Robusto

Hace mucho tiempo que no disfrutaba con tan buenas actuaciones del conjunto universitario; este equipo está haciendo vibrar hasta a quienes no son sus fanáticos.

Después de turbulentos y densos meses encontraron estabilidad, conformaron un vestidor sabio, añejo, con prosapia y caminan erguidos. Incluso, han logrado expresar algunos trazos reconocibles de la filosofía en la cual se fundó este club.

Vamos por partes: la decisión de regresarte al arco como titular, Alejandro Palacios, fue sensata y acertada; se te percibe más maduro, cauto y calmo. Los centrales son un espectáculo, máxime tú, Darío Verón: la forma en la que caminas hacia delante en la mayoría de las jugadas es deliciosa, así como resulta plausible las cátedras que das de cómo maniatar y ganar los duelos individuales. Tú, Gerardo Alcoba, has venido a ser un majestuoso complemento del paraguayo: tu porte y presencia han sido medulares para la buena sociedad que han ensamblado en el fondo.

Tú, Alejandro Castro, sumamente cuestionado en tu arribo a CU, has dejado en claro que cuando se sabe de la pelota, lo demás resulta sencillo: eres un mariscal de campo, siempre estás en perfecta posición para resolver los galimatías con y sin la pelota, eres una de las mejores contrataciones, no solamente de los Pumas, si no del campeonato.

Tú, Javier Cortés, te acordaste que posees virtudes, dinámica y buen pie; y jugando por dentro de la cancha has logrado maximizar tu aporte. Tú, Matías Britos, poco a poco has logrado que remembráramos a aquel futbolista del León: hoy participas de la circulación de la pelota, asistes y metes gol; hoy lo haces todo bien.

Fidel Martínez, parece que el semestre pasado con los Leones Negros te hizo florecer, y lo hiciste a una velocidad insostenible; te noto más jugador en todas las aristas, más ecuánime, más lúcido; eres el artista de la cofradía.

Por último tú, Ismael Sosa, a los tuyos les ofreces agilidad, locura, verticalidad, y sin ser un delantero letal, tu relación con el gol se ha vuelto salubre y notoria. El que anda un poco fuera de sintonía eres tú, Eduardo Herrera, te está doliendo la definición, incluso tu gol ante Santos fue fortuito, no hiciste un buen contacto con el balón, pero la ventaja es que hoy cuentas con una plataforma ofensiva con tales variantes y volatilidad que te harán reencontrar tu sitio y puntería.

Ya hacía falta ver a la Universidad Nacional comandar el torneo junto con otras organizaciones como León y América. Se les percibe ligeros y libres de mente y alma; se les observa felices, cómodos, convencidos; en la actualidad los Pumas ríen a carcajadas y eso es para celebrarse.

PREMIO
Henry Martín

Tu llamado a la Selección Nacional era inminente. Es cierto que se adelantó debido a la lesión de Oribe Peralta, pero era más que natural que tarde o temprano llegarías a tan honorable recinto. Eres de esos delanteros que saben jugar a la pelota, mantienes un buen vínculo con el gol, pero no te inmuta tener que participar en otras labores ofensivas, las de construcción o generación.

Eres sumamente poderoso físicamente y muy dotado técnicamente, envidiable combinación para cualquier atacante. No tienes preferencia de recargarte por algún sector, apareces de manera indistinta por izquierda, derecha y obvio, por la mitad del área, y por si fuera poco trabajas en la recuperación de la pelota como si fueras un bravío defensor.

En el momento más delicado de tus queridos Xolos, tú fuiste uno de los pocos futbolistas en donde se recargó la rebelión y la reconversión de un tímido y modesto inicio de campeonato. Fue hasta la llegada de tu actual entrenador, Rubén Omar Romano, que empezaste a coquetear de manera real y frecuente con la titularidad. Penosamente ser un delantero joven mexicano y titular en nuestra nación es verdaderamente un hallazgo y rara condición; bueno, pues tú eres de esa extraña raza que parece desafía la agria tendencia.

Se te viene una buena prueba en la Selección, aunque da la impresión serás una simple adición en este primer periodo, pero ya nos has demostrado que las escasas oportunidades que se te presentan las abrazas con tal fuerza que las asfixias. Siempre será bienvenida una cara nueva, una mente brillante y unas piernas virtuosas a la Selección Nacional, y tú reúnes todo lo anterior.