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La crisis del Barcelona

2017-08-19 | El Sopitas
EL SOPITAS
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No es la primera vez que lo digo, pero día que pasa, día que se confirman mis sospechas: el Barcelona es el viejo Real Madrid y el Madrid es el nuevo Barcelona. Todo lo que sube debe de bajar y viceversa.  Lo dice la física, y desde hace varios años todos sabíamos que el ciclo del Barça que maravilló a todo el mundo estaba por llegar a su fin. Lo que nadie pensaba ¡es que lo haría de una manera tan desastrosa como la que estamos viendo! Peor aún es que no parece que la solución vaya a llegar de un día para otro y, por el contrario, puede que la desesperación los haga cometer más errores. Así que este fin de semana repasamos los 5 pecados de la crisis del Barcelona.

Ausencia de proyecto
Si algo caracterizó a esa aplanadora llamada Barcelona era precisamente el proyecto que se había trazado desde un principio: un equipo con identidad propia dentro y fuera del terreno de juego. La combinación de figuras, con promesas de La Masía, una identidad que se inculcaba desde fuerzas básicas a los jugadores y que por lo mismo era mucho más fácil trasladar al ámbito futbolístico; sin embargo, el Barça se perdió en las glorias, los triunfos, y enfocó su esfuerzo en convertirse en una marca global, en vez de ser un equipo global. Y la pregunta que hoy deberíamos hacernos es ¿cuál es el proyecto de este Barcelona?

Mala gestión
La respuesta a esa pregunta es mucho más importante de lo que parece, pues a partir de ello deberían girar todos los esfuerzos de la institución, buscando siempre tener a las personas idóneas para lograr el objetivo. Dicen por ahí que un buen líder suele hacer maravillas con personas promedio, pero un mal líder puede hacer que hasta las mejores personas terminen por bajar su rendimiento. ¿Les suena conocido?  En el caso del Barça es obvio que se han tomado malas decisiones, partiendo desde la cúpula (¿había una necesidad imperante de fichar a Neymar en medio de todos esos tratos turbios?) hasta los propios aficionados, que ante la avalancha de triunfos y trofeos comenzaron a cuestionar y menospreciar los triunfos y títulos que se conseguían.

Soberbia
Esto último es un reflejo de la soberbia que emanaba de la entidad culé, una soberbia que justo era lo contrario a lo que el equipo buscaba proclamar en un principio, cuando a través del tiki-taka se encargaba de simplificar el futbol de una manera altamente sofisticada. Esta soberbia fue la que terminó por colmar la paciencia de Luis Enrique, quien aun ganando un triplete escuchaba cuestionamientos, pero también esta soberbia es la que dio juego a la novela de Neymar (¿se acuerdan cuando creían que el jugador no dejaría al Barça o que nadie pagaría 222 millones de euros por él?) y también ha hecho que muchos equipos se nieguen a negociar hoy en día con el conjunto culé, (saludos al Liverpool y BVB).

Cierre de La Masía
Durante mucho tiempo, el Barcelona no tuvo necesidad de romper el mercado de fichajes porque sus mejores contrataciones provenían de su propio sistema; sin embargo, el abandono que se ha dado a La Masía y el destierro que han sufrido sistemáticamente algunos de los jugadores graduados de la academia (el caso más reciente es Sergio Samper, a quien le dijeron que no tendría dorsal, para dárselo a Paulinho) han hecho que el Barcelona se vea ahora en la necesidad de comprar una ‘bomba’ que apacigüe los ánimos y la ansiedad provocada por la salida de Neymar.

Fichajes
Sin embargo, los fichajes no han sido el fuerte de esta directiva del Barcelona, y ejemplos hay muchos. Podemos dar el beneficio de la duda a Paulinho, pero ¿qué hay de Thomas Vermaelen, Jérémy Mathieu, Denis Suárez, Aleix Vidal, Arda Turan o Paco Alcacer? Y no es que sean malos jugadores de futbol, pero claramente no han sabido encontrarse en el sistema del Barcelona, y por lo mismo su rendimiento ha terminado por ser paupérrimo y así convertirse en muy malos fichajes. ¿Ahora entienden por qué la crisis del Barcelona?

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