Los finalistas no respetan tanto la pelota

Milán se viste de gala y lo hace, fiel a su costumbre, apelando al histórico mote que le distingue: ‘La capital de la moda’.

En esta ocasión el motivo no es la industria textil, ésa estará presente, pero no será el alma de la fiesta. El invitado de honor para este histórico día es: ‘La pelota’.

La buena es que cómo cada año, un partido paraliza al mundo, reuniendo a la crema y nata de este maravilloso deporte; la mala, que quienes hoy accedieron a esta Final no respetan tanto al principal protagonista.

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