Boston, tan cerca y tan lejos

El pasado lunes 14 de septiembre se abrieron las inscripciones al maratón de Boston, una de las competencias más codiciadas por los corredores, ya que para obtener un lugar no basta con pagar o entrar a un sorteo, sino que es necesario lograr una clasificación a partir de una marca de tiempo establecida por los organizadores. Los tiempos clasificatorios están divididos en rangos de edad y son diferentes para hombres y mujeres. Por ejemplo, un corredor de entre 35 y 39 años debe correr los 42 kilómetros en 3hrs 10min o menos; en el caso de las mujeres de la misma edad, el tiempo requerido es de 3hrs 40 min. En el siguiente bloque de edad (40 y 44 años) los hombres deben de lograr un tiempo de 3hrs 15min, las mujeres 3hrs 45min.  

Estos son tiempos de carrera muy por debajo del promedio (4hrs 30min) de un corredor ‘común y corriente’. Los corredores que logran estas marcas clasificatorias son rápidos, muy rápidos. Y a pesar de que pudiera parecer inalcanzable para muchos, estos estándares de clasificación están siendo alcanzados cada vez por más atletas a nivel mundial, lo que ha hecho que la demanda de lugares para participar sea mayor que la oferta que puede sostener la Asociación Atlética de Boston.

Correr rápido no es suficiente  
Hasta el año 2009 lograr el cronometraje requerido bastaba para obtener un lugar, pero fue a partir de 2010 (cuando las inscripciones se agotaron en 8 horas), que los organizadores tuvieron que implementar un sistema de registro para dar prioridad a los corredores que tuvieran mejores tiempos. Es decir, que su tiempo clasificatorio fuera más rápido que el requerido en relación con su edad y género. De tal forma que hoy en día en la primera semana las inscripciones están abiertas para quien ha logrado un tiempo 20 minutos menor al solicitado, después seguirán los que mejoraron el requerimiento en 10 minutos y, posteriormente, los de 5 minutos. En la segunda semana, se abrirán las inscripciones a todos los clasificados, en la cual, los corredores más rápidos tendrán preferencia sobre los menos rápidos. Y en la tercera semana, si aún hay espacios disponibles, se abrirán nuevamente las inscripciones para aquellos que tienen tiempos clasificatorios y que no alcanzaron a inscribirse en las semanas previas.

Para el maratón de 2014, fueron 2,976 corredores los que se quedaron sin lugar. En estricta teoría, habrían logrado el estándar de tiempo según su género y edad, teniendo una diferencia de menos de 1 minuto y 38 segundos. En 2015 el corte de tiempo fue de 62 segundos, resultando en 1,947 corredores que no pudieron correr. Lo que pasará para el registro de 2016 es impredecible, pero se definirá en los próximos días.

Si usted no corre, pregúntele a cualquier corredor que haya clasificado a Boston lo que requirió de su parte y es casi seguro que obtendrá una historia que involucra varios años, entrenamiento duro, muchos intentos fallidos, frustración, perseverancia y, finalmente, el día de la carrera perfecta.

Y a usted que ya tiene su ‘BQ’ deseo que las leyes de la oferta y la demanda lo favorezcan y le regalen unos segundos de suerte al momento de la inscripción.