Martino, por todo

Se siguen cayendo como manzanas los elementos del equipo del Tata. Ahora, Moreno salió muy maltratado en el juego en Dallas y Martino debió por decimonovena ocasión en su corto pasaje como técnico tricolor, encontrarle la vuelta al asunto y reencaminar el desempeño colectivo del equipo mexicano.

Parece que el argentino en tan poco tiempo ya se dio cuenta que México exclusivamente depende de una sociedad de voluntades y por ello se acostumbró de inmediato a mover piezas tratando de que las formas en el campo se mantengan lo mejor posible.

Esta versión mexicana en apenas cuatro partidos de no mucha exigencia, muestra capacidad goleadora, sólo resta asentarse en condiciones defensivas con una formación medianamente repetida para adecuar, en absoluto, las maneras que desea el entrenador.

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La primera ronda de Copa Oro frente a Cuba, Canadá y Martinica debería ser un trámite, incluso podría dosificar a algunos de los elementos que considere titulares cuando el primer lugar esté garantizado.

Después, el panorama si acaso se pondría medianamente serio en las Semifinales y será ahí donde la escuadra de Tata deberá no mostrar ningún tipo de titubeo, como los realizados de manera defensiva ante Ecuador en el amistoso de Dallas.

México, como en tantas otras ediciones del torneo de Concacaf, sale con toda la obligación de trascender y ganar, cualquier otro resultado deberá ser tomado como un rotundo fracaso y un paso hacia atrás para todos aquellos que deseamos ver definitivamente un cambio drástico en las convocatorias de futbolistas, porque de no conseguir la vuelta olímpica en Chicago, más de uno gritará al viento que no se ganó por la ausencia de las 'estrellas' que no están hoy en la escuadra azteca.