opinion.vero-velazquez.correr-te-hace-mas-inteligente
Opinión

Vero Velázquez

Una experta del mundo Running, quien nos dará los mejores tips para correr y llevar un estilo de vida saludable.

Correr te hace más inteligente

2016-07-29 | Verónica Velázquez
VERóNICA VELáZQUEZ
Comparte en:
Contenido Patrocinado

Los resultados de un estudio científico reciente, que se realizó en Estados Unidos, sugieren que el entrenamiento de resistencia a largo plazo, por ejemplo, correr, puede alterar los músculos de tal forma que se activan cambios en el cerebro, ayudando a fortalecer habilidades como el aprendizaje y la memoria.

Es sabido que realizar actividad física tiene múltiples beneficios para el cerebro. En estudios con ratones se ha encontrado que el ejercicio genera un proceso llamado neurogénesis, que es la creación de nuevas células cerebrales cruciales para el adecuado funcionamiento del pensamiento y la memoria. Y si bien los científicos afirman que la estimulación mental es importante para la salud del cerebro, este nuevo estudio indica que la estimulación física es aún más potente.

Los investigadores del Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) fueron quienes decidieron estudiar el impacto del ejercicio vigoroso en el cerebro.

Recientemente comenzaron a preguntarse si algunos cambios neuronales podrían darse lejos del cerebro mismo, en concreto, en los músculos, que son la parte del cuerpo más impactada por el ejercicio.

Al ejercitarnos los músculos se contraen, se queman calorías y se segregan una gran cantidad de proteínas, hormonas y otras sustancias. La hipótesis de este experimento justo inició por la sospecha de que estas sustancias emigran de los músculos al torrente sanguíneo, llegando al cerebro, donde muy probablemente generan algún impacto.

Así que para el nuevo estudio, en el NIH se analizaron células musculares de ratones de manera aislada y se rociaron con una sustancia que afecta el metabolismo celular, imitando el ejercicio aeróbico. Es decir, hicieron creer a las células que estaban corriendo.

Posteriormente, se analizaron las sustancias que las células musculares segregaron después de sus pseudo-entrenamientos, y se estudiaron específicamente aquellas que podrían llegar al torrente sanguíneo y al cerebro. Particularmente se estudió una proteína llamada Catepsina B, que es la encargada de ayudarnos a en la recuperación, de aliviar el dolor muscular y de limpiar los desechos celulares que se generan después de un entrenamiento.

Para determinar si la Catepsina B podría estar involucrada en mejorar la salud del cerebro se analizaron las concentraciones de esta proteína y su impacto en la memoria en un grupo experimental, no sólo de ratones, sino también en monos, hombres y mujeres.

Tanto los animales como los humanos realizaron entrenamiento vigoroso durante cuatro meses, corriendo en sesiones de una hora o más, tres veces a la semana.

Durante ese tiempo, la concentración de Catepsina B tanto en los animales como en los humanos, aumentó de manera constante, y todos los corredores obtuvieron mejores resultados en pruebas de memoria y el pensamiento.

El hallazgo más sorprendente fue que los voluntarios humanos que mejoraron su rendimiento físico, por haber entrenado con intensidad, no sólo tuvieron niveles más altos de Catepsina B en la sangre, sino que también sus resultados de las pruebas cognitivas fueron mucho mejores. Es decir, después de cuatro semanas, no sólo tenían una mejor capacidad cerebral, sino  mucha mejor resistencia física.

Para reconfirmar los primeros resultados del experimento, los investigadores hicieron la prueba de eliminar por completo la proteína en ratones y otros animales.

Lo que encontraron es que su capacidad de retener información y aprender después de correr era mucho más baja, comparada con los animales que sí podían producir la proteína. Correr no les había ayudado a ser más inteligentes, porque carecían de la sustancia crítica que se genera corriendo.

La conclusión de esta investigación es que nuestro cerebro funciona mejor cuando está inundado de Catepsina B y producimos más de esta proteína cuando hacemos ejercicio. La duda que sigue pendiente a resolver es cuánto ejercicio se necesita para tener los beneficios.

Según los investigadores este estudio tuvo un régimen ‘bastante intensivo’, al menos para los corredores humanos.

Y si el entrenamiento al que fueron sometidos fue de sesiones de poco más de una hora, tres veces a la semana, estoy segura que al menos todos los que estamos entrenando para un maratón, ya tenemos ganado el bono de la inteligencia.

Contenido Patrocinado