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Opinión

Luis García

El Doctor une el amplio conocimiento deportivo con un estilo propio. Sus geniales comentarios que lo han hecho referente de la TV tienen también su lugar en nuestro diario.

Todopoderoso

2016-10-21 | Luis García
LUIS GARCíA
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Resulta una delicia verte cercano a una pelota, eres furibundo artista que salta de la ferocidad a la seducción con suma facilidad. Uno debe rendirse a tus pies por tus excelsas maneras de ejercer el oficio de atacante. Eres un delantero total, no existe una arista de esta espinosa demarcación que no domines a placer.

Tu llegada al Barcelona fue sorpresiva y a la vez un reconocimiento a tu sabiduría, ya que te contrataron después de aquella barata reyerta en la Copa del Mundo con Giorgio Chiellini. Cuando se pensaba que serías un apestado, los catalanes, acostumbrados a innovar y a destazar tendencias, te arroparon. Caminando en la cornisa de las suposiciones imagino que el Barcelona sabía que con tu llegada se potenciarían, aunque no estoy cierto que hayan presupuestado que en tan corto tiempo te convirtieras en leyenda.

Y esto tiene que ver en gran medida porque a ti no te condicionó la natural e imponente presencia de Messi. Contrario a otros grandes centros delanteros que pasaron por ahí y que no fueron flexibles, tú hiciste todo lo contrario, tú te adaptaste sin el menor ápice de dificultad a la deidad argentina. Pero lo más valioso de tu sociedad con Lionel son dos tópicos. El primero es que le otorgaste soluciones en el campo que tenía que encontrar en solitario. Y el segundo y más importante es que no te has prostituido por quedar bien con el cacique del vestidor blaugrana.

Cuando tienes que resolver, tú lo haces sin miramientos, cuando visualizas la portería y te sabes con opción de finiquitar la jugada no pierdes el tiempo en otra cosa que no sea destrozar las redes enemigas. Lo anterior, aunado a una generosidad sin parangón, a tu sociedad con Lio, se ha unido también Neymar quien ha aprendido enormidades a jugar a la pelota. La obsesiva forma en cómo los tres se buscan para hacer brillar al otro resulta fantástica e insostenible para sus oponentes. No sólo cuentan con virtudes que no pueden detener ejércitos enteros, aparte se divierten como socios, se ven como socios, se respetan como socios y se tratan como socios, el resultado: un monstruo de tres cabezas que devora rivales.

Pero regresando a tu aportación al juego, Luis Suárez, está facilidad para mimetizarte con tus compañeros no es nueva, tú te adaptas con sencillez a las necesidades o posibilidades de tus clubes, lo hiciste en el Ajax, lo hiciste en Liverpool y lo hiciste y haces en la selección uruguaya. Cuando debes jugar como un llanero solitario te rebuscas la vida para solventar los galimatías de estar en inferioridad numérica, y cuando te rodean de tipos capaces te pones a bailar con ellos y los elevas. Maravillas en cada jugada en la que participas, identificas con sofisticada claridad cuándo pasar la pelota, cuándo sacarte a un defensor de encima, cuándo jugar de un toque, cuándo rematar a gol, cuándo pelear, eres una perfecta e inteligente máquina para desarrollar el juego.

Entiendo que en la actualidad existen dos personajes que acaparan la cima del mundo, tu compañero Messi y Cristiano, dos entes que viven en una dimensión desconocida e inalcanzable. Pues bien, creo fehacientemente que tú no circundas en una galaxia tan alejado de estos dos extraterrestres, si no vives con ellos me atrevería a decir que vives en la casa contigua. Tú dignificas la profesión de centro delantero, la magníficas en cada pequeña oportunidad que se te presenta, creas magia con una voracidad que asusta y enamora a la vez.

Concluyo como inicié este texto: observarte gestar tus malabares dentro de una cancha, dentro y fuera del área, sencillamente resulta irresistible.

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