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Opinión

El delantero obrero

2019-06-23 | Alberto Bernard
ALBERTO BERNARD
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Mito: Raúl Jiménez tiene muchas opciones de gol y concreta pocas.

Realidad: Para evaluar al delantero del Wolverhampton hay que tomar en cuenta varios aspectos, no sólo los referentes a la portería contraria, porque no es el típico ofensivo envidioso que todos tienen que trabajar para él, al contrario, es un atacante al servicio del equipo.

De cara al marco rival, Jiménez tiene 14 disparos de los cuales siete han tenido como dirección la portería y dos han finalizado como gol.

Son números normales en un delantero promedio, pero el plus que suma el examericanista es su aporte en la construcción. Del partido de Cuba al de Canadá aumentó de 59 a 74 participaciones en jugadas, donde hay que resaltar su generoso desgaste físico.

También creció en la cantidad y calidad de los pases de 17 a 26, con mayor número de servicios hacia el frente, además de que tuvo una efectividad de 77 por ciento contra los de la hoja de Maple por 71 por ciento ante los caribeños.

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Además, le sumamos que en los duelos ofensivos generó más del doble ante los canadienses, con 13 por seis que tuvo ante los cubanos.

Al estar más involucrado en la construcción bajó sus estadísticas de cara al marco rival. Ante Cuba tuvo 10 presencias importantes en el área rival, ocho tiros a portería; mientras que ante Canadá tuvo ocho jugadas de peligro y seis disparos a con dirección de gol.

Conclusiones: Raúl Jiménez colabora en el trabajo 'sucio', en la construcción, se convierte en un referente para sus compañeros al salirse de su zona y colaborar en el armado de las jugadas. Así que, cuando se hable de Raúl, se tendrá que observar más allá de las jugadas de área. Para suerte del delantero, el Tata Martino tiene en claro que la responsabilidad del gol en la selección está repartida y no es solo tarea para un solo jugador.

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