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Opinión

Christian Martinoli

Uno de los mejores cronistas deportivos en México, trabaja para TV Azteca y ha colaborado con RÉCORD desde 2010.

El deseado

2022-01-20 | CHRISTIAN MARTINOLI
CHRISTIAN MARTINOLI
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Quizá no llegó de la forma más ortodoxa al futbol mexicano, porque mientras en Chile confirmaban su salida de Curicó Unido hacia Puebla, La Franja todavía tenía a Juan Reynoso como entrenador y como una casualidad de la vida, fue en aquellas mismas horas que sorprendían al Monterrey en plena Reclasificación para volver a meter en una Liguilla a los Camoteros.

El hecho es que se anunciaba la llegada de Nicolás Larcamón, técnico argentino joven, básicamente un desconocido en el balompié azteca que cuando uno se adentraba al internet para saber más sobre la reciente contratación, denotaba buenos números en equipos venezolanos y chilenos, pero quizá no suficientes pergaminos como para llegar al futbol mexicano.

Beneficio de la duda, esa debería ser la máxima para empezar a observar el trabajo del novel entrenador que para colmo accedió a dirigir al equipo más modesto del futbol nacional con respeto al valor de plantilla.

Porque los jugadores del Puebla en su totalidad cuestan cuatros veces menos que en lo que están tasados los planteles de Monterrey y Tigres. Diferencia sustancial, pero que al final dentro del formato del futbol mexicano, que incluye Liguilla, esa diferencia imponente quizá no es tan definitiva a la larga.

Desde lo grupal, Larcamón ha hecho que el Puebla compita y no regale nada en lo físico, equipo pragmático sin complejos que suele tener buenos pasajes incluso de visitante. Ha perdido 10 juegos de 42 dirigidos y supo estabilizar los goles a favor, tema no menor en un Puebla que solía terminar con déficit importante en esa estadística cada torneo.

Hacer del conjunto de la Angelópolis un producto efectivo con base en el costo beneficio, sin duda es un acto revelador, destacado y hasta heroico, porque Puebla dejó de ser un equipo de bandazos que por semestre cambiaba la mitad de su plantel, arrastrándose sin rumbo fijo en cada torneo; sin embargo, dicho sea de paso, se ha convertido en un club vendedor de sus mejores hombres y con escaso esbozo para recambio o refuerzos de calidad.

Digamos que Larcamón no puede hacer todo, logró estabilizar a un grupo de jugadores, pero las finanzas del club no le dan para tener bonanza en la llegada de nuevos elementos. Igual no se queja mucho, ya que todo es justo en este Puebla y aun así en poco más de un año como responsable del primer equipo ya lo metió a dos Liguillas, uno como tercero de la tabla y otro desde la Repesca, luego de alcanzar la séptima ubicación.

En México hay muchas formas de acceder a lugares importantes en la dirección técnica. Monterrey y Tigres apostaron por gente con popularidad y nombre; Cruz Azul se apegó a un exjugador histórico; Pumas encontró en donde menos lo esperaba el hombre que le da ciertas respuestas; Chivas puso a uno de los mejores amigos del dueño, mientras que América le dio un giro a su banquillo en fondo y forma con un estilo práctico.

Larcamón viene construyendo su destino dentro de la Liga MX y lo hace desde el trabajo y la vehemencia que hacen del Puebla un club competitivo a pesar de la escasez de plata.

Dicho sea de otra manera, hoy La Franja es un equipo serio que puede pelear y complicar a cualquiera y eso no es poca cosa en un torneo con semejantes diferencias económicas entre los que tienen y derrochan, y los que viven de prestado.

Puebla hoy tiene a uno de los mejores entrenadores de nuestro futbol y eso tiene un valor enorme que penosamente para el propio club en muy pocas semanas se convertirá en un problema grande, ya que la mitad de los equipos le vienen echando el ojo al argentino que de no ser por un milagro económico sin precedentes no se sería raro que el próximo torneo lo empiece como responsable en otro lado.

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