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Opinión

Barça-Madrid, up&down

2015-11-24 | Santi Nolla
SANTI NOLLA
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El Barcelona ha crecido mientras que el Madrid ha ido cayendo. La comparación entre los dos clubes en los últimos diez años es claramente favorable al club blaugrana, aunque los blancos hayan tenido puntas de éxito. El futbol de uno y otro es distinto. El Barça ha consolidado un estilo y el Madrid aún no ha encontrado una línea. Los blancos salieron al Bernabéu el pasado sábado a ganar el partido, con una alineación impresionante y muchas ganas de reivindicación. Dispusieron de tiempo suficiente para preparar el Clásico. El Madrid salió bien a presionar arriba al Barcelona, pero se dio cuenta muy rápido que este Barça sacaba limpia la pelota y los blancos no hacían daño tan adelantados. Bajaron cinco metros y los blaugrana aprovecharon para adelantar la defensa casi al centro del campo para jugar en el terreno de juego del Real.

Superior
El Barça fue superior al Madrid durante todo el partido. El equipo de Benítez dudó demasiado. La sensación que dio la alineación puesta por el técnico, es que obedecía a un pacto con los jugadores, que se habían quejado de jugar en un equipo excesivamente defensivo. Con todos los cracks sobre el campo, el Barça los arrasó. Benítez hizo caso a los futbolistas, sentó a Casemiro en el banquillo, aunque había sido su futbolista-bandera hasta ese momento, y el equipo perdió por goleada.

No fue porque el Madrid estuviera mal, es porque el Barça estuvo muy bien. Salió con el balón controlado, sin apenas fallos, mantuvo la posesión en el mediocampo, fue vertical en la delantera y supo presionar con  seriedad cuando no tenían el balón. Las armas que ha incorporado Luis Enrique, sobre todo la verticalidad en ataque, están dando sus mejores frutos. El equipo mantiene la base del estilo y utiliza la velocidad y el talento de sus hombres para llegar más y más rápido a su objetivo: marcar para ganar.

Genial
Luis Enrique acertó consensuando con Messi su salida tras el descanso y, en cambio, Benítez falló en su pacto con el vestuario. Lo peor para el Madrid del día del Bernabéu no es caer humillado por un  0-4 es que el equipo de Keylor, Ramos, Marcelo, James, Cristiano, Benzema o Bale fue incapaz de ganar al Barça con Messi...y sin Messi. La entrada del argentino mejoró el juego blaugrana, pero antes ya se había hecho un trabajo excelente y se había superado al adversario blanco.

Neymar y Suárez han sido clave en la sustitución del mejor jugador del mundo y, a partir de ahora, contarán con su colaboración, más la suma de Aleix Vidal y Arda Turan que se incorporarán en enero. La etapa que se había calificado de “supervivencia” se ha saldado con un sobresaliente, con el equipo líder de la Liga sacándole cuatro puntos al segundo clasificado, el Atlético de Madrid y seis al Real.

Impresionante
Es difícil destacar a alguien cuando todo el equipo estuvo a una gran altura. Eso es lo que le pasó al Barça en Chamartín, pero Iniesta se fue del campo ovacionado por aficionados madridistas. No solo por el partidazo que hizo y por su talante de futbolista excepcional, sino también porque la afición del Madrid aún le premia el gol que llevó a la selección española a ganar el Mundial de futbol de 2010. En el Bernabéu logró un golazo, dio una magnífica asistencia y lideró al equipo en el mediocampo.

Iniesta fue el líder necesario
Desde que se puso el brazalete de primer capitán, el ‘Manchego’ ha cambiado y se ha erigido en el auténtico referente del equipo. Cuando el Barça que presidía Rosell le dijo que debería liderar el equipo y le renovó por cinco temporadas cuando tenía 29 años (2013) se pudieron escuchar algunas críticas que hoy se han tornado en aplausos.  

El papel de Iniesta en este equipo es impagable. No es extraño que Luis Enrique dijera que era “patrimonio de la humanidad” en la rueda de prensa posterior al Clásico. Su fútbol forma parte de la mejor historia de este juego. Cristiano, el sensacional futbolista portugués, en cambio, está en horas bajas. Da la sensación de no estar a gusto en un equipo que no ha acabado de encontrar cuál es su auténtico sistema de juego.

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