La magia de los diez mil pasos

La recomendación de las organizaciones de salud es hacer ejercicio moderado, como caminar por 30 minutos todos los días. Sin embargo, en los años sesentas surgió una nueva métrica respecto a cuánto ejercicio, y específicamente caminata, es lo óptimo para estar saludables.

El número mágico son 10 mil pasos, y lo curioso de esta métrica es que no fue establecida con base a ningún estudio científico, sino que fue determinada por una compañía japonesa como parte de una campaña de mercadotecnia para promover la venta de podómetros.

Los dispositivos medidores de pasos se lanzaron con el nombre de ‘manpo-kei’ que significa en japonés ‘medidor de 10 mil pasos’. A la gente le hizo sentido la idea y la métrica, así como los medidores, comenzaron a ganar popularidad.

Desde entonces, se han realizado muchas investigaciones para confirmar los beneficios de esta métrica sugerida y se ha encontrado que sí aporta importantes beneficios para la salud.

Un estudio encontró que las mujeres que incrementaron el número de pasos que dan al día a un número cercano a los diez mil, tuvieron una reducción en la presión arterial al cabo de seis meses.

Lo mismo con mujeres con sobrepeso, que lograron mejorar sus niveles de glucosa en sangre. En otro estudio, se descubrió que caminar al menos una hora al día reduce el riesgo de padecer infartos en hombres mayores de sesenta años hasta en un 35 por ciento.

Médicos y cirujanos han adoptado este indicador, considerando que es una buena guía para disminuir el riesgo de muerte por enfermedad cardiaca.

Otras investigaciones han comprobado que los diez mil pasos al día pueden ayudar a reducir el índice de masa corporal, a eliminar grasa en la cintura, incrementar la energía y reducir el riesgo de padecer diabetes tipo II. Pero le tengo una noticia, esta media de pasos no se logra con la recomendación de caminar 30 minutos al día.

En mi experiencia, midiendo las distancias que camino todos los días, se requieren al menos siete kilómetros de caminata para lograr la meta, que en tiempo se traduce en 80 minutos o más.

Para alguien que no tiene una vida activa es muy difícil lograr este número de pasos si no se pone un poco de esfuerzo para hacerlo. Sin embargo, hay una muy buena forma de llegar a esta meta recomendada sin tener que dedicarle demasiado tiempo: correr.

La misma distancia de siete kilómetros podría conseguirse con facilidad en menos de una hora, sin necesidad de correr, simplemente trotando. Y para quien puede correr a velocidad moderada, este kilometraje se logra en 30 o 35 minutos, es decir sólo el 2 por ciento del día.

Una buena forma de saber qué tan activos estamos siendo en el día a día es usar un medidor de pasos. Existen en el mercado muchísimos monitores de actividad, ya sea en formato de pulsera, en los relojes para corredores o incluso hay aplicaciones gratuitas para smartphones (Moves, Stepz, Walkmeter, Pacer, entre otras).

Le recomiendo que comience a medir los pasos que da al día y sobre todo a observar los beneficios que tiene mantenerse activo. Le sorprenderá.

Si descubre que su cuenta de pasos diarios es reducida, comience por pequeñas metas, como caminar mil pasos al día o dos mil. Le aseguro que se vuelve una forma divertida y entretenida de monitorear la actividad física.