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Sedes de Rusia 2018 estarán listas en 2017, aseguran organizadores

Putin y Blatter en la Final del Mundial de Brasil | EFE
El gobierno ruso toma medidas de precaución para evitar contratiempos en la infraestructura que requerirá el país para albergar el próximo Mundial
2014-07-16 | EFE
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Los organizadores del Mundial de Rusia 2018 quieren aprender de los errores de Brasil 2014 y construir con antelación los estadios, y al mismo tiempo evitar un aluvión de críticas como el que sufre Qatar 2024.

Rusia inaugurará el 5 de septiembre, con casi cuatro años de adelanto, el tercero de los nuevos estadios del torneo mundialista, el del Spartak Moscú, donde se celebrará uno de los Cuartos de Final.

Antes ya había inaugurado el de Fisht en Sochi (mar Negro), que acogió en febrero pasado las ceremonias de apertura y cierre de los Juegos Olímpicos de Invierno, y el de Kazán, que albergó la Universiada en 2013.

Además, los organizadores han optado por no demoler, sino únicamente remodelar el Estadio Olímpico Luzhnikí, el cual albergará la Gran Final. Las autoridades se gastarán 800 millones de dólares en ese proyecto arquitectónico, que se propone conservar la histórica fachada del Estadio Lenin, que llegó a tener una capacidad para más de 100.000 espectadores.

También será remodelado el de Yekaterimburgo (Urales), mientras el resto de instalaciones serán construidas a partir de cero, ya que la mayoría de estadios de futbol rusos tienen menos de 20 mil asientos.

El único inconveniente por el momento es el estadio de San Petersburgo, cuyo equipo, el Zenit, es patrocinado por la empresa Gazprom, la cual ha sido involucrada en diversos casos de malversación de fondos y fallos de planificación.

Brasil fue precisamente criticado por la improvisación y los retrasos, por lo que el presidente ruso, Vladímir Putin, ha ordenado tener a punto todas las obras para Copa Confederaciones, que se disputará en 2017 entre Moscú, San Petersburgo, Sochi y Kazán.

El mandatario ruso quiere utilizar el Mundial como punta de lanza del nuevo desarrollismo ruso, que quiere convertir al país más grande del mundo en una de las cinco principales potencias económicas del planeta para finales de esta década.

Las sedes más alejadas de Rusia 2018 serán Kaliningrado al occidente y Yekaterimburgo al oriente, habiendo solamente 2 mil kilómetros de separación.

Para hacer más fácil los desplazamientos, el gobierno tiene previsto tender líneas férreas de alta velocidad, tarea en la que podría contar con la ayuda de otros países con tecnología avanzada en ese terreno, como son Alemania y España.

Para hacer más compacto el torneo, la FIFA valora reducir a una decena el número de sedes mundialistas rusas, como en Sudáfrica, aunque en Moscú habrá dos estadios: Luzhnikí y Spartak.

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