El cansancio como señal

En días recientes me he encontrado con una buena cantidad de corredores que hicieron el Maratón de la Ciudad de México y que se sienten tan bien post-maratón, que ya están ansiosos por volver a correr. Es decir, su preparación fue tan buena, que su cuerpo no sufrió secuelas notables después de correr 42 kilómetros.

Obviamente, están también los que siguen sufriendo para subir y bajar escaleras y que piensan que no quieren volver a correr en varios meses, ¡los entiendo amigos, yo pasé por ahí alguna vez!

Pero resulta que me he cruzado con puro afortunado ileso del maratón; que merecen todos los aplausos por haber sido aplicados en su entrenamiento, pero también merecen un 'jalón de orejas', porque se les está olvidando que correr una distancia como el maratón es un esfuerzo mayúsculo para el cuerpo.

Si usted está dentro de este grupo, vengo a recordarle que correr 42 kilómetros genera un desgaste importante en el sistema musculoesquelético que, aunque no 'duela', está ahí y se requiere de cierto tiempo para resarcir los daños.

Puede ser que usted se sienta perfecto y sin dolores la semana posterior al maratón, quizás es la emoción y la felicidad de ser maratonista; pero hay señales que envía nuestro organismo y que no se deben ignorar. ¿Cuáles son estas señales? Además de las evidentes, como el cansancio, el sueño y el dolor, hay otras formas en las que el cuerpo en su infinita sabiduría nos avisa cuando algo le hace falta.

Los antojos, por ejemplo, cuando están derivados de una reacción fisiológica, señalan los nutrientes que nos hacen falta. Un caso clásico es el antojo de chocolate, que puede deberse a deficiencia de magnesio, un mineral crítico en la recuperación muscular. El antojo por comida dulce en general, puede derivarse de deficiencia de zinc, un elemento muy importante para la síntesis de proteína y el equilibrio de testosterona, una hormona que contribuye al progreso de la salud y los esfuerzos de incrementar masa muscular. El zinc lo encontramos en los vegetales de hoja verde, la carne de res, las semillas de calabaza, la linaza, el cacahuate, el ajonjolí, los garbanzos y el germen de trigo.

Pensemos, ¿cuál es la reacción natural que tenemos cuando tenemos hambre o antojos? Empezamos a imaginar con qué saciaremos nuestro apetito y eventualmente comemos. ¿Y qué hacemos los corredores cuando sentimos cansancio? En la mayoría de los casos, ignorarlo.

El cansancio es una señal, así como lo es el apetito, la sed o los antojos. Sentir fatiga indica que el cuerpo no se está recuperando adecuadamente y necesita descanso; porque en realidad, es en estos momentos cuando sucede la mejora y permite que los siguientes entrenamientos sean más exitosos.

¿Cuánto descansar? Después de un maratón, mínimo una semana sin correr. Y dependerá de cada entrenador, pero lo recomendable es hacer al menos otra semana con descanso activo, es decir practicando otro deporte que no sea correr.

Por favor, amigo corredor si no pudo calmar sus ansias y se puso a correr inmediatamente después del maratón, dese una semana de descanso. No olvide que nuestro sistema necesita tiempo para reparar los músculos, las articulaciones y los tejidos; y que eso requiere de cierto periodo de tiempo en el que debemos de concentrarnos en comer
bien, hidratarnos y dormir suficiente. No ignore las señales de cansancio, no es una pérdida de tiempo, al contrario, el cuerpo se lo agradecerá con mejor rendimiento, se lo aseguro.