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Opinión

Luis García

El Doctor une el amplio conocimiento deportivo con un estilo propio. Sus geniales comentarios que lo han hecho referente de la TV tienen también su lugar en nuestro diario.

Sublime

2015-11-10 | Luis García
LUIS GARCíA
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Concluyó la deliciosa odisea de los chamacos de la Sub 17 con un honorable cuarto lugar, para mí el único oponente que se les cruzó y que fue sensiblemente mejor fue el gran Campeón Nigeria. Lo que tú Dante Vanzier le hiciste a los mexicanos fue de otro planeta, cuando se enfrenta a un futbolista con tu lucidez y solvencia se parte condicionado, Bélgica no fue mejor que México, sí lo fuiste tú que anotaste un par de goles de época. Sería un yerro y burdo creer que debido al frecuente éxito mexicano en esta categoría se puede minimizar su luminosa exhibición en Chile, acostumbrarnos a lo bueno me parece correcto y necesario, darlo por sentado me parece una estupidez.

Estos jóvenes nos representaron dignamente, expusieron virtudes deportivas y de comportamiento que merecen loas, se manifestaron como voraces competidores en cada duelo que sostuvieron, y convivieron con una plausible educación y clase cuando ganaron así como cuando sucumbieron.

Uno debe ilusionarse cuando observa a adolescentes mexicanos jugar y atender todas las facetas del juego como maduros adultos, seguros de sí mismos, serenos y enfocados, sin cometer locuras y con envidiable prestancia con y sin la pelota.  

Terminé la transmisión del partido y de camino a casa no pude evitar medianamente rascar el pasado, hace 30 años fui parte del primer conglomerado que jugó una Copa del Mundo Infantil, fue en China en 1985, y fue el primer Mundial de la especialidad, y si bien en nuestra cofradía contábamos con gente con notorias capacidades; yo ni cerca era uno de ellos, la comparación de ese añejo grupo con lo observado y vivido en este Mundial Sub 17 en Chile dista mucho en favor de los actuales. Como en todo colectivo existen notas mayúsculas en lo individual, yo en lo particular me decantó por ustedes dos: Alan Cervantes y Pablo López, puedo parecer injusto al no abrazar a varios más, pero estos dos arriba mencionados me sedujeron desde el primer día ante Argentina. Tú, Pablo, cuentas con una extraordinaria capacidad para manejar la pelota y los tiempos, tu natural facilidad de disparar a portería es poco común en nuestro medio, aunada a la eficacia de tus remates, sabes y puedes jugar por dentro o escorado al sector izquierdo, le brindas gran flexibilidad a tu equipo y sin la pelota eres un pulcro gregario. Tú, Alan, cuentas con una dualidad extraña de conseguir, casi nunca te equivocas con la pelota, identificas con meridiana facilidad de donde proviene el flujo de la jugada y siempre aclaras el panorama, y sin el balón eres voraz, eres el que más y mejor recupera el balón de los tuyos, tu velocidad de aproximación es perfecta y rara vez pierdes un duelo uno contra uno.

Mención aparte mereces tú, Mario Arteaga, primero porque confirmas que no se requiere gritar y estar haciendo aspavientos todo el partido para exponer que se es un buen entrenador. Tu inteligencia emocional y cordura contagió a tus jóvenes, los grupos son el fiel reflejo de sus jefes, y tú en los momentos bravos manifestaste ser un jefe coherente, serio y estable, de esos que los jóvenes necesitan en su formación y camino. No te será fácil darle una clara lectura a lo sucedido tanto en Semifinales como en el partido por el Tercer y Cuarto sitio, pero Mario debes estar sumamente satisfecho de tu gestión, de tus chavos y de la asombrosa Copa del Mundo que hicieron. Qué bueno que obtener el cuarto puesto en una competición mundial sepa a poco, pero tú y tu grupo rozaron el tope de sus potestades, y esa es la única obligación de cualquier colectivo.

Se vendrán nuevos y sesudos retos para estos chamacos, espero sean llevados con tiento, será necesario darles el debido cobijo y otorgarles la debida plataforma deportiva para que su crecimiento sea calmo y afianzado, sin prisa ni confusiones de aventarlos al ruedo antes de tiempo para evitar que el ruedo se convierta en matadero. No todos irán ni avanzarán al mismo ritmo dadas las disímiles políticas y filosofías de sus clubes de origen, algunos se quedarán en el camino, ley de vida, pero insisto, la ilusión de que muchos lleguen a trascender es grande, las múltiples muestras de calidad que nos ofrecieron no pueden ni deben ser obviadas.                

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