Los tres tristes 'grandes'

En el 'póker' de los llamados 'grandes', hay una tercia que sufre, que es la burla de todos. La grandeza de este trio no fue gratis, la ganaron con base en base de alegrías y títulos conquistados por sus antepasados. Han pasado muchos años, fueron los tiempos del blanco y negro, en donde Sara García, Cantinflas y Joaquín Pardavé eran los ídolos de los campeonísimos Chivas. Eran los tiempos cuando apenas empezaba la construcción del World Trade Center, cuando el Metro era la sensación como transporte y estaba por inaugurarse, cuando se pasó a la televisión a color. Al equipo y a los títulos se les vino la noche casi de manera permanente.

Los setentas, la década siguiente, vio la graduación de otros dos grandes: Cruz Azul y Pumas. Primero, los cementeros convirtiéndose en leyenda monopolizando títulos con tricampeonato y bicampeonato incluido con aquellos inolvidables jugadores encabezados por Miguel Marín, Ignacio Flores, Alberto Quintano, Fernando Bustos, Héctor Pulido, Eladio Vera y muchos más.

A la mitad de esa década, el rector de la UNAM, Guillermo Soberón (QEPD), de manera brillante y visionaria supo entender que la UNAM, sus máximas autoridades, debían estar enfocadas al 100 por ciento en actividades prioritarias: la docencia, la investigación y NO en un equipo de futbol, por lo que crea el Patronato para que sea este quien de manera autónoma administre y decida por el equipo. La misión se la encarga a un amante del futbol, además de la ingeniería: Guillermo Aguilar Álvarez. En otras palabras, hizo valer aquel adagio que reza: 'zapatero a tus zapatos'.

Con esta decisión, llegan también los primeros títulos, y aparecen figuras de época como Cabinho, Juan José Muñante, Spencer Coelho, Hugo Sánchez, Leonardo Cuéllar, Enrique López Zarza y compañía. Surge la cantera, la gran escuela puma. Eran los tiempos en que, en la Ciudad de México, apenas se construía el Circuito Interior, la torre de Pemex y las cuatro estaciones de autobuses. Era otro México.

Y si no queremos remontarnos a la 'prehistoria' futbolística tan necesaria para entender el lastimoso presente de los tres tristes grandes, vayámonos a los números más recientes, a los últimos diez años o veinte torneos cortos. La 'emocionante' Liguilla, ese disfraz perfecto de la mediocridad donde después de unos meses, casi la mitad de los equipos juega otro torneo para aspirar a ser Campeón.

Pues habrá que saber que de las últimas 20 Liguillas, el América ha participado en 18. Los tres tristes grandes tienen números muy medianos o mediocres: Cruz Azul y Pumas suman apenas 10 calificaciones, Chivas sólo 8. Otros que en los últimos tiempos lucen siempre poderosos, siempre candidatos, aunque NO tan populares, los han superado fácilmente: Tigres lleva 16, Monterrey 14 y Santos Laguna 13. El colmo es que hasta el 'patito feo' de TV Azteca, el Morelia, con Álvaro Dávila acumula 12, es decir, ¡ha calificado más veces que los tres 'grandes' con una inversión de risa!

Esa mediocridad constante de calificar -en promedio- una vez sí y otra NO en los últimos años, TAMBIÉN se refleja en los números del 2019. Si sumáramos los puntos de los dos torneos como sucede en las Ligas élite del mundo, el León hubiera sido Campeón al acumular 74 puntos. El América otro de los grandes, a 14 de distancia, se quedaría en un tercer lugar. Si esto les asombra, Cruz Azul hubiera terminado en un deshonroso octavo lugar a 21 puntos del Campeón, Chivas a 31 y Pumas a 34 en una miserable décima posición. Esa es la penosa realidad, esos son los números, esa es la constante, TODO lo demás es verso.

Hoy estos tres tristes grandes en popularidad, tratan de reinventarse a sí mismos con diferentes métodos y distintas expectativas. Así que comencemos por partes: Chivas hizo 'oficial' a quien ya desde hace unos meses operaba y negociaba de manera extraoficial y que era Ricardo Peláez, que por principio de cuentas palomeó a Luis Fernando Tena, a quien de entrada NO veía con buenos ojos por su extrema cercanía con el promotor Carlos Hurtado, a quien 'limpió' cuando estuvo en Cruz Azul.

El otrora 'Flaco' Tena se ganó su ratificación en solo ocho juegos, más allá de los resultados por cómo pudo integrar al grupo. Chivas necesita refuerzos y llegarán los primeros producto de la negociación de JJ Macías a Grupo Pachuca, y faltarían un par más, en teoría del Necaxa, que serían Cristian Calderón y Jesús Angulo, siempre y cuando el diablo NO meta la cola.

Aun así, Chivas NO será el gran candidato al título, pero con esos refuerzos estar en la Liguilla será una obligación absoluta y NO una mera ilusión o aspiración como ha sucedido en los últimos torneos. El campeonato seguirá siendo un accidente, pero al menos el equipo será mucho más competitivo lo que revitaliza a todos los chiva hermanos.

Pero el rival por vencer para Chivas y Amaury Vergara NO está en la cancha sino en el escritorio, y muy posiblemente en los juzgados con un litigio por la sucesión testamentaria. De eso dependerá el futuro NO solo de Chivas, sino de TODAS las empresas familiares. Cerrar un contrato de televisión ya en plena 'libertad' se les ha complicado mucho más de lo que esperaban, hoy hay una abismal diferencia entre lo que piden y lo que les ofrecen. Hoy por hoy, las cosas caminan mejor en el plano deportivo que en el legal y financiero del grupo.

El caso de 'Cuna de Lobos' o 'Club de Cuervos', como ha se le ha llamado a Cruz Azul en las últimas décadas, parece NO tener fin. La disfuncional familia de los Álvarez sigue entre el amor y el odio, se abrazan, se demandan, se perdonan, se mienten, se desmienten. Problemas en el equipo, problemas en la Cooperativa con la disidencia.

Ser campeones a golpes de chequera ha sido un fracaso muy costoso para los cooperativistas, ya que es su dinero, su equipo. Ochenta millones de dólares en refuerzos se gastaron en la era Peláez, acusó públicamente Víctor Garcés sin obtener la Liga. El buen ojo clínico de Ricardo falló en el último semestre de forma escandalosa: el ecuatoriano Bryan Angulo fue un fiasco, lo mismo que el argentino Matías 'Pol' Fernández, que aportó menos de 500 minutos jugados cobrando casi 2 millones de dólares.

Desde hace años que Cruz Azul y los Álvarez se olvidaron de sus raíces, de sus estructuras, de sus entrañas: las fuerzas básicas. Fueron los Flores, los Pulido, los Sánchez Galindo, los Bustos, los Victorino, los Muciño, los Guzmán y compañía, la estructura medular a la que figuras como Quintano, Marín, Vera, Gómez, Jara Saguier y otros, apuntalaron y desarrollaron. Unos aportaban la identidad, otros el golpe de calidad. En conjunto fraguaron una dinastía legendaria.

¿Cuántos canteranos estaban en el último título de Cruz Azul en 1997?. 'Conejo' Pérez, Palencia, Sixtos, Johan y Omar Rodríguez, 'Pity' Altamirano, Joaquín Moreno, Beto Valdés, de los que recuerdo. NO, tener jugadores de las entrañas en sus títulos NO era una casualidad, es una constante aquí y en otros equipos de nuestro balompié.

A golpes de chequera se han quedado cerca. Con Quintano como director Deportivo, perdieron ante Monterrey en el 2009; con Agustín Manzo ante América en el 2013, igual con Peláez en el 2018. ¿Qué coincidencia hay entre estas finales perdidas? La aportación de canteranos fue mínima, casi nula.

Cambiaron la cantera por la chequera con resultados nefastos. Desaparecieron las fuerzas básicas prácticamente. En los próximos días, finalmente elegirán director deportivo y de nueva cuenta aparecen los nombres de siempre:  'Yayo' de la Torre versión 7.0, el 'Chaco' Giménez a quien el propio Billy descartó por que considera que en estos momentos NO reúne el perfil, lo mismo Paco Gabriel de Anda quien también se descartó públicamente en un programa de ESPN, aduciendo que NO era el momento por lo complicado de la relación entre los directivos. Con estos descartes, parece que solo sobreviven en la carrera Humberto Valdés, Joaquín Beltrán y algún tapado. Todos estos, de una u otra manera, han estado ya en contacto con la directiva cementera.

Momentos cruciales para Billy Álvarez o quien demonios decida en el equipo. No se trata de contratar a un director deportivo para que elija jugadores de 10 millones de dólares o más. Eso es lo menos complicado del tema, lo puede hacer cualquiera, de hecho, se ha realizado en el equipo por décadas sin éxito alguno. Finalmente, Cruz Azul necesita más que un personaje, un verdadero proyecto que los regrese a sus orígenes, a las entrañas, un proyecto que fragüe como se fragua el cemento. Se trata de construir NO de comprar un edificio ya hecho.  

¿Quién de los candidatos tendrá un proyecto verdaderamente serio? ¿finalmente les bastará con ser exjugadores, con ver videos en YouTube, elegir jugador y firmar cheques para hacer Campeón al Cruz Azul? Los aficionados ya están hartos, los cooperativistas cada vez más furiosos de ver como dilapidan su dinero año con año y que han tomado al equipo como bandera mediática. Puede ser la última elección de Billy, así que debe pensarlo muy bien, ya NO tiene margen de error un proyecto u otra apuesta.

El otro triste grande son los Pumas, cuya situación también es grave. Como nunca, un rector de la UNAM se involucró de manera absoluta en la conformación y administración del equipo, lo cual siempre se trató de evitar. ¿Tiene algo de malo que el rector se involucre así? En lo absoluto, sería extraordinario SIEMPRE y cuando conociera del tema. Lamentablemente, NO es el caso ni del oftalmólogo ni de su hombre de confianza Leopoldo Silva, a quien ha determinado le cuide las espaldas, las cuentas y los tremendos huecos por tapar que le dejó Ares de Parga.

El desconocimiento del equipo por parte del nuevo presidente de Pumas es tal, que el día de ayer los jugadores le dieron la bienvenida bautizándolo como 'Polo Chapatín', que se impuso en una cerrada votación interna de jugadores al apodo de 'Polo Miyagi'. De entrada, estaban enojados porque fueron citados ya teniendo programados viajes y vuelos, y cuando uno a uno se fueron presentando de nombre y apellido con el nuevo presidente, algunos jugadores extranjeros se les ocurrió cambiarse los nombres al presentarse (el que era 'Pérez', le dijo que era 'Jiménez') y el nuevo presidente ni siquiera lo notó y tampoco se lo hicieron notar.

El desconocimiento del plantel fue tan notorio, que posterior a la presentación esa broma fue la 'botana' entre los jugadores antes de partir a sus vacaciones y compartieron el hecho incluso por WhatsApp. La decisión del rector de imponer un presidente es arriesgada, temeraria. Algunos socios están muy enojados: “¿Nosotros ponemos el dinero para el equipo y el rector elige que hacer con él?  ¡pues entonces que de una vez opere al equipo, que saque dinero de la Universidad, que consiga patrocinadores por si solo! ¡somos empresarios, no levanta dedos! ¡No somos sus empleados! Estamos perdiendo tiempo muy valioso. Pumas NO tiene tempo para dar tiempo”, terminó diciéndome exaltado uno de los socios.

Están molestos porque NO fueron tomados en cuenta, porque fue un vil y vulgar dedazo. Y finalmente, me lanzó una advertencia que parece profética: “Si para hacer funcionar un equipo, ser competitivo y ganar títulos fuera tan simple como poner un simple administrador de empresas, Chivas, Toluca, Cruz Azul y muchos otros ya lo hubieran hecho desde hace años ¿o no, Fantasma?". No pude negarle la afirmación que me hizo mi interlocutor.

“Muy mal comienza esta reestructura. Ojalá salgan bien las cosas porque Pumas es mucho más que los 25 o 30 mil que van al estadio y estamos hartos. Si las cosas NO caminan, por primera vez en la historia en el estadio se escuchará la voz de repudio a un rector y del ¡Fuera Ares! pasaremos al ¡Fuera Graue!", terminó diciéndome.

Cuestión de tiempo y resultados para saber si el reelecto oftalmólogo pueda pasar en el futuro inmediato la llamada prueba del estadio. En lo personal, dudo que la apruebe.

¿Usted, a cuál de estos tres tristes grandes ve con posibilidades de sonreír el próximo año?

"Si no estás donde quieres estar, no renuncies; en cambio, reinvéntate y cambia tus hábitos"

Eric Thomas