Xolos: Sustentada

Por todos es sabido que el futbol nacional es una especie de montaña rusa en donde las subidas y bajadas de la mayoría de sus participantes son frecuentes, y en ocasiones sumamente pronunciadas. Y el club de Tijuana no es, ni puede ser ajeno a tan agreste tendencia, pues después de un espeluznante inicio han hilvanado múltiples victorias y hoy son terceros de la general con total garbo.

Trece puntos de 24 jugados tampoco significa que han realizado una temporada de ensueño, lo que sí ha sido fascinante es el envión que han generado durante los últimos duelos. Desde algunos ayeres que lograron ascender, los Xolos manifestaron que no estaban de paso, que no serían de esas innumerables franquicias emergentes que llaman la atención durante efímeros lapsos, y después desaparecen y se borran incluso de la memoria. Ellos llegaron para establecerse por y para siempre, y es cosa de revisar cada uno de los estratos en los cuales cada entidad deportiva debe ser analizada.

Sus instalaciones son excelsas, su pintoresco estadio está en permanente renovación y mejora. El vestidor de local es como entrar a otra dimensión, a otra galaxia, uno se empequeñece nada más al cruzar la primera puerta, vanguardia en cada uno de los tópicos, en el gimnasio, en la cuestión médica, en el espacio destinado a cada jugador, en los baños y demás exigencias que cualquier deportista de alto rendimiento demandaría para sentirse feliz y amparado.

La atención al cliente es otro de los rubros en donde son referencia, debido a que su plaza es frontera, no sólo han buscado expandir su marca hacia abajo tratando de copar parte de la República Mexicana. No, su visión de negocio es amplia y han hecho todo lo imaginable para darle al compatriota que vive del otro lado de la frontera las facilidades para que sea parte de la organización. Como ejemplo es el gran logro de ser uno de los clubes con mayor número de abonados, siendo que muchos de ellos radican en los Estados Unidos, y no podemos obviar el poderío y la derrama económica que los mexicanos apostados en la nación vecina poseen, con suma agudeza han logrado que los dólares se gasten en Tijuana y en sus queridos Xolos.

Atendiendo específicamente la sección deportiva, la gestión ha sido fascinante, desde la cabeza máxima que eres tú, Jorgealberto Hank, que te involucras con sentido y sosiego en las contrataciones, siendo uno de los más eficaces en cuestión de scouteo. La cantidad de futbolistas que han traído a sus huestes para luego revender en descomunales precios es absurda, se han convertido en proveedores de primera calidad para varios equipos en México y fuera de aquí. Otro destacado aspecto es su necedad; bien entendido el concepto, por buscar entrenadores ajenos a los mismos de siempre, a esos que se suben y se bajan de la misma rueda de la fortuna. Su osadía por explorar en extraños parajes en cuanto a directores técnicos se refiere, es otro de sus sanos aportes a la pelota en nuestra nación. Su sagacidad para hacerse de futbolistas mexicoamericanos es otra marca registrada, otra inteligente forma de sacar provecho a su vínculo territorial con el Tío Sam.

Un hombre esencial en las buenas estrategias deportivas de la entidad eres tú, Ignacio Palou, a diferencia de muchos dirigentes deportivos, tú gustas de vivir alejado de los reflectores, tu sobria naturaleza te permite moverte con brillantez y sin incordiar. Tus pulsaciones siempre están en punto más bajo de la media, lo cual te impide tomar arrebatadas resoluciones, rara vez te alteras, la cabeza por encima del estómago, el resultado, un hombre cabal, educado y sabio, eres un medular activo de los Xolos.

Otro plausible acierto gestado desde la cumbre fue tu llegada, Eduardo Coudet, otro atípico entrenador fuera de la típica corta mirada que se tiene en México para contratar entrenadores. Tu pasado reciente con Rosario Central fue muy bueno, en un futbol argentino en donde la fricción, lo apretado y lo denso imposibilita siquiera pensar en la estética del juego, tu dirigencia vivió abrazada al respeto por las buenas maneras y el balón. Aunque siempre fuiste un mandón en la cancha, y se intuía tenías el perfil para dirigir, la verdad es que no llevas mucho tiempo haciéndolo, tu periplo en esta volátil profesión comenzó apenas en el 2015. Aspecto que reitera la fusión de osadía y buen estudio con el que cuenta tu nueva institución fronteriza.

Cuando un club sufre varias migraciones de futbolistas célebres es cuando se puede saber de la real estructura deportiva de las organizaciones. Hace pocos meses se fueron de Xolos ustedes, Guido Rodríguez, Milton Caraglio y Avilés Hurtado, por nombrar a los más rimbombantes, y cuando se pensaba vendría un cataclismo, la turbulencia apenas duró. Llegaron caudillos de la envergadura de ustedes: Aguirregaray, Guido, Musto, Bou, Iturbe, Bolaños y algunos más. Hombres con disímiles virtudes a los que se marcharon, pero que han logrado darle continuidad a una boyante historia, todavía no tan larga, pero sumamente sólida, en permanente ascenso y con ejemplares resplandores de cómo manejar una institución, que si bien es regional, es lo suficientemente humilde e inteligente para ir con tiento, cacumen y argumentos expandiendo sus enormes alas hacia otras estancias.

Celebremos la existencia de los Xolos de Tijuana, pero celebremos aún más su excelsa gestión del recurso humano y del recurso deportivo.