Santos

Cuando se es Campeón resulta imposible que sea un elemento el responsable en exclusiva de dicho acontecimiento, y los de La Comarca lo refrendaron.

Voy a intentar hacer un ejercicio revisando de manera individual a varios personajes esenciales en la consecución de su sexto título en la Liga MX.

Inicio contigo Alejandro Irarragorri, tu natural inquietud de no permanecer en una zona segura te ha llevado a consolidarte como uno de los dirigentes más vanguardistas que ha tenido el futbol mexicano en su historia.

Tu necedad de permanentemente romper paradigmas es ejemplar, eres un tipo que se vincula emocionalmente con todo lo que haces, tu vehemencia es tal que eres capaz de empujar un ferrocarril.

Has formado un equipo de trabajo directriz joven al igual que tú, que comparte tus locas ideas y, lo más importante, las aterriza y las hace posibles. Eres bravo, eres echado para adelante, en ocasiones tus maneras parecen algo toscas, pero eres un líder de cepa, de esos que arrastran, que aglutinan a los suyos y que destrozan a todos los enemigos.

Tu organización no sólo es destacada en lo deportivo, lo es en lo social, aspecto que no pierdes de vista, el ganar sirviendo con ustedes tomó un hermoso cariz.

Robert Dante Siboldi, cumples con el perfecto perfil para una institución global, un hombre serio, de costumbres honorables, de cercanía con tus subordinados, con clara conciencia de que lo importante son los futbolistas.

Identificas perfectamente que no necesitas aspavientos para que se den cuenta de tu existencia, tu pulcra y elegante gestión deja patente tu medular injerencia ante los que te miran.

En sólo seis meses conseguiste una corona, lo debes tener más que claro; eres un hombre con distinguida inteligencia, pero deberás consolidar tu rabioso inicio en las lides de director técnico en el máximo circuito, pero tu sensibilidad para entender ese difícil puesto, seguro te hará un entrenador de época.

Jonathan Orozco, dentro de una plaga de figuras, tú fuiste la más brillante, te convertiste en ese salvador de partidos que surgen con poca frecuencia, pero que entregan trofeos, no sólo paraste lo parable, paraste lo imposible.

Sé que tu salida de Monterrey fue turbulenta, por ende, este título debe saberte dulce, pero creo que debes desterrar cualquier sentimiento de venganza, lo extraordinario que hiciste en toda la Liguilla no debe tener cabida para ningún sentimiento oscuro, no empañes tu éxito, no lo vale, nada lo vale.

Carlos Izquierdoz, tu liderazgo trascendió, contagió, emuló la hazaña, me quedo con aquel líder que salió a dar la cara con lágrimas por lo vergonzoso de algunas temporadas atrás ocurrido en el club, un hombre a carta cabal digno de ser el jefe de cualquier vestidor, capaz de gozar y reír, y capaz también de reconocer miserias sin el menor empacho, en esta época tan confusa en donde culpamos al de junto, con suma facilidad toparnos con alguien que se hace responsable es digno de toda loa.

Osvaldo Martínez, desde que tengo uso de memoria futbolística, haces todo bien, creo que eres de esos entes que desde que usabas pañal eras maduro, naciste de la edad que tienes ahora, es una maldita delicia observarte jugar, todas las decisiones que tomas no sólo son correctas, son la mejor opción.

José Juan Vázquez, lo tuyo es inconmensurable, no debe existir futbolista que cuando llegue a su casa se sienta más satisfecho por lo realizado que tú, eres generoso en el rubro físico, pero eres igual de generoso en el aspecto estratégico, eres un adelantado, me sumo a la global inconformidad que no estés en la convocatoria mundialista, pero rumiar ese tema te quitará la paz, mejor sé feliz con tus múltiples coronas, lo mereces.

Julio Furch, qué cosa tu andar en la etapa final, fuiste un honorable estandarte en todos los estratos analizables, emergiste como un titán que controló lo que sucedía en cada partido, excelsa tu forma física, tu forma mental, y tu sagacidad, y de paso, aumentaste lo letal, es decir combo perfecto.

Djaniny Tavares, después de varios años se acomodaron los astros, mejor escrito, acomodaste los astros para explotar como nunca, en el mejor momento exhibiste todas y cada una de tus virtudes, las cuales fueron insostenibles para los mejores batallones, lo valioso fue tu purificación, pasaste momentos amargos, de severos cuestionamientos, algunos perversos, y no perdiste el centro, fuiste acumulando tu poder, y cuando decidiste sacarlo a la luz, nadie pudo contenerte porque deslumbraste a propios y extraños con tu trabajo en la cancha.

Brian Lozano, fue bendita tu adquisición, te encontrabas arrumbado, pero la gente del cuadro de Santos que poseen una visión anormal, apostaron por ti, y les duplicaste su confianza, si tengo que elegir a algún futbolista de la etapa final del torneo de Clausura 2018, me quedo contigo sin el menor atisbo de duda, te saliste, la rompiste, fuiste colosal.

Y como escribí al inicio, pensar que las heroicas gestas las consigue un solo individuo es una torpeza, a esta columna le faltaron cientos de nombres que han hecho de Santos una de las mejores organizaciones de Latinoamérica, ofrezco una disculpa por no mencionarlos a todos, pero el espacio lo hace imposible.

¡¡¡Viva Santos carajo!!!