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Opinión

Ignacio Suárez

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Chivas: el Juicio Final (Primera entrega)

2019-06-19 | IGNACIO SUÁREZ
IGNACIO SUÁREZ
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Comenzó la semana y el equipo tapatío estuvo en boca de todos. De nueva cuenta por una decisión controvertida; la llegada del ídolo americanista del último lustro, Oribe Peralta. Ante la noticia, hubo de todo como en botica; burlas que señalaban a Chivas como un coleccionista de antigüedades así como furia desatada entre algunos colegas que pedían la hoguera al jugador por el sacrilegio de ir al rival de su equipo, olvidándose que ellos, como muchos de nosotros, hemos cambiado de camiseta o televisora por así convenir a nuestros intereses, en un claro ejemplo de doble moral.

Difícil encontrar una mejor definición a esta circunstancia que la que posteó mi admirado Miguel Gurwitz ayer en Twitter: “No es que el amor a la camiseta sea de otros tiempos, no. El amor a la camiseta tiene que ver con el respeto y el profesionalismo con el que la portas. Nadie debería amar una camiseta, un club o una empresa más de lo que ama a su familia y a sí mismo...”

Ese llamado “amor al equipo” es desde hace varios años EXCLUSIVO para los aficionados, solo para ellos. Los dueños de equipos rivales, nos guste o no, son socios comerciales en un negocio llamado futbol. Dentro de algunos meses, cuando llegue el momento de renovar los derechos de Televisión, nos daremos cuenta bien a bien si la operación Oribe fue 'gratis', un favor, o bien un pequeño 'enganche' para hacer efectiva una renovación de contrato en diciembre.

Pero chiva hermanos, les tengo noticias que los volverán a dividir. No, no será una contratación 'bomba' porque de esas no habrá más porque NO hay dinero, porque la consolidación financiera de Chivas es una mentira, porque se avecina una decisión legal que de ser adversa, marcará el fin de la era Vergara al frente del equipo.

¿Quién lo hubiera dicho?, la llegada de Vergara a Chivas se dio en los tribunales y de idéntica manera puede terminar: “el que a hierro mata…”, dirían algunos. Los millennials, e incluso algunos que no lo son, NO saben bien a bien los entretelones y episodios abominablemente obscuros que se manejaron para transformar el Club Guadalajara A.C. en una Sociedad Anónima.

Antes de entrar a detalle sobre el juicio final que pesa sobre Chivas, les pido a mis lectores despojarse de cualquier playera, ya sea 'vergarista' o 'anti-vergarista'. Esto es necesario porque en este tema el personaje en cuestión hizo cosas muy buenas y otras no tanto. Es vital recalcar que esto es un tema legal, no de simpatías y menos de fobias. En un país de leyes, NO tiene la menor importancia lo que usted o yo opinemos, sobre quién hizo mejor o peor las cosas, quién tiene mejor o peor proyección o futuro sobre el equipo.

No es casualidad que desde el siglo XV, la justicia sea representada por una mujer que lleva los ojos vendados con una balanza en una mano y una espada en la otra. La justicia es y debe ser ciega porque no debe mirar a las personas, sino a los hechos. La objetividad debe ser impuesta sin miedo ni favoritismos, independientemente de la identidad, el dinero, el poder o debilidad.

La mayoría de los especialistas consultados en las últimas semanas coinciden: “Es altamente improbable que se hubiera dado la transformación de una A.C. (Asociación Civil) a una S.A. (Sociedad Anónima) en las condiciones que se dio la del club Guadalajara en el 2002, sin que una 'mano amiga' haya cargado los dados de la justicia a su favor. Así suceden las cosas en México desde hace muchos años. Sin entrar en lenguajes legales complicados, te lo explico: "Una asociación es como un arrendatario, tiene derechos y obligaciones, pero NUNCA acciones. En cambio un socio sí TIENE acciones. Y en aquel caso del 2002, la mayoría de la Asociación vendieron como si fueran SOCIOS, como si hubieran aportado, como si fueran dueños del patrimonio físico, algo que es inexistente. Alguien allá arriba palomeó ese tema. Si no, no había manera. Una trasformación así NO admite aportaciones en conjunto, aun así se las hicieron válidas", terminó diciéndome.

Y es precisamente ese argumento y entre muchos otros, los estandartes de Francisco Cárdenas y otros miembros de la A.C., una minoría que se negaron a vender las acciones a Vergara y mantienen una serie de litigios que cumplieron ya la mayoría de edad.

En enero de este 2019, el juicio Mercantil que mantenía la A.C. contra Vergara y la Asamblea, llegó a su fin. Por falta de aportación de elementos de ambos y después de 18 años, se decretó la caducidad y concluyó el juicio. No había forma de seguir, muchos de los 180 socios que vendieron a Vergara habían muerto. El dueño de Omnilife salió victorioso. Cárdenas y su grupo disidente fueron derrotados. Sin embargo, a diferencia de lo que muchos pensaron este Juicio Mercantil, era el menos trascendente de los que habían abierto

Pero en este vendaval de litigios entre la A.C. y Vergara, faltaba el juicio más importante, el litigio por las marcas. Chivas vale lo que vale precisamente por estas. Y ahí, en el juicio de Amparo por ellas en el 2008, la Asociación Civil dio un golpe inesperado: ¡ganaron la sentencia! El juez de distrito cancela el Folio de Chivas S.A. y Chivas de Corazón, así como 200 registros marcarios que le habían otorgado en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial IMPI. El equipo estaba en manos de Vergara, pero estaba huérfano de marca. 

 

 

 

¿Que sucedió en esos primeros años de litigio?. Diversas publicaciones y libros refieren una muy estrecha y sospechosa cercanía entre Jorge Vergara y Vicente Fox, el presidente en funciones, Martha Sahagún y sus hijos. Era tal su cercanía con la esposa del mandatario que “cuando tenía su jet 767 para transportar a las Chivas -que dejó de rentar a un jeque árabe por cuestiones de dinero-, no permitía que nadie subiera con zapatos. La única persona a la cual no se atrevió a pedirle que se los quitara fue precisamente a Martha Sahagún”, refiere Raymundo Riva Palacio en una de sus columnas, donde habla de la historia de Jorge.

En el libro titulado 'La familia presidencial, el gobierno del cambio bajo sospecha de corrupción' de las periodistas Anabel Hernández y Arely Quintero, hacen énfasis también de esa gran relación de Vergara y Martha Sahagún; de hecho dedican un capítulo a los hijos de esta y refieren: de 2001 a la fecha, el crecimiento de su fortuna ha sido vertiginoso e inexplicable. “Esto sólo se puede afirmar si se hace una comparación de cómo vivían antes y cómo viven ahora”, hechos que coinciden en tiempo con el despegue financiero y económico de Jorge Vergara.

De hecho, son varios los artículos y periodistas de la época que sugieren y aseguran que los terrenos de Colomos, donde estaban las instalaciones del club en una zona privilegiada, fueron vendidos por Vergara en simulaciones a grupos de prestanombres o empresas afines a los hijastros de Vicente Fox, aunque estas versiones también han sido desmentidas por ellos.

La cercanía de Jorge Vergara con el entonces presidente Fox, su esposa y sus hijos, era más que estrecha. El diario La Jornada documentó que Juan Pablo Fox se asoció con el dueño de Chivas en un proyecto de invernaderos para producir lechugas que se llamó 'Vegetlan'. Lo más abominable del hecho, es que se publicaron fotografías donde miembros del Estado Mayor presidencial realizaban faenas como jornaleros en la empresa del hermano del expresidente.

Así de inmensa, así de grotesca fue que algunos medios retrataron esa relación entre las familias Vergara-Fox-Sahagún-Bibriesca. El hijo mayor de Martha se declaró culpable de fraude en Estados Unidos de acuerdo al expediente criminal 8-cr-4274-JAH y salió libre pagando una fianza. En México jamás se les tocó siquiera.

En un país como el nuestro lleno de privilegios y de corrupción, es difícil pensar que no se hayan cargado los dados o marcado las cartas en los juzgados y los tribunales en algún litigio o en un negocio que le interesara a este grupo tan ligado. ¿O usted cree que no hubo tráfico de influencias y favores?

Fox y Martha heredaron y recomendaron esa relación de amistad que tenían con Jorge a Felipe Calderón. El dueño de Chivas seguía volando alto en todos los niveles. En los tribunales fue imbatible y temible enfrentó a extraños y propios. A sus socios Michel Guerrero y Carlos Ayala los metió a la cárcel acusándolos de extorsión.

Incluso, se fue a los tribunales contra el que fuera su abogado de toda la vida y el autor intelectual de la compra del Club Guadalajara, Héctor Romero Fierro. Lo demandó, le ganó en los tribunales, pero el año pasado la Suprema Corte desechó la revisión de su caso y los 40 millones de pesos que pedía quedaron en el limbo. El exabogado de Vergara se quejó y habló de sospechas de corrupción del juez tercero. “Yo sé bien cómo opera Jorge”, dijo en su momento.

Así las cosas, todos los temas legales le salieron bien a Vergara durante tres sexenios: Fox-Calderón y Peña. En esos tres sexenios apostó al 'gallo bueno' y ganó. Sin embargo, el año pasado jugó todas sus canicas por José Antonio Meade, incluso lo invitó a un evento masivo de Omnilife para apoyarlo y micrófono en mano afirmó: “Me he hecho amigo de él (Meade) y es una gente que tiene valores muy parecidos a Omnilife”. La rechifla fue mayúscula.

Los resultados en las elecciones presidenciales y la victoria de López Obrador fueron un durísimo golpe político para Vergara, que ya estaba enfermo. Fox, Calderón y Peña eran muy amigos suyos y hasta la fecha enemigos irredentos del nuevo presidente. Todo indicaba que se quedaba sin protección, así pareció cuando recién pasada la elección se dio a conocer el adeudo de Chivas por casi dos mil millones de pesos al SAT y cuyo desenlace esta en curso. 

Muy enfermo, confinado en un hospital de Nueva York con las finanzas en sus empresas lejos de su mejor momento, con un crédito por pagar de dos mil 850 millones de pesos, pero sobre todo, muy debilitado de la enorme influencia política que tuvo durante casi 18 años, el próximo 10 de julio sus abogados tendrán que estar presentes en la segunda sala de la Suprema Corte de la Nación, en un tema que puede ser crucial y devastador.  

El tema para resolver: la revisión del caso y la ejecución de la sentencia que resolvió en manera definitiva a favor de la Asociación Civil del Club Guadalajara de Francisco Cárdenas que se dictó el 02 de junio del 2010, y donde se cancela la toma de nota (ordenamiento legal) y se le regresen los registros marcarios a favor que utilizó y utiliza Chivas hasta la fecha.

 

 

 

 

Es decir, ¿Chivas ha operado sin tener ya las marcas durante nueve años? Eso parece, porque, aunque en el 2014 le regresaron algunas marcas, la toma de nota y folio quedó cancelado para la empresa de Vergara en el IMPI.

¿Qué significa esto a grandes rasgos y sin entrar en terminología jurídica? Que si la Suprema Corte de Justicia toma la decisión de revisar el caso y llevarlo al pleno, y finalmente ordenar que se ejecute la sentencia a favor de la Asociación Civil tomada en el 2010, esta retomaría posesión, de manera inapelable, de todos los activos físicos y morales del equipo, llámese certificado de afiliación, marcas, derechos federativos de jugadores, todo… prácticamente todo, salvo el hoy llamado Estadio Akron, el cual fue construido posterior a la transformación de la A.C.

La familia Vergara se quedaría sin el equipo, la marca y todas las deudas contraídas, porque en este caso, no existen los llamados terceros de buena fe, ni esas obligaciones se dejan de incumplir en caso de fallecimiento.

Si pensábamos que lo peor de Chivas y la familia Vergara ya había pasado, estábamos muy equivocados. ¿Cuánto seguirá pesando políticamente para inclinar la balanza legal a su favor como se le acusó en el pasado?  ¿Seguirá imbatible en los juzgados cómo lo fue durante tres sexenios? ¿A la Suprema Corte NO le temblará la mano? ¿Ganará finalmente la A.C. después de 19 años de pelear una lucha muy desigual?

Eso se sabrá el próximo 10 de julio en la segunda sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Podría también darse el caso que la justicia siga igual… de ciega y que todo quede igual.

Este tema y esta entrega NO termina aquí, lo que se terminó por hoy fue el espacio.

Ya nos leeremos en la Segunda entrega de Chivas: el juicio Final

 

“Leyes hay, lo que falta es justicia”

Ernesto Mallo

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