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Opinión

Alejandro Molina Bortoni

Experto en psicología y desarrollo humano que trabajó con la Selección Mexicana durante el proceso de Ricardo La Volpe. Molina llevará los lectores todo lo relacionado a la psicología y el deporte.

Campeones, ¿humildes o arrogantes?

2018-05-25 | ALEJANDRO MOLINA
ALEJANDRO MOLINA
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Felicidades al Santos Laguna por un campeonato más, resultado de su esfuerzo, ambición y constancia.

¿Cómo afecta el éxito en nuestras vidas? Cuando un éxito está bien capitalizado, es decir, que no sólo es parte de nuestra historia, sino que nos da una nueva identidad, tendremos mayor potencial frente a los retos futuros, ya que nos sabemos campeones, capaces y triunfadores.

Son dos las formas en que el éxito puede influirnos dependiendo de las actitudes que lo acompañen.

El éxito nos fortalece cuando está acompañado de humildad. Cuando reconocemos las cualidades del oponente, cuando sabemos que aún podemos mejorar, cuando percibimos un campeonato como un escalón más en nuestro desarrollo, cuando reconocemos que no lo hemos hecho solos, sino que hay más personas involucradas en el logro, cuando tenemos claro que siempre hay alguien que puede superarnos.

Desde esta perspectiva, el triunfo será un referente en situaciones difíciles, ya que hemos aprendido y demostrado lo que podemos lograr cuando nos lo proponemos, así en este nuevo reto, volveremos a exigir lo mejor de nosotros mismos y de los que nos rodean para llegar a nuevos horizontes. ¡Nunca hay que perder el piso!

El éxito nos debilita cuando va acompañado de arrogancia. La llamada “campeonitis” que algunos equipos experimentan, se produce cuando se creen superiores, cuando sienten que ya han llegado y que se ha logrado todo.

Estas actitudes influyen en un bajo nivel de exigencia y como resultado, en un bajo nivel de desempeño del equipo. La arrogancia es un mal del ego, es una forma de percibirnos por encima de los demás, sentirnos merecedores de lo logrado y de todavía, aun más.

Todos conocemos la consecuencia; personas que viven aferrados recordando los éxitos del pasado y olvidando que en el presente pueden lograr aún más.

Queridos lectores, ante el éxito siempre mantengamos la humildad para seguir trabajando y esforzándonos por ser mejores, dejemos fuera la arrogancia que puede sepultar nuestros éxitos futuros.

Equipo Santos Laguna, nuevamente felicidades y un abrazo desde esta columna.

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