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Opinión

Vero Velázquez

Una experta del mundo Running, quien nos dará los mejores tips para correr y llevar un estilo de vida saludable.

Medio Maratón Izamal

2018-03-30 | Verónica Velázquez
VERóNICA VELáZQUEZ
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El domingo pasado se llevó a cabo el Medio Maratón Izamal Pueblo Mágico, una competencia con un sabor yucateco inigualable. Y como tuve la fortuna de vivir la experiencia en vivo y a todo color, vengo a recomendarle que anote esta carrera en su lista de cosas por hacer el próximo año, para además planear unas increíbles vacaciones por Yucatán.

Conste que le estoy dando el tip con un año de anticipación, para que lo anote en su agenda y comience la planeación. Este 21K se celebra anualmente, el domingo previo a Semana Santa, así que es una gran manera de aprovechar los días de asueto paseando por la península.

Ahora le voy a contar por qué no se debe perder este medio maratón. Izamal es un Pueblo Mágico localizado a unos 50 minutos de Mérida. Es un lugar rico en historia, cultura y sabor. Un pedacito de tierra yucateca que ha sido poblado y despoblado, que ha tenido épocas de desolación y también de resurgimiento a través de cientos de años. La arquitectura es monocromática en tono amarillo, lo que refleja la calidez de la gente del lugar. 

Así que hablemos de los izamaleños, los que tienen al pueblo hermoso y que reciben a los visitantes con los brazos abiertos. Ellos son justamente quienes ponen toda la entrega para que el 21K Izamal sea una fiesta deportiva y cultural cada año más linda.

Y el principal personaje que hace que suceda la magia en este medio maratón, es el director técnico de la carrera, el izamaleño Manuel Cauich, un apasionado del deporte y gran promotor del turismo en el estado de Yucatan. Pude ver de cerca el cariño y dedicación que pusieron Manuel y su equipo a cada detalle de la competencia desde los elementos básicos como la seguridad para los corredores y la correcta medición de la ruta, hasta pequeños gestos como la animación en el recorrido, que hicieron la experiencia memorable. Por ejemplo, en el primer kilómetro del recorrido, se pasa a un lado de la pirámide Kimich Kakmó, donde hubo además un grupo maya interpretando su música. La majestuosidad de la pirámide y los sonidos emitidos por un gran caracol de mar y unos tambores me pusieron la piel chinita.

La carrera tuvo dos modalidades: medio maratón y 11.2 kilómetros. En ambas distancias la ruta es prácticamente plana, por lo que es un buen lugar para buscar un récord personal. El disparo de salida se da a las 6:30 horas, cosa que se agradece, porque en esta época del año, el sol sale muy temprano en tierras yucatecas.

Participaron mil 170 corredores, de los cuales 340 eran de diferentes partes del país. Hubo premios en efectivo para los cinco primeros lugares de cinco categorías tanto en rama varonil como femenil.

Por último, tengo que contarle del gran festejo post carrera que se da en este evento. La meta es en la plaza central, donde ya nos esperaba la música en vivo y una decena de vendedores de fruta fresca y marquecitas recién hechas. Una vez tomada la foto oficial con la preciosa medalla, nos dirigimos al mercado local donde disfrutamos unos exquisitos tacos de lechón en su jugo, cochinita pibil y agua de piña con chaya. Una deliciosa forma de festejar un logro más.

Si usted no conoce Yucatán, el 21K de Izamal es un muy buen pretexto para hacerlo. Y si ya conoce tierras yucatecas, seguro que no se arrepentirá de volver. Vaya, de verdad se lo recomiendo.

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