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Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

El 'Club de Toby'

2020-04-17 | David Faitelson
DAVID FAITELSON
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Yo era demasiado joven, inexperto y hasta inocente para darme cuenta de la realidad, pero alcance a ver por el resquicio que quedaba entreabierto de la oficina de José Ramón Fernández (aquella de los grandes ventanales la que daba directamente al Periférico) que sobraban sonrisas, abrazos, camaradería y el suspiro por los nuevos tiempos que abrazaba el futbol.

Dieciocho de los veinte equipos que conformaban la Primera División, todos, menos América y Necaxa, por razones obvias, habían acordado el primer contrato colectivo de televisión en la historia del futbol mexicano.

Paco Ibarra le daba un abrazo a José Antonio García y Emilio Maurer, le extendía la mano al ingeniero Leaño. Billy Álvarez sonreía abiertamente, todos los clubes ganarían lo mismo en televisión, estática, publicidad y unidos tendrían nuevas oportunidades de desarrollo y de éxito. ¿Dónde quedó ese acuerdo? En mi memoria, nada más.

El 'pastel' del futbol mexicano podría o debería ser lo suficientemente extenso como para repartirlo con una mayor equidad. El problema es que siguen existiendo grandes intereses de grupos de poder y que, al manejarlo de esa forma, ahuyentan cualquier posibilidad de nuevos inversionistas y de nuevas fórmulas para su crecimiento.

El futbol mexicano es una reseña aproximada al 'Club de Toby', que dicta sus reglas de la manera que mejor le conviene: te podemos medio abrir las puertas para que entres, pero una vez adentro, te toca esto y no puedes tocar aquello, y tus derechos de televisión son éstos, si te gusta, y la selección, ésa ni preguntes, porque no se toca. Es de unos cuantos y nada más.

La administración de décadas en este futbol ha arrojado que, hoy, ante una crisis económica dantesca, el futbol mexicano tenga poca 'musculatura' para afrontar sus contingencias.

El cierre de la División de Ascenso es el resultado de un abandono y de hasta de una apatía para encontrar fórmulas diferentes para su operación.

Por años, hubo un trato indolente hacía la división inferior y en la Primera División, hecho de no permitir que se reparta equitativamente el negocio, ha terminado por alejar a nuevos inversionistas.

Ahí están los casos de Carlos Slim y de Olegario Vázquez quienes, prácticamente, salieron 'huyendo' del futbol. No hay las suficientes garantías de un 'juego limpio' para que más empresarios estén dispuestos a arriesgar su dinero en esta industria.

El futbol mexicano se internará en tiempos diferentes. Habrá reducciones en las nóminas, en los sueldos de los futbolistas. Podría aparecer un reglamento de límite salarial por equipo y también limitar el número de extranjeros por plantilla.

 "Es tiempo de que pongamos más jugadores jóvenes en el campo", dice Jesús Martínez Murguía, el presidente del León. "Los futbolistas tendrán que entender que ya no podemos pagar las cantidades de antes".

La abolición del descenso promete generar menos presión económica en los clubes, pero se correrá el riesgo de perder un nivel deportivo. Ese será el reto futbolístico de la 'nueva era' del futbol mexicano.

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Empujado por una crisis de dimensiones históricas y catastróficas, el futbol mexicano emprende una transformación. Lamentablemente, lo hace pisoteando una algunas de las esencias más sagradas del juego.

Lo hace víctima de los errores que ha cometido en mas de 50 años de futbol profesional, donde los grupos de poder lo han acorralado, haciéndole ver, muchas veces, como una Liga de unos cuantos, un 'Club de Toby', donde se dedica a defender intereses particulares y donde los negocios no son para todos.

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