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Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

Chivas: señales de vida...

2019-07-30 | David Faitelson
DAVID FAITELSON
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Lo maravilloso hubiese sido poder haber visto a ambos en la cancha. En el esplendor de uno y del otro. No sé quién es el 'número uno' de Tigres. De lo único que estoy seguro es que tanto Tomás Boy como André-Pierre Gignac se rebajaron a una dimensión que no les corresponde en el juego. 

Creo que se está tapando lo más importante de la jornada: que el 'moribundo', 'incapaz', 'chafa', 'jodido' —y no sé cuántos epítetos más se habrán utilizado— Chivas ha sido capaz de competir y vencer al Campeón del futbol mexicano y al equipo que, indudablemente, bajo la tutela magistral de Ricardo Ferretti ha sido el club de época en nuestro futbol. 

Eso fue lo trascendente y no un zafarrancho entre un entrenador veterano y experimentado que, de acuerdo a mi hipótesis, midió los tiempos y los momentos del juego y trató de distraer al futbolista más importante del rival cuando éste, con 10 hombres, ya era mejor que el Guadalajara. 

Creo que ese era el cometido principal de Boy en la situación. Mal hecho, sí. ¿Perdió la cabeza el futbolista francés? También. ¿Quién es el 'número uno' en la historia de Tigres? Difícil de responder. Los números de Gignac son impresionantes, pero Boy no miente cuando dice que en cuanto a clase y tamaños de futbolista nadie come con él en Tigres. Dejemos esa polémica en el anecdotario. No nos conducirá a ninguna parte y pongamos atención en lo más importante del domingo en Guadalajara. 

En tan sólo una semana, el presente y el futuro de Chivas se han transformado. De un panorama sombrío —por no llamarle tétrico—, el equipo ha dado señales claras de vida y de competencia futbolística. Chivas ha recurrido a una fórmula igualmente válida en el juego como en la vida: cuando no te sobra talento, debes buscar alma y espíritu para tratar de competir. 

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El lunes fue capaz de competir ante el Atlético de Madrid, al que muchos criticaron en su momento, pero que unos días más tarde, le metió siete goles al Real Madrid. A ese mismo Atlético de Madrid, Chivas dominó y por momentos fue mejor. Y el domingo, en su presentación por la Liga MX en casa, el Guadalajara salió a correr desde el minuto cero y logró, en el lapso inicial del partido, equilibrar las cosas ante un equipo visiblemente superior en cuanto a plantilla, nombres, funcionamiento y resultados de la ultima época. 

Ha logrado un gol basado en el brío del Pollo Briseño, quien se adelanta en un tiro de esquina, arriesgando el físico, para impactar de cabeza al extraordinario Nahuel Guzmán. 

Chivas tomó una ventaja que nunca perdería y que se fundamentaría unos minutos más tarde en la expulsión de Carlos Salcedo, también provocada por el juego que exponía el local. Chivas no ganó de forma fortuita ni por ayuda arbitral, aunque el 2-0, en tiempo de compensación, se originó a partir de una determinación arbitral —un penalti— cargado de polémica. Creo que Chivas logró equilibrar el juego ante Tigres y de acuerdo con sus limitaciones, aprovechó la ventaja de tener un hombre de más. 

Tampoco el aficionado de Chivas puede emocionarse demasiado ni pensar que está 'salvado' y que su jugará en los primeros lugares de la tabla, pero Chivas ha dado una muestra competitiva basada en su entrega, solidaridad y devoción por los colores de su camiseta. Ha sustituido sus grandes carencias con sudor y ha ganado justamente. Este equipo puede y debe mejorar y si mantiene la misma mentalidad, estará pronto en el sitio que históricamente le corresponde. Chivas da señales de vida.

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