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Opinión

Carlos Ponce de León

Director de Marca, experto en futbol nacional e internacional. En su columna tendrás un análisis veraz y oportuno.

La historia con la carga más pesada y emocionante

2020-10-12 | Carlos Ponce de León
CARLOS PONCE DE LEóN
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Cumplir 104 años de vida como el equipo más grande del país no sólo es para vanagloriarse, para abrir las plumas como pavorreal y gritárselo en la cara al resto de nuestro mundo, sino que implica también una responsabilidad, la obligación de seguir alzando títulos una y otra vez. La más grande del país. Por lo vivido en los últimos años, parece ser la única.

América se ganó el derecho de regocijarse con su estatus de ‘más grande’, no sólo por tener la mayor cantidad de afición en México, eterno dilema que disputa con el Guadalajara, tampoco por su riquísima historia, pues algunos podrían argumentar tener más años de recorrido, sino porque a estos dos factores, que ya los tiene con calificaciones altas, agrega uno que ya no tiene debate, en el que es mandón único sin discusión: el de los títulos. Ligas, Copas e internacionales. Su vitrina no tiene igual.

Sumar todos estos factores da como resultado la grandeza que tanto arde a cualquier aficionado que no comulgue con el amarillo, al resto de nuestro universo futbolero, pero no por eso deja de ser una dura realidad. Es la única verdad del futbol mexicano: América es el más grande. Le duela a quien le duela. El americanista se puede regocijar con ello hasta el cansancio.

También tiene la máxima responsabilidad
Ese estatus superlativo que ganaron las Águilas en sus 104 años de existencia, acarrea por fuerza la responsabilidad máxima en el futbol mexicano. Cada torneo, el América es el único equipo que tiene por obligación ganarlo. El único. Si no conquista cada galardón que disputa, cualquier otro resultado es un fracaso. Y ninguna otra institución en nuestro país ha soportado llevar esa carga.

El Guadalajara, el otro grande que disputa de cerca el lugar más alto de nuestro futbol, ha fallado para mantenerse con la responsabilidad de ser ganador constante. La fantástica época de Campeonísimo, donde ganó la gran mayoría de sus Ligas, quedó muy atrás, y se volvió una espera de cada década ganar sólo una estrella. Su característica única de jugar sólo con mexicanos parece entregarle un halo de protección, una justificación para no reclamarle, como se hace con América, la falta de títulos, que ya se volvió habitual. Apapachamos a Chivas.

Cruz Azul, otro que tuvo una época brillantísima en el siglo anterior, olvidó cómo seguir ganando Ligas. Su afición sigue fiel, hasta masoquista, lo defiende a capa y espada, pero no pudo con esa carga de la obligación de coronas. Que no conquiste títulos también se volvió habitual. Es más, el día que logré La Novena será la fiesta más grande que nuestro universo futbolero podrá vivir. Pero para que eso pase se deben alinear los astros de una forma extraordinaria.

Pumas se quedó muy rezagado, tanto que los regios amenazan con pasarlo en los siguientes años. Incluso su peculiar virtud de generar talento como nadie en nuestro futbol, fue superada por otras Fuerzas Básicas que aprendieron lo que se hacía en Cantera y lo mejoraron. El Club Universidad es el más cercano de los cuatro grandes para bajar de ese preciado lugar. Ni hablar de la obligación de estrellas: a la UNAM se le exigen debuts, ya no títulos.

No hay comparación con la realidad del América. Es por eso que cuando su directiva toma decisiones absurdas o carentes de personalidad, cuando su cuerpo técnico le echa la culpa a la mosca que pasó volando, a los jugadores les falta actitud en el campo de juego, y tanto más, se les critica como a ninguno. No hay igual. Es parte de esa responsabilidad de ser el más grande.

Así, el cumpleañero acumula 104 años de crear las historias más exitosas y dramáticas, de gloria y desencanto, de provocar los gritos más sonoros y las lágrimas más saladas. Al final, lo que importa, es que es el recuento que genera el máximo de sensaciones en el país, la conecta más emociones, a favor o en contra. Sin esta aventura no se entendería nuestro futbol. Es la más necesaria de todas. De la que seguiremos pendientes, la que nos seguirán contando y nosotros escuchando, nos guste o no.

SE TENÍA QUE DECIR...
Tras la pausa de la Fecha FIFA, la Liga MX debe regresar con todo, con la urgencia de volver a encantar al espectador, pues los ratings están bajos para lo que significa que siga andando nuestro futbol. Se sanaron heridas, no hay pretexto: sientan su Liga, emocionennos.
…Y SE DIJO

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