Raúl Jiménez, lobo

Después de un largo peregrinar en distintas latitudes, como se gusta decir en la fiesta brava, tomaste sitio. En un común club inglés, apoyado por vasta inversión portuguesa, el poderoso y grandioso agente Jorge Mendes, es uno de los que subsidió las múltiples contrataciones para este año, has despuntado de manera sorpresiva.

Lo medular de tu palpable ascenso es que viene siendo gradual, no expedito, estos últimos crecimientos suelen carecer de solidez. Estás por cumplir 28 años de edad y ya llevas un buen tiempo pululando por Europa. También es cierto que hasta que llegaste a la Premier League, habías sido utilizado como un relevo, en el Benfica como distinguido relevo, pero de ese incómodo escaño no pasabas. Fuiste relegado mucho tiempo a los banquillos; para cualquier futbolista no jugar cada ocho días 90 minutos resulta frustrante, pero sobre todo oxida, máxime en una demarcación como la tuya, la cual vive en su mayoría en él área rival, en donde los tiempos y los espacios son groseramente efímeros, por ende, se necesita estar en circulación para no lucir torpe ante las urgencias que exige la posición de centro delantero. Pues bien, tú te aceitaste rápido, las duras lecciones de no ser considerado un indiscutido titular las usaste con furor e inteligencia para graduarte en un bravo examen como lo es jugar en Inglaterra.

No me atrevería a señalar que ya conquistaste a los ingleses, sí creo que los has seducido, pero al haber elevado tu nivel de juego de forma monumental, de aquí en adelante, por cuestiones naturales, serás juzgado con mayor severidad, levantaste el rasero, y eso conlleva lindas, y la vez, ásperas responsabilidades.

En el pasado cercano la virtud que justificaba tu estadía en el Viejo Continente era tu fascinante vínculo con el juego, no con el gol, con el juego. Tú entiendes que por encima de cualquier tópico uno debe jugar bien a la pelota, lo demás vendría por añadidura. La plenitud tardó en llegar, pero gracias a tu necedad de permanecer del lado iluminado de la fuerza, estás triunfando de manera rutilante. Hoy como delantero has logrado fusionar el difícil arte de jugar bien con ser un asiduo goleador, y si antes se te aplaudía, ahora se te empieza a venerar.

En la Premier League has desbancado en reflectores a tu compadre Javier Hernández; mientras él lucha, tú gozas. Lo anterior no es un tema menor, rebasar al futbolista mexicano del West Ham es un descomunal logro, la referencia de delantero mexicano por allá da la impresión que ahora eres tú. Javier sigue y seguirá siendo un hombre mítico, pero ahora las miradas empiezan a fijarse en tu alta, fuerte, técnica y armónica presencia.

En el mediano plazo se te presentan un par de espinosos retos. El primero es mantener el nivel de excelencia que vienes regalando en tu inglesa entidad, viene la recta final del campeonato que normalmente es la más compleja por la acumulación de viajes, partidos, entrenamientos y concentraciones. Y el segundo reto, que incluso te podría catapultar a insospechados parajes es ganarle el pulso también a Javier Hernández, pero ahora en Selección Nacional, tarea aún mas jodida, simplemente por los brutales números de Hernández con la playera mexicana.

Escuché en conferencia de prensa decir a Gerardo Martino que priorizaba al buen futbolista sobre la estadística, esto rueda en tu beneficio, ya que tu porcentaje de anotaciones en relación con partidos jugados con el representativo mexicano es soso, 16 pirulos en 69 duelos para un centro delantero son pocos, máxime que los rivales no suelen ser de mayúscula envergadura salvo rimbombantes excepciones. Así mismo el nuevo entrenador de la Selección Azteca ya avisó que no jubilará de golpe a las vacas sagradas por lo que de entrada tendrás que competir con el famoso 14 por ser el cacique en el ataque.

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No me atrevería a afirmar cómo jugará, o con cuántos delanteros saldrán en su once típico, pero en el Atlanta United Football Club jugó con una punta, el venezolano Josef Martínez. Entiendo que en cada club, o en cada Selección las circunstancias son distintas, pero supongo de inicio no modificará radicalmente su implementación en el campo, por lo que se podría venir una linda pugna por ser el nueve, pero a diferencia de otros ayeres, tú estás mucho mejor colocado que todos los demás contendientes, que por cierto no son tantos.

A partir del verano pasado tu derrotero ha dado un sensible giro, has alineado todo en tu favor, te has convertido en un redondo futbolista, y en un letal delantero.

Estás arribando a la etapa crucial de tu carrera como un gladiador, luces imperial e incólume, has trabajado y sufrido en serio para asirte a tu actual trono, y no me parece sencillo que alguien te pueda ni se atreva a bajarte de ahí en un largo periodo.