón, has decidido tomar un nuevo sendero en tu vida laboral.

No todos tienen la posibilidad de decir adiós, son pocos quienes toman tan jodida determinación, para la mayoría son otros quienes enseñan la puerta de salida, esto en lo personal tiene una enorme valía reconocer que se deben explorar otras latitudes y no necear en quedarse lo hacen los hombres inteligentes y con visión como tú.

También creo que tiene mucho que ver que estás en paz con la pelota, eso ayuda y en serio, tú lo estás, fuiste un jugador honorable en cada una de las playeras que vestiste. Vaya paradoja, debutaste en Tigres y te retiras en el Monterrey; hasta esto te hace distinto.

Fuiste un competidor voraz y a la vez correcto, tu buena educación te permitió relacionarte con sencillez y armonía con disímiles personajes del juego, no importando el estrato o la posición.

Fuiste de esos necesarios entes que levantaron la voz cuando las cosas no le parecían, pero tu voz siempre vino acompañada de insignes actos y sobrados argumentos.

La manera como siempre honraste a tu hermano Toño fue excepcional, lo dijiste en su momento y lo reiteraste en tu fabulosa carta de despedida hace un par de días: “A Toño le voy a dedicar toda mi carrera”, y estoy cierto lo hiciste.

Recuerdo hace varios años cuando estaba en la dirigencia deportiva en Monarcas y Ricardo ‘Tuca’ Ferretti era nuestro entrenador. Estábamos en pretemporada en La Primavera, predio de la Universidad de Guadalajara, y me dijo “quiero que me traigas a Toño de Nigris”, creo que estaba en el Once Caldas en Colombia; el brasileño me empezó a hablar de las bondades deportivas de tu hermano, pero hizo mucho mayor hincapié en las humanas, en su calidad como persona. Penosamente no pudimos realizar la contratación por cuestiones de presupuesto.

Esas mismas virtudes tú las exhibiste siempre en toda contienda más allá del perder o el ganar, a ambos siempre los entendiste como dos necesarios y confusos intrusos.

Regresando a tu delicioso texto de adiós, el cual leí en tus redes sociales, sencillamente confirma tu enorme categoría como ser humano. Eres un hombre a carta cabal, agradecido con cada persona que se te cruzó en el camino y de los cuales aprendiste. En el tópico deportivo fuiste un ganador, pasaste por varias entidades: Tigres, Veracruz, Necaxa, Chivas y un par de pasajes con tu amado Monterrey; como a todos les sucedió, en algunos brillaste con mayor luminosidad que otros, pero en todos serás bien recordado. Y qué decir en Selección Nacional, si bien no tuviste la explosión que tu carrera mereció, en 29 duelos anotaste 9 goles, récord nada despreciable.

Retirarse no es un tema menor ni sencillo; yo tengo tatuado el día que lo decidí, y elegir el día no fue lo complejo, lo que vino después fue lo espinoso. Por encima de cuestiones económicas, mi miedo radicó en si podía ser igual de útil en otra faceta como lo fui de futbolista, miedo que me erizó la vida durante largos, pero largos meses.

No te será fácil el retiro, a nadie le ha resultado sencillo, es doloroso y confunde, pero dada tu enorme clase, gran educación y pulcros valores, estoy seguro que en lo que emprendas serás igual de jerarca y campeón como en el futbol, el cual hoy sin duda pierde por tu ausencia. Te deseo lo mejor en todos los sentidos Aldo, buenaventura y éxito en tus siguientes derroteros.

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