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Opinión

Rubén Rodríguez

El periodista de Fox Sports llega a RÉCORD para revelarnos las bombas del futbol nacional y de la Selección Mexicana.

Slim... el futbol pierde bandera

2017-09-07 | Rubén Rodríguez
RUBéN RODRíGUEZ
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Hace meses dábamos cuenta de la ruptura entre Grupo Pachuca y América Móvil del ingeniero Carlos Slim. Una ruptura tras exitosos logros y un recuerdo profundo será el día en que el que fuera el hombre más rico del mundo dejó de creer en el futbol mexicano. Dejó de ser sostén, equilibrio y apoyo para el grupo de choque que varias veces intentó acomodar las cosas o corregir un poco el cauce del futbol mexicano.

La partida de Slim es un duro golpe para los que buscan un cambio, para reacomodar el futbol mexicano y que sea más parejo. La eterna imagen del hombre que podía poner sus recursos en contra del sistema (en todo ámbito), se va a extrañar como bandera. Hoy, Pachuca no pierde, pierde el futbol, y no hablamos de dinero, sino de peso en presencia y contrapropuesta.

Monterrey no quiso y no podía
Mucho se ha cuestionado el nombramiento de San Luis Potosí como sede para el juego del 6 de octubre del Tri; pero algunos pudieron tenerlo y no lo quisieron. En Monterrey, en sus dos estadios, no se pudo cerrar: uno por patrocinios y el otro por tema de operatividad.

Otras ciudades condicionaron muchísimo a la Selección, por lo que la opción de San Luis fue la más viable. Una plaza que se comportará y apoyará sin miramientos.

Fuertes y unidos
El Tri camina rumbo a un Hexagonal histórico, pero lo mejor que tiene este equipo es un grupo como nunca antes lo había tenido: sólido, maduro y unido, que invitan a entrar al de afuera y al que no quiere estar, lo respetan.

Una burla de la Liga MX
Auténtica falta de respeto de la Liga MX que a medio torneo permita contrataciones y presentaciones de jugadores. Y más cuando al mexicano, que en teoría tendría mejor lugar, opciones y oportunidad en ‘su Liga’, le dan dos horas para arreglar su futuro inmediato. Lo hacen como gustan, a pesar de ser la materia prima. Una Liga seria no puede permitir ser el juguete de los dueños y que cada año se sigan cambiando estatutos para beneficios individuales.

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