La zancada ideal

Si a usted le ha preocupado alguna vez si su zancada al correr es la adecuada, despreocúpese, de acuerdo con un estudio reciente, es muy probable que esté bien.

Investigadores de la Universidad Brigham Young, en Utah, descubrieron que tanto corredores experimentados como principiantes tienden a usar el tipo de zancada que es más eficiente para ellos; además, tratar de corregir la forma en que corremos podría ser poco benéfico y podría incluso hacer más difícil un entrenamiento.

Para llegar a esta conclusión analizaron la zancada, cadencia y economía de carrera de 19 corredores experimentados y 14 atletas sin mucha experiencia corriendo, pero con buena condición física, practicantes de otros deportes como natación y ciclismo.

A estos deportistas se les pidió que corrieran durante 20 minutos en una caminadora, eligiendo la velocidad en la que se sintieran más cómodos, pero esforzándose. Para los corredores experimentados fue al ritmo de carrera típico de un entrenamiento de velocidad. Para los novatos fue al paso más veloz que pudieran mantener por el tiempo del estudio.

Los investigadores midieron manualmente y con la ayuda de videos la medida de la zancada de cada atleta al correr al ritmo que cada uno prefirió.

En una segunda sesión en el laboratorio se equipó a todos los investigados con mascarillas para medir el consumo de oxígeno, con el fin de analizar su economía de carrera. Este concepto es importante porque mide la demanda física y la forma en que el cuerpo usa el oxígeno ante el esfuerzo.

Si una forma de movimiento requiere menos oxígeno que otra es más económica, menos extenuante y será más fácil de mantener. Por lo tanto, si una forma de correr es más económica que otra, el corredor que emplea ese estilo podrá correr por más tiempo y con mayor facilidad.

En esta sesión, los voluntarios comenzaron corriendo al mismo ritmo y zancada que habían elegido originalmente como su favorito. Luego se usó un metrónomo para alterar los pasos de las personas, pidiéndoles que hicieran coincidir sus pisadas con el tono del metrónomo, aterrizando con el pie derecho cada vez que sonaba.

La velocidad de la corredora se mantuvo, pero los investigadores aceleraron o frenaron la cadencia del metrónomo, primero en un 8 y luego en el 16 por ciento. Con el fin de mantener el ritmo, los corredores tenían que acortar o alargar sus pasos y mantener los diferentes ritmos durante dos minutos.

Posteriormente se examinaron los datos para ver cómo se había afectado la economía de carrera al modificar la zancada. Los hallazgos son interesantes, cuando los corredores modificaron su ritmo preferido de zancada, ya sea alargando o acortando los pasos, su economía de carrera declinaba y en general encontraron más difícil hacer la sesión. Esto fue igual tanto para corredores experimentados como novatos, y aproximadamente en la misma medida.

Lo curioso es que al inicio del estudio los corredores principiantes instintivamente eligieron su ritmo y zancada más eficiente y el alargamiento o el acortamiento de pasos en la segunda sesión los hizo menos eficientes. 

Hay una conclusión muy importante sobre este estudio, es que nuestro cuerpo sabe lo que está haciendo cuando se trata de elegir la forma de correr. Por supuesto, la investigación se hizo con un grupo pequeño y se tendrían que evaluar otros factores importantes en la economía de carrera. Pero, en general, me parece alentador saber que la zancada ideal para cada uno de nosotros no la tenemos que aprender, nuestro cuerpo la conoce.