Salvador Carmona no baja los brazos en su lucha contra la FMF
ROBERTO ALARCÓN
Salvador Carmona no se da por vencido. La demanda civil interpuesta por el ex futbolista a la Federación Mexicana de Futbol, en la que reclama la indemnización de los daños y perjuicios tras la sanción que le fue impuesta en mayo de 2007 por dopaje, sigue su curso y el ex jugador no pierde la fe.
"De mi demanda a la Federación (Mexicana de Futbol), tuvimos que irnos hasta la Suprema Corte de Justicia, es el último recurso que tenemos. Confío en las leyes que tenemos en México y espero que nos den la razón, misma que estoy seguro que la tenemos”, declaró Carmona en Guadalajara, durante la presentación de la asociación ‘Somos más los que queremos una ciudad libre de delincuencia’, que impulsa a los jóvenes a practicar deporte.
Reprochó el trato de la FMF hacia el jugador y culpó a los dirigentes de no tener poder de decisión, motivo que, según Carmona, los orilló a ‘entregarlo’.
"Sabíamos que teníamos que llegar hasta estas instancias porque el caso se puso difícil, por la situación de con quién estamos peleando la demanda (con la Federación Mexicana de Futbol). Pero lo cierto es que nunca ha existido el apoyo al jugador y menos de parte de la Federación, se puede ver en mi caso, en donde apeló la WADA (Agencia Mundial Antidopaje), porque la Federación no tiene el poder de resolver, por lo que no quisieron más problemas y me entregaron, pero confío en las leyes y en que todo saldrá bien”, añadió.
Asimismo, habló del caso más reciente de dopaje en el futbol mexicano, en donde se vieron envueltos cinco elementos del combinado tricolor antes de la Copa Oro de este año.
"No puedo juzgar, puedo hablar por los compañeros que pasaron por eso, y se me hace muy raro que les pase sólo a cinco; ¿y por qué la Federación no da la cara y por qué le echan la culpa a los carniceros? O sea, algo tienen de culpa ellos y qué casualidad que pasa antes de un torneo importante o durante. Se supone que hay tiempos para sacar un estudio antidoping”, estableció Carmona.