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¿Por qué nadie nos quiere?

2018-08-18 | El Sopitas
EL SOPITAS
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¿Por qué desperdiciar tiempo y dinero en cosas banales como el nuevo aeropuerto cuando se podría hacer una necesaria y urgente consulta popular para decidir al próximo técnico nacional?

Y es que después de los batazos que nos han dado en las últimas semanas -desde el mismísimo Juan Carlos Osorio, pasando por André Villas-Boas, Ricardo Ferretti, Mauricio Pochettino, el ‘Tata' Martino o Ricardo Gareca (más los que no sabemos)- ¡es imposible no sentirnos más rechazados que Cirilo por María Joaquina en 'Carrusel'!

Para millones de aficionados pudiera ser el mejor trabajo del mundo, para los técnicos más respetados del orbe no es más que un ‘peor es nada’, por no decir un tramposo trabajo del que difícilmente se puede salir bien librado. Así que ¿por qué no aprovechamos el fin de semana para revisar cuáles son las razones por las que ningún técnico nos pela?

1 Ausencia de proyecto

Qué fue primero ¿el huevo o la gallina? Y es que, como un simple e ignorante aficionado, me parece que antes de buscar técnico, la Federación de Futbol debería definir el proyecto que busca, ¿a qué queremos jugar? ¿cuáles son los objetivos? ¿a qué plazos? Si me dicen que el proyecto ya se tiene, entonces habríamos de darle una buena revisada, ¡porque los perfiles de los técnicos a los que se han acercado hasta ahora son completamente distintos! Ahora que si el proyecto es “calificar al quinto partido” o “ser campeones del mundo en el 2026”, podemos entender por qué todo mundo nos aplica el “gracias, pero no, gracias”. Al final del día me queda la impresión de que cuando se tiene claro el proyecto, las expectativas, el material humano y las condiciones con las que se cuentan, lo de menos es un técnico de renombre, sino aquel que sea capaz de hacer girar toda la máquina. 

2 Esos malditos partidos moleros 

A estas alturas podríamos pensar que los ‘partidos moleros’ se han vuelto un cliché, pero si ustedes tuvieran la oportunidad de dirigir a una selección que se toma en serio las fechas FIFA, que busca rivales reconocidos indistintamente de jugar en casa o fuera de ella y cuya prioridad sea cumplir con los objetivos deportivos, o dirigir a una selección cuyos últimos partidos de preparación previos al Mundial de Rusia fueron contra Islandia, Escocia o Gales ¿a quién escogerían?

Vaya, pongámoslo en términos más cotidianos. ¿Que prefieren: llevarse unos buenos triunfos y catorrazos jugando FIFA en modo leyenda o sentirse que son los reyes del videojuego porque siempre lo juegan en modo principiante?

3 Pocas oportunidades para desarrollar talento

‘Don’t hate the player, hate the game’, dice aquella frase gringa que bien podría aplicarse para los técnicos de nuestra Selección, quienes muchas veces son señalados por no desarrollar nuevo talento, cuando en realidad los que cierran las puertas a los jugadores jóvenes son los propios equipos de nuestra Liga, que en vez de desarrollar a sus propios jugadores, prefieren gastar millones y millones de dólares cada seis meses en extranjeros que difícilmente terminan por despuntar. ¿Alguien dijo comisione$$$?

4 La bipolaridad del aficionado 

Dice mi mamá que ‘ningún chile nos embona’ y tal vez tenga razón. Y después de ver cómo pasamos los últimos cuatro años, cuestionando, atacando, y acosando a Juan Carlos Osorio, para después hacerlo héroe nacional tras el triunfo con Alemania, me queda claro que no somos una afición confiable.

Por el contrario podría asegurar que el desgaste del nuevo técnico comenzará desde el momento en el que se le contrate, ¡aunque ni siquiera haya dirigido un solo entrenamiento! Que si es bueno, que si es malo, que por qué extranjero, que por qué mexicano, que si había mejores o nos quedamos con el menos peor. ¿Se imaginan vivir con eso cuatro años? No, gracias.

5 Torneos oficiales poco atractivos

Por último no podemos ignorar que todo jugador y técnico aspira a lo máximo, y mientras algunos pueden disputar la Eurocopa, la UEFA Nations League o la Copa América, nosotros lo más que podemos ofrecer a nivel selección es ¿ganar la Copa Oro y el Hexagonal de CONCACAF?

Lo peor es que ¡hasta eso nos cuesta trabajo! ¿Ahora entendemos por qué ningún técnico de nivel mundial quiere dirigir a México?

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