Casos de Boselli y Piojo serían investigados de oficio
La ‘rebelión’ de los árbitros causó efecto inmediato en la Liga MX, ya que los futbolistas trataron con mayor respeto a los silbantes al no reclamarles airadamente; sin embargo, hubo dos situaciones puntuales que podrían ser investigadas por la Comisión Disciplinaria.
La primera polémica que podría ser tratada de oficio fue un conato de bronca entre Miguel Herrera, entrenador de Xolos, con un aficionado, con quien se hizo de palabras al terminar el cotejo.
Esta acción podría conllevar una suspensión de tres a nueve partidos para el Piojo, debido a que el Reglamento de Sanciones en su artículo 31 inciso ‘G’ explica que por “falta al respeto” al “público asistente”, el timonel sería inhabilitado algunas jornadas, además de tener que pagar una multa.
Otro error evidente de parte de los nazarenos fue en el duelo entre León y Toluca, donde el silbante Luis Enrique Santander no se percató que el gol de Mauro Boselli fue con la mano; por esto el atacante de La Fiera sería inhabilitado y también pagaría una multa, tal y como sucedió en una ocasión con el Tito Villa por el mismo motivo.
André-Pierre Gignac, de Tigres, fue un claro ejempo de que esta semana los jugadores estuvieron mucho más tranquilos, ya que el francés suele reclamar con frecuencia a los colegiados.
La Fecha 11 del torneo se fue con un saldo de 39 amonestados y nueve futbolistas expulsados.
