Aficionado viaja más de 24 horas para apoyar a Rayados

Fue un largo camino desde Monterrey hasta Pachuca. Poco más de un día fue lo que Francisco Javier viajó para llegar puntual a la cita con su equipo, y lo hizo pidiendo aventones junto con otros dos amigos, aunque reconoció que la travesía no fue tan complicada.

“Fueron como unas 25 horas entre todos los rides pero aquí estamos apoyando al Monterrey en la Final. En total fueron tres aventones; uno de Monterrey a Saltillo, otro de Saltillo al Arco Norte y del Arco Norte hasta Pachuca y aquí estamos.

“Dos fueron traileros y otro fue un carro. Nos trataron excelente, nos pagaron la comida, unas cocas, unas aguas, se portaron con madre. Para agarrar el primer aventón tardé como media hora, en el segundo no duré nada y en el último sí batallé, duré como una hora y media”, dijo el joven de 20 años.

El aficionado llegó con tiempo de anticipación a sabiendas de que sería complicado encontrar boletos para ingresar al estadio, y así fue, por lo que tuvo que recurrir a la reventa y pagar 600 pesos.

Finalmente Francisco reconoció que se corren riesgos al viajar de esta manera, pero tiene claro que el fin justifica los medios por lo que se encomendó previo a esta aventura futbolera. “Desde que salgo me encomiendo a Dios y lo que tenga que pasar, no vengo a hacer cosas malas. Mi mamá sabe que vengo a seguir a mi equipo, en el trabajo pedí unos días de vacaciones”, dijo el porrista.