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Opinión

Vero Velázquez

Una experta del mundo Running, quien nos dará los mejores tips para correr y llevar un estilo de vida saludable.

Correr después de la tormenta

2017-04-14 | VERÓNICA VELÁZQUEZ
VERÓNICA VELÁZQUEZ
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La semana pasada les contaba sobre el Maratón de Boston, que se llevará a cabo el próximo lunes y que es, para todos los que lo corren, el sueño dorado después de años de preparación y esfuerzo para obtener un lugar.

Este año tendré la fortuna de estar en el maratón como espectadora y la verdad es que mi emoción es tal, que hoy no puedo hablarle de otra cosa que no sea de este gran evento.

Le tengo una buena historia, siga leyendo. Este maratón es emblemático por un sinfín de razones y seguro que cada uno de los 30 mil corredores que participarán tienen anécdotas digas de estar en un gran libro lleno de inspiración.

Pero en esta ocasión le quiero contar del único corredor que hace el Maratón de Boston, desde hace 30 años, una vez terminada la carrera. Su disparo de salida es justo cuando todos los participantes ya cruzaron la meta.

Se trata de Dave McGillivray, el director técnico del maratón, que ejerce el puesto desde el año 1988. McGillivray corre el maratón de la misma forma que dirige la competencia: tras bambalinas.

Una vez que los equipos de limpieza y logística están limpiando el confeti de las calles, él completa los 42 mil 195 kilómetros en las calles de Boston. Corre de noche, sin la porra de la gente, sin abastecimiento de voluntarios y lo hace así. Ahora le cuento por qué lo hace.

En 1972, Dave decidió que correría el maratón de Boston por primera vez; sin embargo, no logró terminar la competencia. Apenado con su abuelo, quien era su espectador en aquella ocasión, se disculpó por haber fracasado.

Su abuelo le dio una lección importante al decirle: ‘No fracasaste, aprendiste que no puedes ir por la vida poniéndote metas precipitadamente. Entrena y regresa el próximo año, yo estaré ahí’.

Dos meses después el señor murió y Dave se prometió a sí mismo correr el maratón cada año por el resto de su vida, en honor a su abuelo y en agradecimiento a la lección que le dio.

Al año siguiente, cumpliendo su promesa, se inscribió a la competencia y arrancó. En la milla 21 sintió mucho cansancio y se tiró al piso, al mirar dónde estaba se dio cuenta que era justo en el cementerio donde estaba enterrado su abuelo.

Había cumplido su promesa, sintió su presencia. Se levantó, siguió corriendo y por supuesto terminó.

Desde entonces, Dave corre el Maratón de Boston año tras año. Sin embargo, desde que es director de este evento, su principal prioridad es cumplir con su trabajo y asegurarse que la logística y seguridad del evento sea lo más cercano a perfecta.

Así que ahora, cumple con el compromiso con los corredores, consigo mismo y con su abuelo. Este lunes completará el trayecto por cuadragésima quinta vez. Será la trigésima vez consecutiva que lo corra de noche y su maratón número 146.

De acuerdo con sus declaraciones recientes, tiene un secreto para no sentirse solo en la ruta: durante la competencia recorre la ruta en motocicleta, así que vive de cerca el entusiasmo de la gente, que ‘guarda en su cabeza’, para después replicarlo y creer que siguen ahí para él.

También asegura que disfruta la calma de correr después de la tormenta. ¿Se imagina usted correr un maratón ya que todos los demás terminaron?

La experiencia debe ser interesante. Mi admiración a Dave y a los otros 29 mil 999 corredores que participarán en Boston este lunes.

Mis porras con ustedes. ¡Mucho éxito!

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