Crecerse ante los grandes

Sólo uno de los llamado grandes del futbol mexicano pasó a la Liguilla: el América. ¿Pero? ¿Por qué grandes? ¿Por el número de sus seguidores? ¿Por lo que gastan en la nómina? ¿Por sus logros del pasado?.

La verdad da gusto que otros equipos como Necaxa, León, Monarcas y Querétaro hayan pasado. Por supuesto, Monterrey, Santos y Tigres tienen elementos para ser también llamados grandes. Aunque sólo les falte, según dicen, mayor afición y que los expertos en el tema y los dueños de las estadísticas así los consideren.

¿Qué pasa en realidad cuando nos enfrentamos a los grandes?

Propongo dos escenarios. En los equipos perdedores, los factores que los acaban, incluso, antes de la competencia, son: la preocupación, el miedo, el conformismo o esperar un milagro (recursos externos no controlables), lo que, es muy poco probable que suceda.

Cuando pierden, utilizarán la justificación y la victimización. Se conformarán con la triste empatía de que hicieron lo mejor, pero ya sabían que ganar ese partido, era prácticamente imposible.

Para los ganadores, enfrentarse a los grandes es la oportunidad esperada, es el sueño que se hace realidad.

Entrarán a enfrentarse de tú a tú, ahí en la cancha no juega el pasado, ni la nómina que reciben. Los equipos 'chicos' que saben agrandarse, exaltan sus fortalezas, trabajan en su actitud, estudian las debilidades del rival y buscarán una oportunidad, por pequeña que pueda parecer.

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Por eso, a la mayoría de nosotros, nos da gusto ver ganar a los que vienen de abajo, con menos recursos físicos y económicos, con menos historias de éxito. Celebramos cuando los equipos llamados 'chicos' sacan la casta y  vencen a los supuestos favoritos. 'La mente en la cancha', es el factor que hace la diferencia.

Estimados lectores, no existe equipo demasiado grande para ser vencido. Como la historia de cuando David venció Goliat. Él tuvo el atrevimiento de enfrentarlo sabiendo que tenía oportunidad. Usó los recursos que tenía, y lo venció. Nunca nos achiquemos. No importa quién sea el otro equipo, siempre podremos usar nuestras fortalezas y buscar alternativas.

Si antes de iniciar pensamos que los rivales son demasiado grandes, mejor, ni entremos a la cancha. Pero si tenemos confianza, usemos la mente para que nuestros talentos se muestren en su máximo nivel y tendremos mayores posibilidades de obtener el triunfo y ser llamados, también, 'grandes'.

"Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito".