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Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

Cruz Azul, a pesar de Cruz Azul

2020-02-11 | David Faitelson
DAVID FAITELSON
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No es la primera vez que Cruz Azul ilusiona y la pregunta es: ¿Por qué tendría que ser diferente en esta ocasión? Se me ocurren un par de razones. Empecemos por Jaime Ordiales y continuemos con Robert Dante Siboldi.

Cruz Azul, a pesar de Cruz Azul. El equipo parece haber tomado, finalmente, el rumbo deseado. Ha ligado su tercer juego del aún incipiente torneo con tres goles marcados. Cada día parece más convencido de una idea de juego. Ha recuperado individualmente a algunos futbolistas de calidad —Elías Hernández y Jonathan 'El Cabecita' Rodríguez— y ha descubierto a un joven baluarte goleador  de las fuerzas básicas que lleva parte de 'la sangre' del último ídolo del club. 

Si a ello agregamos que los tres refuerzos que llegaron tarde —Passerini, Castro y Borja— todavía están por incorporarse, el horizonte pinta azul. Pero los aficionados azules no pueden ilusionarse antes de tiempo. Ya en otras ocasiones dentro de su amarga historia reciente, el club ha insinuado una recuperación y una vuelta al nivel protagónico que le corresponde a su jerarquía, y al final el propio Cruz Azul ha 'traicionado' al Cruz Azul. 

Siboldi es un buen entrenador. Un tipo que habla de frente. Tiene una idea clara de lo que quiere para este equipo y los futbolistas están con él. A diferencia de los malogrados días del portugués Caixinha, donde Cruz Azul no parecía 'cómodo' con su forma de comportarse en la cancha, esta vez, lleva el rumbo apropiado. Estoy seguro de que, si siguen así, los aficionados volverán pronto a llenar las graderías del Estadio Azteca.

Y el otro movimiento acertado ha sido el de Ordiales. Es verdad que todos jurábamos que Ricardo Peláez tendría éxito en Cruz Azul y que había sido un error, primero, la forma en que se desprendieron de él y, luego, el hecho mismo de desprenderse de él. 

Nadie ha cambiado de opinión sobre ese suceso, pero está claro que Ordiales tiene una personalidad diferente, otro tipo de trato y merece el reconocimiento de una trayectoria honesta, de un tipo que trabaja y que sabe lo que hace. Como en el caso de la comparación Siboldi-Caixinha, no veo a Cruz Azul todavía 'salvado', pero sí más  'cómodo' con Ordiales que con Peláez.

Falta mucho camino por delante. El equipo encontrará otro tipo de pruebas. Deberá superar la incorporación de los refuerzos que para eso llegaron. 

Deberá seguir esperado el crecimiento de Santiago Giménez, el hijo del 'Chaco' Giménez, quien es joven y a quien seguramente el padre sabrá proteger. Durante la semana, dije que pensaba que el chico llevaría a casa el trofeo que le faltó llevar al padre en sus días de figura celeste. Quizá es cargarle demasiado peso a un futbolista tan joven. Me disculpo por ello. Santiago tendrá que crecer y buscar su propio camino en la cancha.

Puede que el licenciado Guillermo Álvarez haya podido controlar la sacudida o la tempestad que afronta la cooperativa y que ni Víctor Garcés ni Alfredo Álvarez meterán, por ahora, 'las manos' en Cruz Azul. Puede que Siboldi sea, finalmente, el entrenador que tanto esperaba este equipo y puede que Jaime Ordiales le dé el orden y la dirección deportiva apropiada. 

Nos queda claro que Cruz Azul 'puede' y que, si quiere, es capaz de terminar con el largo ayuno de sus aficionados. Por ahora, es Cruz Azul, a pesar de Cruz Azul.

 

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